Casi de la noche a la mañana, los microdramas han creado una industria de US$ 5.000 millones en China. ¿Puede haber una oportunidad también en Occidente pese al reciente y recordado fracaso de Quibi?

El caso de la app de microseries Quibi probablemente quedará en la historia como uno de los mayores fracasos de la industria audiovisual.
Creada por el ex Dreamworks Jeffrey Katzenberg y respaldada por US$ 1.000 millones de inversiones de compañías como Disney, NBCUniversal o Sony Pictures, Quibi se presentaba como una plataforma para series de episodios de 10 minutos o menos y grabadas en formato vertical, producidas de la mano de importantes creadores de Hollywood.
Lanzada con bombos y platillos en 2020, su vida fue casi tan corta como las series que ofrecía. Duró apenas seis meses.
Apps más pequeñas como Seeso de NBCUniversal y Go90 de Verizon también lo intentaron y fracasaron en el mundo del shortform, aunque con pérdidas significativamente menores.

Pero hoy está surgiendo una nueva energía en torno al contenido en formato corto, que se ha convertido en una industria multimillonaria en China, donde plataformas de video vertical están impulsando un consumo masivo de microdramas con historias típicamente centradas en romances, venganzas y ascenso a la riqueza.
Detrás de este fenómeno aparecen apps locales como Kuaishou y Douyin, responsables de haber creado casi de la noche a la mañana un negocio que facturó US$ 5.300 millones en 2023 y con proyecciones de triplicarse para 2027.
A nivel global, TikTok, Snapchat y las secciones de videos cortos de YouTube (Shorts) e Instagram (Reels) están sentando las bases para un fenómeno similar.
Es que cuatro años son mucho tiempo en la industria del entretenimiento, y hoy las oportunidades que presenta el contenido corto son más evidentes que en 2020.
Jia Jian Ho, CEO y fundador de la plataforma de videos cortos con sede en Singapur Viddsee, define el crecimiento del microdrama como “astronómico” y asegura que el fenómeno está comenzando a extenderse hacia Occidente.
“Teniendo en cuenta que la mayor parte del crecimiento ha venido hasta ahora solo desde China, estamos apenas en el comienzo de algo muy grande”, comenta a C21 Ho, quien destaca que el despegue de las apps de microseries también se está empezando a notar en regiones como Estados Unidos y América Latina.
Lanzada en 2013, Viddsee ofrece series premium en formato corto, con historias que abarcan fantasía, romance, drama familiar, acción y venganza. La plataforma encarga y produce proyectos a través de su división Viddsee Studios, además de incluir contenido shortform de terceros.

La apuesta por una calidad de producción premium convierte a Viddsee en una rara avis entre la nueva oleada de apps y streamers surgidas en torno a los microdramas. Es que, hasta ahora, los elementos fundamentales para el éxito del medio han sido sus bajos costos de producción, los tiempos de entrega rápidos y la relativa ausencia de actores conocidos. Todo esto permite experimentar con ensayo y error y tener una capacidad de reacción mucho más ágil.
Y, justamente, uno de los factores detrás del fracaso de Quibi fue que el nivel de inversión era tan alto que dejó a la plataforma sin margen real para crecer o encontrar a su audiencia de manera gradual.
Sin embargo, el concepto de calidad audiovisual se ha redefinido por completo en la era de las redes sociales. ¿Qué significa premium para una generación que ha crecido consumiendo contenido en YouTube?
Otro aspecto que está impulsando el microdrama y del que Quibi carecía es la “gamificación” del contenido.

Por ejemplo, la plataforma ReelShort, desarrollada por Crazy Maple Studio, compañía basada en Los Ángeles pero de capital chino, permite a los usuarios ganar recompensas en forma de monedas virtuales al usar la app y ver ciertos videos, además de monetizar a través de microtransacciones.
“Quibi detectó algo. Se centró en el storytelling en formato corto, pero no lo ejecutó bien, en el sentido de que la clave es la gamificación alrededor de eso”, dice al respecto Jo Redfern, ejecutiva basada en Reino Unido y especializada en estrategias de contenido online para IP, marcas y titulares de derechos.
Entonces, ¿es el microdrama una tendencia que los productores deberían explorar?
“Hasta ahora, he visto muy poca evidencia de que los productores y estudios identifiquen el microdrama como una oportunidad, pero creo que lo es”, dice Redfern. “Mientras que los productores establecidos siguen pensando en contenidos que funcionen para el broadcast, hay una generación de jóvenes creadores que están pensando en cómo contar historias adaptadas a las plataformas sociales, donde han crecido viendo videos cortos”.
Desafiando esa idea, la productora turca Medyapim, reconocida por dramas como ‘Woman’, ‘My Little Girl’ o ‘Mother’, está ya trabajando en el mundo de las series cortas con la creación de sus primeros dramas con episodios de dos minutos, según revela a Cveintiuno su fundador y presidente, Fatih Aksoy.

“Los episodios largos van a morir. Por eso ya estamos produciendo episodios de dos minutos. Por un lado, editando series que ya tenemos, pero también estamos creando series nuevas con episodios con cliffhangers al final. Si la gente quiere ver contenido en sus móviles, hay que adaptarse”, afirma Aksoy.
Medyapim es una de las responsables directas del fenómeno internacional de los dramas turcos, que se emiten en Turquía en formato semanal y con episodios de hasta dos horas. Y si bien este tipo de ficciones sigue estando vigente, según el productor su vida útil expirará cuando las personas que hoy tienen 40 años se mueran. “Si tienes menos de 40 años, no miras TV abierta”, opina.
En América Latina y desde Argentina, la plataforma de streaming Flixxo se ha especializado en el contenido de formato corto. Y su CEO y fundador Adrián Garelik coincide con Aksoy acerca de la urgencia de explorar estas nuevas narrativas.
“Si no encontramos las historias correctas para contarles a los jóvenes o si no adaptamos las plataformas a sus modos de consumo, esta industria en 10 años está muerta”, vaticina.
“Estamos creando contenidos para nuestros padres y ellos dentro de poco no van a estar. Y nuestros hijos no van a contratar Netflix ni ninguna otra plataforma, porque no les interesa. Los jóvenes no miran televisión, pero sí pasan muchas horas consumiendo contenidos”.

Por eso Garelik anima a productores y plataformas a hacer experimentos con el formato corto, destinando parte de sus inversiones hacia allí.
“Es mucho más fácil equivocarse con un contenido que vale muy poco dinero que con contenidos carísimos. Por una serie de US$ 10 millones que es un error se podrían haber cometido 500 errores con series cortas y de repente encontrás cuatro o cinco que son un hit. Y hoy las plataformas pueden probar”, opina.
Pero no todos coinciden. Gave Lindo, exdirector de programación de contenido de TikTok en América del Norte, considera que es difícil que esta tendencia iniciada en China llegue finalmente al mundo occidental.
“No todas las tendencias son globales: algunas son regionales, o tardan mucho más en materializarse de lo que creemos”, dice Lindo, que asegura no haber visto hasta ahora dramas en formato corto que hayan funcionado fuera de Asia.

“No digo que nunca sucederá, solo que no veo cuál es el apetito. O no entiendo qué cambio cultural tendría que ocurrir para que las empresas adopten este formato que no ha tenido mucho valor en Occidente”, agrega.
No obstante, Lindo sí es optimista acerca del potencial de TikTok para actuar como un terreno de prueba para la programación de formato largo. Quizás el mejor ejemplo sea ‘Who TF Did I Marry?’, una serie de videos de TikTok creada por Tareasa Johnson (también conocida como Reesa Teesa) que tras hacerse viral a comienzos del 2024 fue adquirida por el estudio de Disney ABC Signature para adaptarla a un formato “tradicional”.
Ho, de Viddsee, reconoce también que el fracaso de Quibi puede suponer un escollo para que la industria occidental vuelva a apostar por las microseries. Pero advierte que se estarían perdiendo de una gran oportunidad.
“Es un espacio completamente abierto y con muchas oportunidades”, avisa.