‘La mesías’, la serie iberoamericana del año, ha consolidado a los españoles Javier Ambrossi y Javier Calvo en la cumbre del talento de habla hispana. Los 100 de Cveintiuno indaga en la visión del éxito, del riesgo y de la honestidad narrativa de esta dupla ya convertida en mito.

Los Javis son de esos talentos que te permiten ser categórica con libertad. ¿Son los creadores más innovadores del panorama iberoamericano actual? Sí. ¿Es ‘La mesías’ la serie en español del año? También. ¿Hay otros creadores innovadores y otras grandes series? Seguro, pero no hay metida de pata posible si la elección son ellos.
Recuerdo una publicidad de Ikea España donde una joven se avergonzaba porque conocía el origen de la historia de amor entre Javier Ambrossi y Javier Calvo, llamados popularmente Los Javis, pero no la de sus padres. Es que a lo largo de la última década, esta pareja sentimental y creativa se ha convertido en símbolo de muchas cosas.
Para llegar a ‘La mesías’, drama familiar que acaba de terminar sus seis semanas de emisión en la plataforma española Movistar Plus+ con la bendición unánime de la crítica (por ahora no hay cifras de consumo disponibles), Los Javis picaron piedra. “Hace muy poco estaba en un bar limpiando y poniendo copas, entonces siento que nos lo hemos currado, no tengo sensación de regalo”, dice Ambrossi sobre la popularidad que hoy envuelve todo lo que hacen, dicen y tocan.
Cuando en 2013 estrenaron en el Teatro Lara de Madrid la obra ‘La llamada’, era difícil anticipar lo que vendría: su éxito la llevó al cine y lanzaron su primera película; luego irrumpieron en el formato serie con ‘Paquita Salas’, una comedia delirante que nació en Atresmedia y luego continuó en Netflix; y como creadores dieron el golpe definitivo con ‘Veneno’, serie para Atresplayer basada en la vida de Cristina Ortiz, más conocida como La Veneno, una de las figuras LGTBI más icónicas de la historia de España.
En el medio, Los Javis alimentaron su imagen desenfadada y carismática con su participación en shows de TV como ‘Operación Triunfo’, ‘Mask Singer’ o ‘Drag Race España’.
Tras el boom de ‘Veneno’ en mercados como América Latina y Estados Unidos -donde ficharon por la agencia CAA-, en 2021 dieron vida a su propia productora, Suma Content. ¿La tesis? Contar historias con libertad y originalidad, propuestas honestas y voces auténticas. La lista de la compra de cualquier commissioner.
Entiendo que no hace falta explicar por qué están entre Los 100 de Cveintiuno.
Los elogios a ‘La mesías’ son abrumadores. ¿Cómo hacen para que el éxito no se les suba a la cabeza?
Javier Ambrossi (JA): En estos 10 años desde ‘La llamada’ hasta hoy, no hemos tenido ningún momento de parón, de reflexión… Entonces para mí no ha pasado nada. Para mí yo sigo siendo la misma persona que estaba en el teatro, nerviosa por si venía la gente. Estamos tan focalizados en el trabajo y en hacerlo lo mejor posible, que no dejamos mucho espacio a tonterías.
Y luego, creo que a los dos nos ha llegado ese éxito en momentos muy buenos. Primero, estando juntos, y luego, con una cierta madurez para valorarlo. Porque yo hace muy poco estaba ahí, en un bar limpiando y poniendo copas, entonces siento que nos lo hemos currado, no tengo sensación de regalo. Y noto que todo está relacionado al trabajo. La gente no nos busca por quiénes somos, sino por lo que hacemos. Y esto al final es un triunfo casi más de nuestras obras que nuestro.
¿Cómo entienden el éxito?
JA: Javi y yo compartimos una idea de lo que es el éxito, que es ser libre. Poder dedicarte a lo que te gusta y que lo que haces no tenga intermediarios. Para mí el éxito de una serie es que sea tal y como su creador se la ha imaginado. Y ‘La mesías’ es la primera vez que podemos realmente hacer algo tal y como nos lo habíamos imaginado, con el tiempo, con el dinero y con la producción que teníamos en mente.
En Suma Content hacemos justo eso. Intentamos que los autores se sientan representados en sus proyectos, intentamos darles la libertad y defenderles para que ‘Cardo’, por ejemplo, sea la obra que es.

Es difícil pensar que series como ‘Cardo’, ‘Veneno’ o ‘La Mesías’ hubieran tenido cabida unos años atrás. ¿Estamos en otro punto como industria?
JA: Yo pienso que siempre ha habido ganas de hacerlo, pero a lo mejor la tele lineal pedía otras cosas. Creo que las plataformas han permitido que las cosas sean más específicas, más arriesgadas, que los jefes y jefas puedan hacer más lo que les apetece.
Nosotros hemos tenido una suerte tremenda de trabajar con jefes con muchísimas ganas de hacer cosas, como Domingo [Corral, de Movistar Plus+], Montse [García, de Atresmedia], José Antonio [Antón, de Atresmedia], en su día con todo el equipo de Netflix en ‘Paquita Salas’, o a nivel más pequeño con productoras como Apache de Enrique Lavigne, o con el Teatro Lara.
Y también siempre hemos dejado claro desde el principio quiénes somos y cómo vamos a trabajar. Siempre planteamos que las obras han de ser libres, han de ser radicales, han de ser comprometidas… y si no te interesa no te preocupes, yo me voy a otro sitio. Pero si lo compras, pues ya sabes lo que hay.
Muchos productores se quejan de la falta de riesgo por parte de las cadenas y plataformas, pero ustedes parecen demostrar lo contrario. ¿Qué creen que pasa ahí?
JA: Una cosa es decir “no arriesgan” porque lo tuyo no gusta, e intentas ponérselo a los productores o a las cadenas, y otra cosa es que realmente no arriesguen porque haya una censura, una agenda o una promesa que luego no se cumple. Yo eso no me lo he encontrado.
Nosotros en la propuesta narrativa siempre incluimos una propuesta personal. Mil veces nos hemos bajado de proyectos que parecían que iban a un lado y luego no. Y ya está, no pasa nada. Lo importante es encontrar a tu pareja de baile. Es casi el 50% del trabajo de un productor.
Javier Calvo (JC): Es muy fácil decir que arriesguen cuando es un éxito. Cuando no se sabe si va a ser un éxito, no es tan fácil aceptar el riesgo. Lo que nos pasa a nosotros es que hemos tenido la suerte de que todo lo que hemos hecho ha sido un riesgo y de momento todo ha salido bien. Entonces, de momento, en nosotros confían.

¿Pero el riesgo es para ustedes una búsqueda consciente?
JC: No, son las cosas que nos gustan. A mí me gustan las cosas que son diferentes, que son originales, que me sorprenden. Que me lleven a lugares que no me imagino. Lo predecible me aburre. Entonces no es tanto riesgo, sino originalidad y crear algo novedoso, que mezcle muchas cosas, que cambie las cosas, que las mueva hacia delante… Nosotros hablamos desde el corazón, con emoción, y nos va la vida en todo lo que hacemos. Eso yo creo que se traslada.
¿Cómo definen Suma Content y qué aprendieron desde que la lanzaron?
JC: Suma es un ecosistema creativo, es una familia, es el lugar de desarrollo, de libre creación y de experimentación de gente joven, gente mayor, gente LGTB, mujeres… Es un lugar donde todos somos una familia y se están creando cosas de las que yo estoy muy orgulloso.
JA: Hemos aprendido muchísimo. Lo primero, lo importante del lado humano en las producciones. Tener en cuenta las necesidades de los equipos en el día a día. Existe un poco esa cultura de que hay que dejarse la vida, y creo que hay que encontrar maneras de trabajar que sean exigentes pero que respeten y que sean a favor de las personas también. Hay que intentar que trabajar en un proyecto sea una experiencia agradable, y no morirse cada vez que haces una serie.
Y luego, a nivel de contenidos, el aprendizaje que más me llevo es que las cosas de verdad funcionan cuando tienen un líder creativo muy claro y contundente. Cuando detrás hay alguien que cree en ellas. En el momento en que el proyecto es de todos y de nadie, ese proyecto va caminito al fracaso.
Creo que hay que potenciar eso: convertir a los líderes creativos en productores ejecutivos.

¿Es la falta de ese liderazgo lo que ha llevado a que en los últimos años hayamos visto tantas series olvidables?
JC: Hay una producción y consumo rápido que está haciendo que se pierda un poco el sentido de crear. Creo que este riesgo del que hablas también tiene que ver con no repetir patrones y fórmulas, y hacer cosas que perduren y que se queden dentro de la gente. Hacer la copia de la copia de la copia de lo que tuvo éxito una vez, es lo que está haciendo que no haya variedad ni cosas que ver interesantes ni que destaquen por su originalidad y su autoría. Y eso es lo que deberíamos defender: la autoría.
JA: Es importante que cada proyecto esté unido a una voz. A veces, los desarrollos de las plataformas son un poco ‘bueno, a ver si esto funciona’, y no responden a la voz de nadie. En nuestro caso, cuando hay proyectos o ideas nuestras, hasta que no aparece alguien creativamente líder que pueda hacerse cargo de todo el proyecto, no vamos hacia delante. Aunque tenga luz verde. Porque luego es un problema.
¿Cómo ven en general el contenido en español? ¿Está al nivel del del resto del mundo?
JA: Sí, claro que sí. Ahí lo tienes, mira el éxito que ha sido ‘Veneno’ o ‘La casa de papel’… Constantemente tenemos propuestas de Estados Unidos, de muchos países, para dirigir, para crear, para coproducir… Yo creo que hay muchísimo mercado y muchas ganas de conocer las historias de los demás. Y muchísimas ganas de hacer lo local universal. ‘Veneno’ fue un éxito real. Cuando vas a Nueva York y te paran para decirte que les encantó la serie, te quedas pensando cómo es posible que esta historia tan de nuestro de nuestro Madrid haya llegado tan lejos. Y sí, es posible.
¿Producir en Estados Unidos es el siguiente salto?
JA: A mí me gustaría hacerlo, y a Javi también, pero creo que tenemos que hacerlo con la pareja de baile perfecta. Es un paso que no hay que hacerlo a la ligera, porque puede convertirse en una pesadilla. Hay que ver bien cuándo, cómo, por qué, bajo qué términos… Cuando sea el momento lo notaremos. De momento no ha llegado.