La industria de la animación y los VFX en España facturó en 2023 un total de € 604 millones (US$ 660,8 millones) según datos presentados este martes en el Libro Blanco de la animación y VFX, elaborado por Diboos (Federación Española de Productores de Animación y Efectos Visuales).
La cifra representa una leve caída con respecto al récord histórico registrado en 2022, cuando se habían facturado € 611 millones, pero mejora considerablemente el dato de 2020, cuando se habían reportado € 576 millones.
Según el informe, hasta el 70% de esos ingresos provienen de las exportaciones.
A nivel de títulos, las producciones de animación españolas han mostrado una tendencia general ascendente desde 2020, pasando de tres largometrajes producidos ese año a los ocho registrados en 2023.
En 2023, se consiguió además un récord de 15 series, al tiempo que se produjeron 37 cortometrajes (cifra que cayó desde los 68 de 2022).
En lo que respecta a las ayudas del estado, el reporte indica que un 87,13% de las 300 compañías dedicadas al sector recibe algún tipo de subvención, mientras que el 55,84% se beneficia de contratos públicos.
Sin embargo, regresan a las arcas del Estado en concepto de impuestos directos e indirectos así como aportes a la Seguridad Social un total de € 260,3 millones, cifra equivalente a € 15 por cada euro de ayuda pública.
“El Libro Blanco subraya la importancia estratégica del sector como generador de ingresos y empleo en la economía española, así como su papel destacado en la industria global de contenidos creativos; pero debemos abordar con inteligencia retos como la inteligencia artificial para explotar todo nuestro potencial”, afirmó durante la presentación Nathalie Martínez, presidenta de Diboos.
Según el informe, en tanto, el 20,96% de los trabajadores del audiovisual en España (5.806 de un total de 21.899) se desempeña en el sector de la animación, que según los autores del informe es vulnerable a los retos de futuro al estar compuesto principalmente por microempresas (75,20% del total) y pequeñas empresas (19,20%).
A nivel territorial, el 56,22% de los trabajadores se encuentran en la Comunidad de Madrid, mientras que el 18,83% residen en Cataluña; por detrás quedan regiones como Canarias, País Vasco, Comunidad Valenciana, Galicia y Andalucía.
Entre las propuestas y retos que desarrolla el informe para el futuro, destaca la voluntad de crear alianzas que permitan actuar de puente entre el sector audiovisual tradicional y las nuevas formas de entretenimiento, como los videojuegos y las experiencias inmersivas.
Igualmente, se plantea la necesidad de afrontar el debate de la irrupción de la inteligencia artificial para integrarla en procesos creativos y productivos de una manera inteligente y ética.
El Libro Blanco apunta finalmente diversas recomendaciones para estimular la producción, como la creación de una línea específica de ayudas a la producción de series de animación para competir en igualdad de condiciones frente a los países del entorno; la compatibilización del sistema de ayudas y procedimientos para fomentar las coproducciones dentro de la Unión Europea; el incremento del 30% actual al 50% de deducción fiscal para aquellas obras producidas por productores independientes; la creación de una ventanilla única para las deducciones internacionales financiada mediante tasas; el impulso de la investigación de las empresas de animación y VFX, o afianzar una mayor seguridad jurídica sobre la devolución fiscal.