A diferencia de lo que se suele recetar en TV abierta, Megamedia ha logrado ser el líder indiscutido de las audiencias en Chile apostando fuertemente a la ficción. Su CEO Javier Villanueva explica cómo ahora el grupo busca llevar su fórmula al resto del mundo.

Con tres franjas de ficción original local y cinco de contenidos scripted adquiridos, el canal Mega de Chile no es un caso típico en el contexto actual de la televisión abierta. Al menos no para un broadcaster que pretende ser líder de audiencias.
Sin embargo, la fórmula funciona: según sus datos oficiales de ratings, Mega terminó el 2023 como la cadena más vista de Chile y su liderazgo a nivel local ya acumula más de 10 años de manera casi ininterrumpida.
El logro es especialmente valioso teniendo en cuenta la feroz competencia que existe en la industria de la televisión en Chile, un mercado relativamente pequeño (20 millones de habitantes), pero reconocido a nivel internacional, y especialmente en América Latina, como uno de los más creativos.
No por nada grandes grupos internacionales como Discovery Communications, que tuvo entre 2016 y 2023 una participación en el propio Mega, o Paramount, que es dueña actualmente de su principal competidor, Chilevisión, se han fijado en Chile para invertir.

“Nuestra estrategia está clara. Hemos sido muy insistentes en que la ficción es uno de los ejes principales del canal. Sobre eso vamos agregando programación de noticias, política, actualidad y deportes”, explica Javier Villanueva, CEO de Megamedia.
Mega es el canal principal de Megamedia, conglomerado chileno de medios propiedad del Grupo Bethia, bajo el cual también operan el canal de TV abierta Mega2; los canales de TV paga MegaFicción y ETC; seis estaciones de radio; la distribuidora internacional de contenidos MGE (Mega Global Entertainment); el streamer Mega Go y un ecosistema digital y redes sociales que incluye su ingreso al mundo FAST con el canal Meganoticias Ahora.
Y aunque hoy goza de un liderazgo casi indiscutido a nivel local, su éxito es más bien reciente y se remonta a un cambio estratégico iniciado en 2013 con la reactivación de su área dramática y la compra, por aquel entonces arriesgada, del que fue el primer drama turco en emitirse en América Latina: ‘Las mil y una noches’, distribuido por Global Agency.
Hoy, de las cinco series internacionales que Mega tiene al aire cuatro son turcas, un contenido que funciona especialmente bien en América Latina y que no da aún señales de agotamiento. Villanueva, no obstante, no se cierra a programación de ningún país o procedencia.
“Yo siempre desafío al equipo de adquisiciones a que busquen buen contenido, sea de Turquía, Rumania o República Checa. Da lo mismo de dónde venga. Lo que buscamos son shows que conecten a la gente y generen emociones, tanto en ficción como en entretenimiento. ¿Por qué nos vamos a negar a una buena idea?”.
El foco de Mega, sin embargo, no está colocado hoy tanto en lo que pueda adquirir, sino en lo que pueda producir, fruto de un cambio de mentalidad para dejar de verse como un canal y comenzar a percibirse como “una fábrica de contenidos”.
“Nosotros nos definimos como una fábrica de contenidos que distribuye a través de plataformas propias o plataformas de terceros. Entonces, a la hora de evaluar nuestras necesidades de programación, lo primero que nos preguntamos es qué queremos producir y de ahí nace el cómo vamos nutriendo y alimentando las distintas plataformas, principalmente las nuestras”, explica el directivo.
“Creo que lo que no podemos hacer es seguir pensando en que somos un canal tradicional que necesita una serie para determinada franja. Ese camino no nos conduce a nada”.
La propuesta de Megamedia en cambio es pensar en su canal principal, Mega, como la primera ventana de sus producciones y maximizar el retorno de la inversión desde el ventaneo en plataformas de streaming de terceros, su propia plataforma o sus canales de TV paga.
Esta fábrica de contenidos está ligada además a la estrategia internacional del grupo, que cuenta con un brazo distribuidor para sus contenidos (MGE) y que inició el año pasado un plan para convertirse en un productor internacional.
La idea es no solo vender sus formatos scripted, sino también producirlos en otros mercados locales, como Perú, donde ya produjo junto al broadcaster local Latina la adaptación de su teleserie ‘Papá a la deriva’, titulada ‘Papá en apuros’.
“El modelo tradicional se basa en la venta de una lata o, por el contrario, de un formato. Lo que Megamedia mueve más allá de fronteras es la producción ejecutiva. Dado que las ideas son nuestras, queremos que sus adaptaciones sigan teniendo el sello Megamedia”.
Un éxito de audiencias en Chile en 2015, ‘Papá a la deriva’ narra la historia de un padre de cuatro hijos viudo que trabaja como capitán de fragata de la Marina y que conoce a una mujer que le cambia la vida.
Su adaptación peruana repitió el año pasado la misma fórmula, y también los resultados, al punto de que Latina y Megamedia repetirán la experiencia con una segunda producción basada en la teleserie chilena ‘Pituca sin lucas’.

El modelo es además doblemente provechoso para Megamedia, que conserva parte de la propiedad de los remakes. La peruana ‘Papá en apuros’ es de hecho la quinta serie de ficción internacional que Mega tiene hoy al aire, además de las cuatro turcas.
Y para seguir impulsando esta estrategia en mercados como Colombia, México o España, Megamedia ha cerrado luego de su participación en Content Americas acuerdos con productoras como el gigante mexicano BTF Media o la chilena Fabula, del ganador del Oscar Pablo Larraín.
La idea, detalla Villanueva, es contar con socios locales potentes con quienes unir fuerzas e ir en tándem a las plataformas internacionales o a las pantallas locales, aprovechando las más de 30 teleseries que el canal ha producido en los últimos 10 años.
“Tanto BTF como Fabula son dos tremendas productoras que se han ganado el prestigio de la industria tanto en América Latina como en Europa. Creemos que sus marcas, junto a Megamedia, suman más que 1+1. Nosotros tenemos buenas historias y sabemos cómo producirlas, pero necesitamos generar una red de productoras locales para tener juntos un producto mucho más robusto para ofrecer”.
Además de BTF y Fabula, el grupo chileno ya negocia con otras productoras, incluyendo algunas en España. Y sus acuerdos internacionales incluyen también a Netflix.
Con la plataforma de streaming Megamedia inauguró un nuevo modelo de asociación a través del cual su serie nocturna ‘Al sur del corazón’ es producida en alianza con Netflix, que la emitirá en toda América Latina, incluyendo Chile.
“Nosotros somos reconocidos por las teleseries en Chile y algunos otros mercados. Pero cuando colocas tu producto dentro de Netflix, llegas a toda la región. El acuerdo tiene también que ver con una mirada de industria. A las plataformas muchos las han visto como una amenaza, nosotros las vemos como una oportunidad. Es una unión de marketing y de contenido y es mucho más profunda que simplemente emitir un producto”, comenta sobre la alianza.
Además de la ficción, Megamedia trabaja también en la creación de entretenimiento. Hoy su canal principal no cuenta con ningún formato internacional al aire. Sí, en cambio, emite sus propios shows originales.
El docureality de parejas y convivencia ‘La cabaña’, en emisión hasta mediados de marzo, ha sido su última experiencia. Pero antes la cadena ha desarrollado, producido y emitido varios programas originales de entrenamiento y actualidad como ‘Elegidos’, que combina ficción, documental y actualidad; ‘Los 100 indecisos’, orientado a momentos de elecciones o plebiscitos con debate en vivo; o el reality de exparejas ‘¿Volverías con tu ex?’, que en 2016 fue una máquina de generar audiencias para el canal y que, según Villanueva, están evaluando para volver a producir “en el momento indicado”.

“Tenemos varios formatos en el cajón, como ‘¿Volverías con tu ex?’, y siempre evaluamos si es un buen momento para lanzarlos o no. Esas decisiones dependen del momento del canal, de la empresa y del país…”.
¿Y qué sucede con los formatos internacionales? Según explica Villanueva no existe ninguna directiva o decisión de no adaptar ideas extranjeras. Sin embargo, el desarrollo y producción de ideas originales es hoy la prioridad.
“Nunca hay que decir nunca, pero uno de los mandatos que tenemos aquí es crear nuestras propias IPs. Cuando creas tus propias IPs puedes maximizar el retorno de la inversión. Eso no quiere decir que si aparece un tremendo formato de afuera no lo evaluemos, no lo adaptemos, no lo compremos. No nos podemos estar aislando de lo que pasa en el resto mundo y eso hace que siempre tengamos conversaciones. Pero si arriba de la mesa hay dos alternativas igualmente buenas y una es propia, optamos por la propia”.
Todo, al final, se traduce en la convicción por parte del conglomerado de que los tiempos han cambiado y que la TV abierta debe adaptar en consecuencia su modelo, y su mentalidad.
“Estamos viviendo en un mundo donde nuestros competidores ya no son los canales de TV abierta de Chile. Competimos en la economía del uso del tiempo, con la atención de los dispositivos, con TikTok, con lo que sea. Y para enfrentar ese cambio hay que adaptarse internamente”.