Startups de IA están dispuestas a pagar considerables sumas de dinero por los derechos de propiedad intelectual de cine y televisión. ¿Qué factores deberían tener en cuenta sus propietarios antes de aprovechar esta oportunidad?
Cuando la creadora de ‘John Wick’, ‘Los juegos del hambre’ y ‘Mad Men’ Lionsgate anunció una “alianza pionera” con la startup de inteligencia artificial (IA) Runway, probablemente no esperaba la reacción negativa que siguió. Pero, en tiempos de redes sociales, en realidad era bastante predecible.
“Me pregunto cómo se sienten los directores y actores al ver que su trabajo alimenta a la IA para crear un algoritmo”, publicó en X Reid Southern, diseñador que trabajó en la creación del arte conceptual de ‘Los juegos del hambre’. “Este es el primer paso para intentar reemplazarnos a artistas y cineastas”.
“Nuestras palabras, interpretaciones y direcciones están destinadas a alimentar a la máquina hasta que ya no seamos necesarios”, agregó el actor, director y guionista Alexander Chard, conocido por ‘The Blackout’, ‘Vida’ o ‘We’re All Gonna Die’.
Es que el acuerdo ofrece a Runway acceso al catálogo de títulos de cine y TV del estudio estadounidense con el objetivo de crear y entrenar un nuevo modelo de IA.
De acuerdo con un agente de Hollywood que prefirió mantener su anonimato, es “como meter al zorro en el gallinero”.
“OK, genial, vas a usar la IA para mejorar la producción. Pero como agente, mi primera pregunta es: ¿cómo ayuda esto a mis clientes? ¿Van a recibir más dinero? Ninguno de los creativos con los que hablo está seguro de cómo funciona esto aún y la mayoría de los miembros de la comunidad artística tiene miedo de que la IA los reemplace”, dijo en diálogo con C21.
Ni Lionsgate ni Runway quisieron hacer comentarios para este artículo. Pero al anunciar su acuerdo explicaron que les permitirá “desarrollar oportunidades de creación de contenido vanguardistas y eficientes en términos de inversión”.
El acuerdo, vale aclarar, es para es construir ‘modelos propietarios’, lo que significa que, en principio, Runway no puede usar el IP de Lionsgate ni el de ningún otro socio para sus propios fines. Lionsgate, en cambio, sí podría utilizar este algoritmo en áreas como el diseño de storyboards o la creación de efectos especiales.
Más allá de Lionsgate, Runway afirma estar trabajando también con otros estudios, mientras que otras compañías de IA como Meta, Google y Microsoft también están hablando con Hollywood para licenciar sus contenidos.
Y es que la oportunidad puede ser enorme. En el sector editorial, por ejemplo, OpenAI ya ha cerrado acuerdos con Associated Press, Axel Springer, el Financial Times y News Corp., que según The Wall Street Journal recibirá US$ 250 millones en cinco años.
Todos estos acuerdos sirven para entrenar a ChatGPT y sus soluciones de texto. Pero es en la aparición de herramientas de texto a video como Sora donde reside la oportunidad para los dueños de los catálogos: estas herramientas necesitarán estos contenidos para alcanzar su máximo potencial.
Meta, Google, Microsoft y otras compañías están dispuestas a pagar “decenas de millones de dólares” a los estudios de Hollywood por estos derechos, según Bloomberg.
¿Cuánto exactamente? “Basta decir que alguien con 3.000 horas podría ganar entre US$ 400.000 y US$ 800.000 en 2025”, dijo a C21 Steve Hulford, cofundador y CEO de Underknown, que está reuniendo grandes librerías de terceros para ofrecérselas a las compañías tecnológicas y que asegura que se trata de una oportunidad “que solo se presenta una vez en una generación”.
Lionsgate tiene un catálogo de más de 20.000 títulos de cine y TV, pequeño en comparación con los de las majors como Warner Bros. Discovery (más de 200.000 horas), Paramount (más de 140.000), NBCUniversal (más de 110.000) y Disney (más de 100.000). En Europa, Banijay afirma tener un portafolio de unas 190.000 horas, mientras que ITV Studios cita 90.000 y tanto BBC Studios como Fremantle afirman tener más de 40.000.
Tal como Hulford, el argentino Mariano Rosón, CEO de la productora hispana de Estados Unidos Nitro Group, está también buscando en el mercado librerías de programas de TV, películas y podcasts para que las compañías tecnológicas entrenen IAs.
“Las empresas tecnológicas prevén que en un futuro cercano habrá legislación que haga muy sencillo reclamar que alguien está utilizando sus derechos para entrenar IAs. Y un poco más adelante eso será automático. Así que adquirir contenido bajo términos legales es la forma más sensata de hacerlo”, comenta Rosón.
“Existe un viejo adagio que dice que los derechos de autor son hijos de la tecnología y que siempre que hay un salto tecnológico, hay un retraso mientras los gobiernos y las leyes se ponen al día. Las empresas de IA no van a detenerse. Son disruptores respaldados por los disruptores de hace 10 o 20 años. Necesitamos encontrar la manera de avanzar, pero obviamente lo único que realmente necesitan para afinar sus modelos es nuestro contenido, por lo que hasta cierto punto tenemos el poder”, opinó un ejecutivo de televisión del Reino Unido que prefirió no ser citado.
El ejecutivo se refiere a empresas como Stability AI, la startup británica detrás de la herramienta de imágenes Stable Diffusion, que estuvo al borde de la bancarrota a principios de este año, pero que fue rescatada en junio por inversores, incluidos el ex CEO de Google, Eric Schmidt, y el fundador de Napster, Sean Parker.
Este último, ahora presidente ejecutivo, incluso invitó al director James Cameron a la junta directiva de la compañía en septiembre, algo paradójico teniendo en cuenta lo que sucedía en su film ‘Terminator’.
“Ciertamente podemos ver que existen oportunidades de monetización en este terreno”, reconoce Gary Woolf, VP ejecutivo de desarrollo estratégico en All3Media International, distribuidora que posee un catálogo de más de 30.000 horas.
“Estamos en una etapa temprana en algunas conversaciones y lo que es realmente importante para nosotros, en términos de representar a nuestros productores y titulares de derechos, es que el contenido que ingresa a estos modelos de entrenamiento esté éticamente obtenido, es decir, licenciado. En cuanto a los términos, estamos en el proceso de desentrañarlos”, agrega.
Muchas preguntas persisten y algunos dudan de que, a pesar de la legislación emergente en Estados Unidos, Europa y otras regiones, algunos países y empresas podrían estar adoptando actitudes menos restrictivas, como China, donde ya han surgido varios rivales de Sora, especialmente Jimeng AI de ByteDance, Vidu de Shengshu AI y Kling AI de Kuaishou Technology.
“Si alguien se nos acercara para licenciar nuestro contenido, seríamos muy cuidadosos acerca de dónde está basada la empresa y cuáles son los intereses de sus accionistas”, dice Guillaume Pommier, codirector de distribución de Federation Studios, productor de la serie biográfica ‘Bardot’.
Otros, sin embargo, podrían no pensarlo dos veces teniendo en cuenta la caída generalizada de ingresos en el sector televisivo estos últimos dos años.
“Desde la era del Peak TV, ha sido muy difícil para todos financiar programas”, continúa Pommier. “Pero, mientras tanto, estamos en la era de las librerías. Tu librería puede ayudarte a financiar desarrollos futuros, pero debemos ser muy cautelosos sobre cómo la explotamos, la cuidamos y podemos obtener lo mejor de la IP durante los próximos 30 años”.
Tags:
IA