Aunque su modelo depende de contar con los máximos derechos de explotación posibles sobre sus producciones, el contexto actual de reducción de inversiones y búsqueda de rentabilidad por parte de los grandes de Hollywood posiciona a Atresplayer, plataforma de streaming del broadcaster español Atresmedia, como un player ideal para la coproducción internacional. Y desde la compañía lo ven con buenos ojos.

Lanzada originalmente en 2011, en formato SVOD en 2019 como Atresplayer Premium, y a punto de ser relanzada el próximo 5 de julio bajo una marca unificada, la plataforma cuenta actualmente con 500.000 suscriptores de pago y 5 millones de usuarios únicos al mes al sumar su versión gratuita.
Atresplayer, que estrena unas 12 producciones originales al año, forma parte del modelo 360 de explotación de contenidos de Atresmedia que, a través de diferentes ventanas como el SVOD, el AVOD, la TV lineal y la distribución internacional busca extraer el mayor rendimiento económico posible de sus contenidos.
Series de ficción como ‘Veneno’, ‘La novia gitana’, ‘La ruta’, ‘Cardo’ o ‘UPA Next’ son ejemplos de esta explotación, con estrenos en SVOD, emisiones en TV abierta en algunos casos, ventas internacionales de la mano de su propia distribuidora y, cuando se relance la plataforma, la posibilidad de acceder de manera gratuita (pero con publicidad) a los primeros episodios de todas las originales.

“Nosotros somos capaces de monetizar los contenidos en distintas ventanas, entonces no dependemos solo del momento que viva el entorno de la suscripción”, señala a Cveintiuno José Antonio Antón, director de Contenidos de Atresmedia.
Por eso, agrega, la plataforma goza hoy de buena salud pese al contexto actual. Y mira desde lejos la guerra de los streamers.
“El hecho de que seamos una plataforma de un broadcaster permite que no estemos en medio de estas oleadas de las streaming wars, que han llevado a una explosión de la inversión en muy poco tiempo por parte de players que, de repente ahora, buscan nuevas formas de monetizar y una reducción en los encargos”, explica. “En nuestro caso hemos tenido muy clara la posición de lo que era nuestra plataforma dentro de nuestro ecosistema. Hemos crecido de una forma muy ordenada, pero muy consistente, y eso se ve en nuestro número de suscriptores, que ha ido creciendo continuamente”.

Efectivamente, a pesar de su relanzamiento, Atresplayer continuará con una inversión estable en originales, asegura Antón, con nuevos títulos anunciados como el reboot de ‘Física o Química’ titulado ‘FoQ: La nueva generación’; ‘Piraña’, tercera parte de ‘Veneno’; la segunda y tercera parte de ‘La novia gitana’; o una nueva colaboración con Suma Content, de Los Javis, como ‘Mariliendre’.
“Nuestro core como compañía está en la generación de contenidos. Es un modelo 360 con el contenido en el centro que nos permite una explotación económica de los contenidos y de la distribución, explorando todas las vías de comercialización”, añade Emilio Sánchez Zaballos, director de Atresplayer.
Por eso, agrega Antón, la coproducción con otras plataformas locales internacionales es un modelo que también puede tener sentido, sobre todo para producciones grandes.
En el caso de Iberoamérica, players como ViX, Globoplay, Lionsgate+ y OPTO SIC de Portugal pueden ser complementarios.
“Estamos abiertos a opciones en las que a lo mejor no podemos retener la totalidad de los derechos pero sí los derechos para España, algunos territorios de América Latina y mantener parte de la IP. Sobre todo para proyectos grandes creo que tiene mucho sentido para coproducir con otras plataformas locales”, sostiene.

‘La novia gitana’ es un ejemplo de este modelo. Fue una coproducción con VIS (Viacom International Studios, ahora renombrados como PITS), en la que las plataformas de Paramount se quedaron con algunos de sus derechos internacionales.
Según Emilio Sánchez Zaballos, ya están negociando más acuerdos de este tipo. “Hay cosas sobre la mesa. Nuestro modelo ideal es un modelo en el que podamos tener todas las ventanas, pero a veces, en determinados productos por licencias, costes o circunstancias, podemos renunciar a una de las vías de explotación”.