La búsqueda de eficiencias será clave en esta nueva etapa de Max en España, explica su VP de Producción Original Local Alberto Carullo, quien reconoce una mayor apertura a la coproducción y a utilizar más géneros como el unscripted y el documental “de manera táctica”.

Aunque sus orígenes como HBO España se remontan al 2016, justo al inicio de las guerras del streaming en España, una definición rigurosa marca que Max es hoy la plataforma más joven del mercado español.
Lanzada el pasado 21 de mayo, la nueva plataforma de Warner Bros. Discovery acaba efectivamente de completar (por ahora) el mapa actual del streaming en España con una propuesta más amplia en cuanto a géneros que su predecesora y un nuevo equipo de contenidos encabezado por el ex WBITVP España Alberto Carullo, quien se unió a la compañía en enero de este año.
El lanzamiento de Max coincide con una etapa de contracción en toda la industria y una política de recortes transversal en buena medida iniciada, justamente, por la propia Warner Bros. Discovery y su CEO David Zaslav.
Alberto Carullo, sin embargo, prefiere hablar de una etapa de búsqueda de eficiencias en el streaming, normal para cualquier industria teniendo en cuenta la inversión gigantesca realizada por los grandes grupos internacionales en su intento de posicionar sus plataformas.
“Lo que estamos viendo en la industria a nivel global es que hemos entrado en una nueva etapa del streaming. Primero fueron los lanzamientos, con inversiones millonarias, y ahora estamos en una fase de consolidación marcada por la racionalización u optimización de las inversiones. Entonces, más que hablar en términos de recortes, hablaría en términos de eficiencias”, opina.
En el streaming esa búsqueda de eficiencias se traduce en que ya no se pueden producir contenidos “a toda costa”, opina, sino que estos deben tener como objetivo conseguir y mantener suscriptores.
“Esto no podemos perderlo de vista, porque al final somos una industria y un negocio que tiene que encontrar un equilibrio entre lo que es la inversión y el resultado que se espera. Y simplemente ahora estamos en una etapa de la industria y de la compañía en la que esta medición o búsqueda de equilibrio se ha hecho más evidente”.
Y en los contenidos la respuesta será quitar el foco del volumen para ponerlo en su tamaño, su relevancia y su retorno.
“No solo es una cuestión de cuántas piezas pensamos producir al año o cuántas piezas debe tener el servicio, sino que cada proyecto debe tener una dimensión relacionada a su inversión”, explica Carullo.
“Se trata de valorar los proyectos editorialmente, pero también en cuanto a la entidad y dimensión de cada uno de ellos, porque el alto volumen de producción del que venimos debido a tantos lanzamientos de plataformas nos han llevado a un incremento inevitable en los costos de producción”, agrega.
Ese incremento de los costos es, según el ejecutivo, uno de los problemas por los que atraviesa hoy la industria, que debería hacer un ejercicio en su conjunto para volver a niveles “un poco más equilibrados”.
Pese a lo anterior, Max prepara un potente slate de novedades tanto en ficción como en unscripted, con títulos en producción como los dramas ‘Cuando nadie nos ve’ (Zeta Studios), ‘Furia’ (Producciones Mandarina) y ‘Pubertat’ (Distinto Films, Corte y Confección de Películas y Uri Films) y los formatos de docureality ‘Pekin Express’ (WBITVP España) y ‘Naked and Afraid’ (WBITVP España).

Se suman a los recientes estrenos de la docuserie ‘El caso Sancho’ (Cuarzo Producciones), el formato de citas al desnudo ‘Naked Attraction’ (Fremantle) y los recientes anuncios realizados en el género documental.
Y en ese camino hacia el equilibrio y las eficiencias, la palabra de moda es la coproducción, una vía de negocio que Max ya está explorando, reconoce Carullo.
“Estamos en un punto en el que sin duda estamos empezando a estudiar, analizar y ver modelos para optimizar la inversión que a día de hoy de manera plena no hacíamos. Hasta ahora trabajábamos con el original y la acquisition, pero en el medio existe la coproducción y en eso también estamos estudiando y analizando proyectos y valorando caso a caso lo que supone en cuanto a beneficio, retorno, interés del proyecto y de la capacidad de abordarlo”.
La mencionada ‘Pubertat’, de hecho, creada, dirigida e interpretada por Leticia Dolera (‘Vida perfecta’), se verá en la plataforma como una Max Original pese a ser realmente una adquisición de la serie coproducida entre Distinto Films, Corte y Confección de Películas y Uri Films junto a la corporación pública catalana 3Cat y la belga AT-Productions.
“Lo primero siempre es el contenido, pero luego tenemos que ver en qué condiciones y con qué espectro, ámbito y amplitud de derechos podemos acceder. Tenemos que ver cada caso específico que se nos presente, pero sin dudas es una de las líneas en las que pretendemos trabajar”.
El entretenimiento y el non-scripted serán en tanto otra herramienta para buscar eficiencias en esta nueva etapa de la plataforma dada la agilidad y menor inversión que estos contenidos permiten, tal como lo ha demostrado ‘El caso Sancho’, una docuserie “en tiempo real” muy pegada a la actualidad y que irá sumando episodios a medida que el caso avance.
“Con el entretenimiento podemos jugar de una manera más táctica, porque hay más facilidad, más agilidad o menos inversión dedicada y esto de alguna manera nos permite complementar y completar la oferta para sostener durante cada año lo que es nuestra oferta de cara al suscriptor”, explica.

No obstante, aclara que esto no significa que la ficción vaya a quedar relegada.
“Si hablamos en términos de porcentaje de presupuesto, la ficción seguirá siendo sin dudas el género en el que vamos a realizar la mayor inversión. La ficción forma parte de la definición, del histórico de este servicio y es parte de nuestra identidad”.
Y tanto en ficción como en entretenimiento, tal como aclaró Carullo en su intervención en la última edición de Conecta Fiction & Entertainment, la prioridad de la plataforma será encontrar marcas, historias o talentos “icónicos” para el mercado español.
“De los proyectos que tenemos ahora en desarrollo hay una parte, aunque no todos, que están basados en IPs literarias. Y hay otros que están basados en otros elementos que ayudan a esta conexión inicial, bien porque tienen que ver con situaciones, acontecimientos o personajes que tienen ya una reconocibilidad para los espectadores”, adelanta.
“Y es cierto que de cara al usuario final la figura de los guionistas no es tan reconocible, pero desde nuestro punto de vista a la hora de valorar proyectos sí lo es”, añade Carullo, que por ahora no concentra su búsqueda ni en contenidos infantiles, series diarias, young adult (YA) ni comedias.
¿Y las películas? “Digamos que como vamos por partes y yo llevo desde enero, uno se tiene que dar unas prioridades. Las películas están en un punto en el que no hemos empezado de manera definida, abierta y determinada”, responde.
Su compañía hermana Warner España, sin embargo, sí que produce cine en España y Max ha participado en algún caso como coproductor, tal como en ‘Pídeme lo que quieras’, adaptación de una novela de Megan Maxwell.
“Hay otras fórmulas que no son los originales puros. Esta vía existe y para nosotros también es importante”.