Productores que han emprendido el camino de la coproducción y las preventas para financiar sus contenidos y saltarse el frustrante proceso del commissioning comparten buenas prácticas, claves y desafíos para un modelo llamado a crecer.
El pasado 21 de agosto, el pubcaster español RTVE estrenó en su pantalla el thriller policial ‘Cicatriz’, una producción liderada por la productora española Plano a Plano prevendida también a Amazon Prime Video y Telekom Srbija.
Su estreno marcó el final de un camino de más de tres años para el proyecto, nacido como una coproducción entre Plano a Plano y la productora del grupo mexicano Salinas Dopamine y que basó su modelo en conseguir múltiples preventas en lugar de una única luz verde.
Mientras que esto permitirá a sus productoras retener y monetizar el IP de la serie, también ayudó a ambas compañías a mantenerse activas en un momento en que la industria atraviesa un notorio enlentecimiento en los encargos de contenido.
Basada en un libro del superventas español Juan Gómez-Jurado, ‘Cicatriz’ contó también con RTL Hungría y Canal+ de Polonia como pantallas en la etapa de preventas y una alianza con el grupo paneuropeo Asacha Media Group para conseguir socios.
Ahora, ya terminada, RTVE es su distribuidora internacional.
Plano a Plano forma parte de un grupo de productoras españolas que están apostando de manera cada vez más decidida por la coproducción y las preventas internacionales para sacar adelante sus proyectos.
The Mediapro Studio, Onza, Mediacrest, Portocabo o Secuoya Studios, por nombrar algunas, también están impulsando estos modelos en España.
“Estamos en un momento muy único de nuestra industria, porque tenemos más flexibilidad que nunca. Los clientes se están abriendo a nuevos modelos de negocio, algo que habíamos estado pidiendo por muchos años”, resumió durante una intervención en Series Mania Marta Ezpeleta, directora de Distribución y Oficinas Internacionales de The Mediapro Studio y quien desde enero de 2025 será la CEO de la compañía.
“Habíamos estado pidiendo la pelota para jugar y ahora la tenemos en nuestros pies para ganar el campeonato”, agregó.
Con llegada natural a Europa y a América Latina, España es un territorio especialmente atractivo para este modelo. Y los generosos incentivos fiscales que ofrece el país son una herramienta ideal para que los productores lo lleven a cabo.
En el caso de ‘Cicatriz’, la serie se rodó en gran parte en el País Vasco (España), donde producciones de este tipo pueden llegar al 60% de devoluciones.
“Los incentivos son tremendamente importantes. Marcan la diferencia entre que tu proyecto se produzca o no se produzca”, explica Esther Agraso, directora del área internacional de Plano a Plano, quien identifica además un punto de inflexión para cualquier proyecto que opte por este modelo: la primera preventa.
“Conseguir la primera preventa es lo más importante. Cuando ya se posicionan uno o dos, la mirada hacia el proyecto empieza a ser distinta y cuanto más avanzada está la financiación, más socios se animan a participar”.
“Hasta que no tienes una pantalla, no tienes una serie, tienes un proyecto”, dijo de manera contundente también en Series Mania Lionel Uzan, cofundador y managing director de Federation Studios.
Para ‘Cicatriz’, ese primer acuerdo vino curiosamente por parte de la compañía serbia de telecomunicaciones Telekom Srbija, que, tal como Movistar en España (Movistar Plus+) o Telecom en Argentina (Flow), viene desde hace unos años apostando por la producción original de contenidos.
Su aporte le dio el impulso que el proyecto necesitaba en el mercado y, junto a los incentivos del País Vasco y la aportación del resto de los socios, dejó a Plano a Plano en posición de apenas tener que cubrir un pequeño gap para completar la financiación del proyecto.
Junto con esa primera preventa, otra dificultad para que este modelo prospere es encontrar historias adecuadas. ‘Cicatriz’, de hecho, necesitó adaptar su trama para que tuviera sentido para sus socios de Europa del Este.
Por eso, de acuerdo con Ezpeleta, para buscar socios en el mercado a veces menos es más. “Nosotros necesitamos una biblia y no mucho más, porque nuestro equipo creativo se va a involucrar”, explicó.
Muchos socios opinando, eso sí, puede provocar una distorsión en la visión creativa, advierte Andy Docherty, cofundador de Media Musketeers Studios, compañía que se asoció con The Mediapro Studio en la serie de España y Finlandia ‘The Paradise’.
Por eso, aconseja, el modelo de preventas puede ser a veces más útil que el de la coproducción, ya que permite a una productora o una distribuidora liderar el proyecto sin perder la visión artística ni la coherencia general.
Tal como Plano a Plano o The Mediapro Studio, en Latinoamérica también hay cada vez más compañías apostando por modelos de este tipo.
Dopamine, socia en ‘Cicatriz’, ha sido una de las pioneras en ese sentido, con proyectos en coproducción como la serie histórica ‘Hernán’ o la comedia ‘Supertitlán’. Pero ya no es la única.
Recientemente, la chilena Río Estudios anunció que en octubre iniciará el rodaje del thriller con elementos de ciencia ficción ‘La isla’, una coproducción con la casa de postproducción chilena Filmo Estudios y la distribuidora liderada por Esperanza Garay MGE y que cuenta también con el apoyo del fondo CNTV (Consejo Nacional de Televisión) y CORFO (Corporación de Fomento de la Producción).
Según Pablo Díaz del Río, CEO de la productora, el freno que está atravesando la industria fue el principal detonante para decidirse a sacar el proyecto de esta manera.
Ambientada en la Patagonia chilena y con los mitos sobre fenómenos inexplicables que rodean a la isla chilena Friendship como telón de fondo, el proyecto había ganado en 2022 el fondo público chileno CNTV, que aportó US$ 600.000 de los US$ 2,2 millones que costará la serie.
“Viendo que la industria está tan frenada, que las plataformas hacen pocos proyectos originales en Chile y que las ofertas de licencia que teníamos no eran lo suficientemente atractivas, optamos por un modelo de buscar coproductores estratégicos”.
“Nuestra apuesta es producirla toda y vender un producto ya terminado al valor que nosotros estimamos. Correr el riesgo, pero después venderlo a un mayor valor”, resumió Díaz.
“Al final, es un negocio de riesgo pero controlado, porque sabemos que tenemos un contenido que es de primer nivel. Nosotros le bajamos el riesgo a las plataformas y, como en cualquier industria, eso le debería agregar más valor a nuestro producto”.
El razonamiento es similar al de la productora y distribuidora israelí Keshet International (KI), que impulsa su iniciativa Greenlight: Factual & Format, que financia y lleva a producción contenidos sin depender de la luz verde de una pantalla.
“¿Por qué esperar a que se sume un commissioner cuando podemos financiarlo nosotros mismos o encontrar un socio que lo cofinancie desde el principio?”, explicó Anke Stoll, VP senior de Adquisiciones y Coproducciones de KI en Mipcom.
Danny Fenton, CEO de la productora británica Zig Zag Productions, agregó durante el mismo panel el valor que tiene hoy asociarse a los distribuidores. “Los distribuidores se están convirtiendo en los adivinos de la industria de contenidos. Tienen mucha información y saben lo que funciona en el mercado”, destacó.
El problema en América Latina es que pocos distribuidores internacionales se animan a ingresar a proyectos de este tipo, especialmente ofreciendo mínimos garantizados (MG). Y eso es una dificultad añadida para los productores de la región, que tienen menos herramientas que sus pares europeos para preventas y coproducción.
‘La isla’ sigue la historia de la desaparición de una joven arqueóloga mexicana en la Isla Friendship en los años 90 y la lucha de su padre, un periodista amenazado por el cártel de Guadalajara, por encontrarla.
Y que sea una productora chilena la que esté liderando esta iniciativa no es casual: de todos los países de América Latina, Chile es probablemente el más avanzado en cuanto a apoyo a su industria con iniciativas como los fondos CNTV y el cash rebate IFI Audiovisual.
En la región, países como Uruguay, Colombia y algunas regiones de México y Brasil como Jalisco, São Paulo o Río de Janeiro también están impulsando este tipo de herramientas.
Pero para Pablo Díaz aún no es suficiente y si América Latina no se pone al día con este tipo de ayudas, “vamos a tener que acostumbrarnos a ver contenido anglo, americano o de Europa”. “Sin estas subvenciones, la ecuación no va a dar”, asegura.
Mientras tanto, y dado que la Unión Europea no permite superar el 50% de devoluciones al combinar más de un rebate de países miembro de la unión, América Latina se debería posicionar como un territorio ideal para atraer a productores españoles en coproducción a través de estas iniciativas.
Sin embargo, a pesar de la historia y el idioma común entre ambas regiones, encontrar historias que funcionen en ambas orillas sigue siendo hoy por hoy la principal dificultad para proyectos de este tipo, coinciden muchos productores.
“Estamos al tanto de esos incentivos que hay con Latinoamérica y estamos buscando proyectos para hacer con la región, pero el reto es dar con la historia que de manera orgánica les funcione a las dos partes”, dice Agraso de Plano a Plano.
Río Estudios, mientras tanto, está utilizando ‘La isla’ como banco de pruebas mientras sigue moviendo en el mercado otros proyectos junto a MGE, como el dramedy ‘Duelo’, el thriller ‘Mangata’ y un proyecto con un socio de Cataluña (España).
“Esta va a ser una experiencia que nos va a servir tanto a MGE como a Río Estudios para ver las posibilidades del modelo de negocio. Queremos validar que funciona. Cuando uno tiene un contenido bien estructurado y con subvenciones, con premios detrás, me da la impresión de que lo único que tiene que hacer es filmarlo y posproducirlo con el valor de producción que esperan las plataformas. Y luego venderlo”, argumenta Pablo Díaz.
Para alegría de Díaz su experimento llega en un momento idóneo y más apropiado que el de hace pocos años, según destaca Esther Agraso.
“Desde que empezamos a mover el proyecto de ‘Cicatriz’ hasta ahora, muchas cosas han cambiado para bien. Si antes el modelo de adquisición de ventana era algo a lo que tanto canales en abierto como plataformas se resistían, ahora eso está cambiando. Los canales en abierto, especialmente RTVE, entran mucho más a modelos de coproducción que hace cinco años”, afirma.
“Y las plataformas lo mismo. Están aumentando el presupuesto que destinan a adquisiciones. Estamos viendo que el mercado se mueve en esa dirección, porque el modelo de ventanas les permite reducir riesgos. Y eso es muy bueno para los productores”.