La compañía argentina de telecomunicaciones Telecom acordó la compra por US$ 1.245 millones de la filial argentina de Telefónica.
La noticia fue confirmada por la compañía española a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Madrid, donde detallan la venta de “la totalidad de las acciones que ostenta en Telefónica Móviles Argentina S.A.”.
“Esta operación se enmarca dentro de la política de gestión de cartera de activos del Grupo Telefónica y está alineada con su estrategia de reducir gradualmente la exposición a Hispanoamérica”, explicaron.
Telefónica de Argentina es una filial del Grupo Telefónica, fundada en el año 1990. La compañía opera las marcas Movistar, Movistar TV, Tuenti y Telefónica, brindando servicios de internet, telefonía y TV a 20 millones de clientes.
Telecom, en tanto, es propiedad de CVH (de los accionistas del Grupo Clarín), que posee un 40% de las acciones y Fintech (David Martínez) con otro 40%. El restante 20% cotiza en Bolsa. La compañía también ofreces servicios de internet, telefonía y TV a través de sus marcas Personal y Flow.
Desde Telecom también anunciaron de manera oficial la transacción. “La operación aprovechará la complementariedad territorial y de clientes de ambas empresas y la mayor capacidad de inversión, posibilitando que sus soluciones tecnológicas y sus servicios tengan la misma calidad para todos sus clientes sin importar en qué zona se encuentren. Esto le dará al mercado argentino estándares internacionales y fortaleza competitiva en términos de velocidad, ancho de banda y confiabilidad de red”, afirmaron.
“Con esta operación, Telecom demuestra una vez más su vocación de seguir invirtiendo en la Argentina, en el marco de las condiciones macroeconómicas actuales, que suman certeza y estabilidad a la inversión privada y competitiva”, aseguró Roberto Nobile, CEO de Telecom.
La operación deberá ahora ser aprobada por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) y no parece contar con el visto bueno del Gobierno encabezado por Javier Milei, que emitió un comunicado poniendo en duda la transacción.
“Esta adquisición podría dejar el 70% de los servicios de las telecomunicaciones en manos de un solo grupo económico, lo que generaría un monopolio, formado gracias a décadas de beneficios estatales. De ser así, se tomarán todas las medidas para evitarlo”, expresaron.