El presidente ejecutivo de Secuoya Content Group detalla la estrategia financiera de la compañía, que está apostando todo a un modelo de coproducciones y preventas y haciendo frente a algunas de las producciones más ambiciosas (y caras) que jamás se han hecho en español.
En 2021 y aún en plena pandemia, Secuoya Content Group (en aquel entonces Grupo Secuoya) anunció la creación de Secuoya Studios, un lanzamiento que implicó alinear todas las áreas de la compañía hacia la creación de contenidos originales.
Tres años después, según su presidente ejecutivo Raúl Berdonés, la compañía está cosechando los frutos de su apuesta, con una facturación de € 106,2 millones (US$ 117,7 millones) en 2023 y la puesta en marcha de ambiciosos proyectos como ‘Zorro’, con un presupuesto de US$ 40 millones.
“Y estamos por anunciar proyectos que superarán los US$ 60 millones y los US$ 70 millones”, adelanta Berdonés, mientras detalla cómo afronta la compañía la financiación de sus series, cuáles son los principales desafíos y qué cambios se podrían implementar para que la industria audiovisual iberoamericana sea aún más competitiva.
¿Cómo definirías la actualidad de Secuoya Content Group?
Estamos en el momento más especial y más dulce que ha tenido Secuoya en su historia. Hace tres años definimos un cambio de estrategia de poner el contenido en el centro y a toda la compañía a pensar en el contenido. Y hemos superado con creces el objetivo marcado. No solamente en número de proyectos, sino también en horas de producción, en facturación y en modelo. La historia y la actualidad nos demuestra que estábamos en un camino acertado de retención de IP, de apostar por un modelo de ventaneo y no tanto de vender originales.
¿Y cómo visualizas a la compañía dentro de tres años?
En tres años queremos ser un estudio referente a nivel global, con una presencia europea importante. Creemos en un estudio más grande que el que tenemos hoy. Duplicando o incluso triplicando nuestro tamaño.
Nos vemos también con un mayor balance entre contenidos en español y contenidos en inglés. De hecho, hoy ya el 40% de lo que estamos desarrollando es en inglés y queremos estar muy presentes en el Reino Unido en los próximos meses. Y, por último, nos vemos tejiendo muchas más alianzas estratégicas en Latinoamérica y en Estados Unidos.
¿Qué importancia da Secuoya a la arquitectura financiera de sus producciones?
Cada vez más, los proyectos audiovisuales, y especialmente las grandes obras como las que estamos haciendo, son proyectos financieros. Nosotros no somos un producto financiero, porque somos creativos. Pero un gran estudio como Secuoya tiene que estar acompañado de un gran equipo de business affairs. Es imprescindible y no lo hemos inventado nosotros. Esto ya lo inventaron los americanos hace mucho tiempo. Ya vemos que ‘Game of Thrones’ se graba en muchísimos países y todo pensando en dónde está el mejor incentivo fiscal, dónde se puede sacar un puntito más. Pues hemos copiado el modelo. Hoy estamos afrontando series con un presupuesto de más de US$ 40 millones y estamos por anunciar proyectos que superarán los US$ 60 millones y los US$ 70 millones.
¿Y cómo trabajan la financiación de esos proyectos?
Por un lado, trabajamos mucho con los incentivos fiscales. Tenemos en ese sentido un gran equipo de business affairs que es especialista en optimizar los recursos. Por ejemplo, en ‘Los 39’, hemos producido con tres incentivos fiscales diferentes: Canarias, el territorio común de España y Colombia. Esa es la primera parte.
Lo segundo es el riesgo que asumimos nosotros al invertir. Y lo asumimos desde el punto de vista financiero.
Y por último, las preventas. Para nosotros son una parte muy importante de lo que hacemos. Cuando entre las tres cosas tenemos cubierto el 70% del presupuesto, solemos dar luz verde.
Es verdad que en Secuoya tenemos una gran ventaja y es que, al contar con estudios, servicios de producción, de postproducción, equipos de business affairs y muchas otras áreas integradas en el grupo, podemos afrontar más riesgos.
¿Han trabajado o trabajan con fondos de inversión o acceso a capital privado?
Sin dudas. Trabajamos con fondos de inversión, family offices. Pero para nosotros los fondos son la última línea. Preferimos cubrir y que el fondo nos ayude a la financiación de proyectos, pero no en la parte de riesgo. No que sean accionistas del proyecto.
Sí trabajamos con ellos en los incentivos, para los que se necesitan inversores que adelanten el dinero. Tenemos un equipo muy especializado para ello y ahí es donde entra el capital privado. Repito, no tanto en el riesgo, sino en el descuento o en el incentivo. Y también hay fondos que nos ayudan a descontar contratos firmados de nuestras preventas, porque a veces a los bancos locales les cuesta mucho entender cómo opera nuestra industria y que muchas veces no cobras hasta que se entrega el producto y que eso puede ser para una ventana que entre recién al final.
¿Es ese uno de los principales desafíos hoy para la financiación?
Sí, y es algo que no pasa solo en España. El banco local quiere contratos locales. Y cuando tú le presentas un contrato firmado por un canal francés o por una plataforma de América Latina, los bancos no lo entienden.
También debemos mejorar mucho en el tema de los avales. En España, la administración pública está avanzando bastante bien y tenemos la suerte de contar con la SGR, que ayuda a darle credibilidad y certeza de cobro a esos bancos y a esos fondos. Pero en esa línea hay que seguir creciendo, sin lugar a duda. Debemos dotarlas de más recursos, quitarle limitaciones de presupuestos y de costes.
¿Qué características crees que deben cumplir los proyectos para conseguir financiación?
Lo primero es que los que estén detrás sean serios y tengan un background que permita decir: puedo creer en ti, sé que vas a acabar la serie o la película, sé que la vas a hacer bien y, lo más importante de todo, que no te vas a desviar en presupuesto.
Lo segundo es que sea un proyecto económicamente viable. Todos conocemos cuáles son los umbrales de la rentabilidad de los proyectos, con lo cual sabes cuál es la rentabilidad que puede tener.
Y tercero, qué nivel de preventas tienes antes de ponerte a producir, para saber cuál es el riesgo que puedes asumir.
¿Están trabajando con marcas para financiar proyectos?
La verdad es que lo hemos intentado, pero no encontramos marcas al día de hoy con una mentalidad global. Tú vas a hablar con grandes compañías y te dicen: “Es que mi presupuesto es para España, a mí no me hables de que tu serie se verá en 52 países porque lo que pase en los otros 51 no va conmigo”.
Y cuando vas a marcas con una mentalidad un poquito más global, el problema es que quieren estar demasiado presentes en el producto. Tienen que cambiar la mentalidad, porque no puede ser que, si nosotros como estudio le damos libertad creativa a nuestros creadores, una marca venga luego e interfiera en el guion de la serie o de la película. No tiene ningún sentido. Y eso está pasando, por lo cual nosotros todavía no hemos encontrado ese match más allá de algún product placement muy puntual. Porque, además, luego esto te limita mucho la venta del proyecto en algunas ventanas donde puede estar prohibido, por ejemplo, mostrar productos con alcohol.
Entonces, todavía no hemos encontrado cómo hacerlo. Me encantaría decir que sí, que las marcas son una gran apuesta, que son gran parte de nuestro presupuesto, pero hoy tengo que reconocer que hasta ahora no hemos conseguido hacer cosas más allá de ciertos acuerdos que son muy residuales para la financiación de los proyectos.
