El guionista español, cuya fama explotó con el hit adolescente de Netflix ‘Élite’, explica su proceso creativo, qué tipo de historias lo mueven y por qué no se obsesiona con volver a lograr un éxito global.
Con más de 20 años de experiencia como guionista y showrunner de emblemáticas series españolas como ‘Física o Química’, ‘El tiempo entre costuras’ o ‘El desorden que dejas’, Carlos Montero es hoy uno de los creadores más cotizados de España.
Por eso a nadie le sorprendió que, tras el éxito global de la serie adolescente ‘Élite’, Netflix lo haya fichado con un contrato de exclusividad que renueva cada tres años.
Sin pelos en la lengua, se define como “demasiado vago” para hacer cosas fuera de España, “fatal para predecir” si el contenido en español seguirá en ascenso, y afín a tener siempre “un poco más de control” sobre sus historias. Esto fue clave a la hora de dar el salto a productor ejecutivo de sus propias series para Netflix.
“Creo que todos los que nos ponemos delante del guion y acabamos produciendo o dirigiendo, siempre es con ese afán de controlar al máximo nuestras historias”, asegura.
Tal vez la prueba más contundente del éxito de este abordaje sea ‘Élite’, el fenómeno producido por Zeta Studios y cocreado por Montero y Darío Madrona.
Actualmente, junto al productor ejecutivo Diego Betancor y al director general Xacobe Sanz, Montero encabeza la productora El Desorden Crea, “una empresa pequeñita que trabaja por proyectos y para Netflix”.
Luego de producir ‘Todas las veces que nos enamoramos’, la productora prepara su segundo proyecto para el streamer: ‘Respira’, un clásico drama hospitalario pero con una mirada “rabiosamente contemporánea”.
¿Cómo se vive después de un éxito como ‘Élite’?
Eso depende de cómo te lo tomes. Yo ya he tocado el éxito global, ha sido fantástico, y ahora tengo la mente en otras cosas. Y me parece bien. Si vuelve a pasar, genial, pero no me agobia ni siento la presión.
Las series las creo pensando en el público de aquí, de España, si pienso en el global me paralizo. Soy muy intuitivo: mi manera de abordar un proyecto nuevo es pensar en lo que a mí me mueve y lo que creo que en ese momento puede mover al público. A veces aciertas más y a veces menos. Lo que tengo claro es que, si yo estuviera buscando un éxito como el de ‘Élite’ otra vez, sería el hombre más infeliz del planeta. Y yo quiero ser feliz.
¿Y qué te mueve hoy?
Siempre me ha gustado el formato de drama hospitalario, que en España no se hacía desde ‘Hospital Central’, que fue un gran éxito. Con ‘Respira’, a mí me apetecía contarlo otra vez de una manera bastante clásica, pero con una estética mucho más actual y, sobre todo, la que nos dan los medios como Netflix: capítulos con mucho más presupuesto, un equipo maravilloso detrás, más tiempo para contarlo… Creo que el resultado estará a la altura de series míticas, pero con ese punto contemporáneo.
Para mí, escribir es siempre una ventanita al futuro, a un mundo mejor. Yo creo que a los guionistas y a los escritores siempre nos mueve el aportar nuestro granito de arena en algo. Me obsesiona lo contemporáneo y cómo salir de ciertas tendencias monolíticas o maneras de pensar heteronormativas e ir hacia otros lados. Porque bueno, es mi mundo y ahí quiero aportar algo.
¿Cuánto está influyendo el algoritmo de las plataformas en la libertad de los creadores?
Creo que al algoritmo lo utilizan para otras cosas. A mí nunca me han hablado del algoritmo para crear. Sí que lo puedo sentir cuando les presento un tipo de serie y me dicen que no, pero luego presento otro tipo y me dicen que sí. Quizá sea por las tendencias, seguramente, pero prefiero no analizarlo mucho para no agobiarme.
A mí me hace mucha gracia cuando nos preguntan por las claves del éxito de una serie. Una vez que una serie es un éxito, puedes decidir cuáles son las claves del éxito, al igual que pasa con los fracasos. En el caso de Netflix, por ser una empresa enorme, sus tendencias van cambiando y las olas son distintas. Hay fases en la que el autor puede experimentar más y luego hay otras en la que no se puede experimentar y hay que ir a lo más seguro.
Evidentemente, las empresas van buscando el público nuevo y a veces piensan que está aquí y luego que está allí. Cuando llegan a España, nos dan la libertad de decir “vamos a hacer otro tipo de series que no habéis podido hacer”. Una vez que las hemos hecho, nos dicen: “Oye, no nos olvidemos de las series que ya sabéis hacer tan bien”, porque eso es un valor. Yo, por ejemplo, sabía hacer muy bien series tipo ‘Física o Química’ y eso lo apliqué a ‘Elite’.
¿Y dónde encuentras tú la forma de arriesgar?
A lo mejor no en la forma, pero sí en el contenido. Siempre he sido muy outsider en el sentido de llevar al mainstream personajes LGTBI o cosas así, porque es mi visión del mundo. Creo que ahí es donde más arriesgo: en una manera de hablar sin tapujos, pero nunca buscando un público marginal, sino intentando llevar estos temas al público general.
Hay cierta crítica a que el boom de la ficción en español de los últimos años dio lugar a muchas series olvidables. ¿Qué piensas sobre eso?
Claro, pero es normal cuando haces tantísimas cosas. Recuerdo que cuando escribía novelas, los escritores se quejaban: “Es que ahora escribe todo el mundo”, y yo siempre les decía: “Gracias a que escribe todo el mundo hemos podido escribir nosotros”. Quiero decir, la superproducción tiene cosas malas y otras muy buenas. Ha llegado gente muy talentosa, series excelentes, se escuchan más voces, aparte de todo el trabajo que ha generado.
Ten en cuenta que veníamos de una crisis del 2008 que se cargó a toda la industria. Solo teníamos dos ventanas, Antena 3 y Telecinco, porque ni TVE producía. Todos los que estábamos trabajando de esto cada vez nos quedábamos con menos trabajo. Y ahora, que es al revés, no voy a ser yo quien se queje.
Tus series han generado un fandom impresionante. ¿Cómo es tu diálogo con ellos?
Intento no tener diálogo. Ellos lo establecen y siempre lo están exigiendo. Me parece estupendo que sean apasionados, tanto para lo bueno y para lo malo, pero yo intento no estar muy influenciado por ellos porque creo que no es bueno. Porque ellos siempre van a querer que los buenos triunfen, que su pareja de amor vaya bien… Y no creo que eso acabase siendo una serie mala, pero sí que acabaría siendo una serie que a mí no me interesa y creo que a ellos realmente tampoco.
¿Te plantear hacer cosas en América Latina?
Soy tan vago y me gusta tanto España, que para que algo me seduzca… Me han propuesto varias cosas y a todas les he dicho que no. Les contesto amablemente y me encanta que me lo ofrezcan, pero es que desde aquí ya le llego a todo el mundo. No hablo ni inglés y he conseguido conquistar prácticamente todo.