Hernán Caffiero lanza la productora DeCulto buscando calidad, trascendencia y gran público

Pina Mezzera 26-06-2025 ©cveintiuno

El creador chileno, ganador del Emmy Internacional, está impulsando proyectos entre Latinoamérica y España con una premisa clara: menos volumen, más excelencia, y un propósito narrativo que conecte con el gran público desde un “sentido de trascendencia”.

‘Raza brava’ se ambienta en hechos reales en torno a la barra brava de Colo-Colo

El guionista, director y productor chileno Hernán Caffiero está lanzando DeCulto, su propia productora basada en Chile pero con alcance a toda Latinoamérica, con particular foco en México, y a España.

Caffiero vuelve así a emprender con su propia productora, tras haber tenido su sello Tridi Films. En el medio, lideró la sede chilena de la mexicana BTF Media.

Para definir la filosofía detrás de DeCulto no hacen falta muchas palabras. Se reduce a calidad y excelencia por encima de cantidad de contenido, y a desarrollar historias que atraigan audiencias masivas pero enraizadas en realidades locales y sociales muy concretas.

Hernán Caffiero

“Somos un equipo de siete personas en Chile e, independientemente de las vetas profesionales de cada uno, como grupo entendemos que el mercado actualmente necesita más calidad que volumen. Desarrollamos los contenidos desde una lógica comercial, pero buscando historias universales que tengan que ver con identidades locales y que trasciendan”, explica Caffiero a Cveintiuno.

Ganador de un Emmy Internacional en 2018 por su serie de formato corto ‘Una historia necesaria’, docudrama que recrea historias de víctimas de la dictadura de Pinochet en Chile, Caffiero es reconocido por el compromiso social y político de sus producciones, en las que ha abordado temáticas de derechos humanos, memoria histórica y justicia, combinando rigor documental con recursos narrativos de la ficción.

“Yo nací en dictadura, y mi papá desde muy chico me decía: ‘Tienes que pensar el porqué de las cosas. Siempre, siempre, siempre. Nunca te comas todo lo que te dicen los medios, porque hay una versión diferente de lo que está pasando’”, recuerda.

Así, encuentra en la corriente de la historia social popular un buen reflejo de la línea editorial que guía los proyectos de DeCulto: historias que se construyen desde lugares sociales que no tienen reflejo en la historiografía tradicional.

“Esta corriente habla mucho sobre el tipo de series y películas que estamos desarrollando. Son historias que existen y que se pasan de boca en boca, y configuran una identidad cultural en cada país. Nos gusta ir a la búsqueda de la historia real pero no documentada, real pero no entendida”, explica.

Otra de las máximas que defiende la nueva productora está en el espíritu colaborativo. Es que, además de entender el cine y la televisión como oficios esencialmente colectivos, el contexto de industria en Iberoamérica acentúa la necesidad de pensar “sí o sí” en sumar esfuerzos con socios estratégicos.

Así, DeCulto está buscando potenciales socios que compartan su ADN en Latinoamérica y España, y ya cuenta con alianzas con compañías como la casa de posproducción chilena Atómica o Wild Sheep Content, productora liderada desde Los Ángeles por el ex Netflix, Erik Barmack.

Con esta última, Caffiero ha coproducido lo que será el primer proyecto de DeCulto: la serie de ficción ‘Raza brava’, cuya historia transcurre en la Garra Blanca, la barra brava del club de fútbol chileno Colo-Colo, durante los años 80. The Mediapro Studio, que cuenta con una participación en Wild Sheep, está involucrada como coproductora y gestionará las licencias y ventas internacionales.

“En Chile las barras bravas nacen cuando no existía posibilidad de reunión, y todo ese mundo marginal de jóvenes, que no se sentían representados por lo político ni por lo cultural, encontró en el estadio una voz para manifestarse”, cuenta Caffiero, creador y director de ‘Raza brava’.

“Lo que se muestra en televisión sobre la violencia en los estadios de fútbol es reflejo de lo que pasa en los barrios. Pero en los barrios las cámaras no entran. Entonces, sin romantizar ni idolatrar ni hacer una alegoría de la violencia, lo que ocurre ahí siempre es digno de estudio, cosa que se ha hecho poco porque se tiene a condenar. Se reprime más que se entiende”, agrega sobre el telón de fondo de la serie.

‘Una historia necesaria’ ganó el Emmy Internacional a mejor serie short-form

Entre los proyectos en desarrollo de DeCulto también aparece una serie de ficción mexicana de true crime, para la que la productora adquirió un libro aún inédito.

“El libro es una crónica de una historia real, que cuando se publique probablemente generará alto revuelo, porque fue un caso de mucha envergadura”, prevé Caffiero.

Pensada en ocho capítulos, la serie transcurre en México pero es ideal para coproducirse con España, según explica el productor, por ciertos elementos narrativos y la vinculación orgánica de varios personajes reales.

Y los atractivos incentivos fiscales a la producción que ofrece España son también el complemento perfecto para otro ambicioso proyecto de DeCulto, centrado en las bandas criminales chilenas que operan a nivel internacional y por el que Caffiero ganó un fondo al desarrollo en Chile.

“Es un largometraje de ficción, que está planificado para filmarse en un 35% en España”, sostiene el guionista, quien para escribir la historia dedicó dos años a una investigación “larga, compleja y desprejuiciada” que incluyó entrevistas a 20 experimentados ladrones chilenos de entre 18 y 80 años de edad.

“La temática del bandidaje internacional se ha exportado a todo el mundo, pero principalmente a España. Desde los años 40 se han construido clanes familiares para ejecutar robos de grandes sumas de dinero en diferentes partes del mundo. Tienen una metodología de trabajo muy profesional, por la que se camuflan y cambian constantemente de roles para observar y estudiar antes de ejecutar”, cuenta.

“Pero en los años 40 ellos fueron los primeros que le dieron luz eléctrica a las poblaciones más complicadas de Chile, por ejemplo. Entonces, el proyecto busca entender el porqué, el cómo, de dónde surgen estos ladrones chilenos. Y también por qué son tan sofisticados y astutos”.

Pese al trasfondo social que comparten los proyectos mencionados, Caffiero deja muy claro que su productora no se cierra a ningún género.

“También estamos desarrollando una comedia negra en México, por ejemplo. No todos son proyectos sociales o políticos. Lo que sí buscan todos es un nivel de excelencia”, resume.

Quizás hay otro rasgo distintivo que atraviesa todos los proyectos de DeCulto, y es lo que Caffiero llama “meter las patas en el barro”.

Y es precisamente esa voluntad de involucrarse a fondo lo que le permite mirar con optimismo el avance abrumador de posibles amenazas como la inteligencia artificial (IA) generativa.

“La IA nos va a permitir irnos a otros mundos y a otros mercados con menos riesgo. Desde Latinoamérica podremos probar con nuevas formas, con nuevos lenguajes y desde otras perspectivas. Será muy interesante ver su alcance. Porque, más allá de la herramienta, la democratización podrá llegar también al tipo de contenido que seremos capaces de crear”.

La clave, defiende, estará en ser capaces de darle a la IA “humanidad permanente”.

“La IA se nutre de lo que ya existe, y ese material tiene que estar escrito o planteado en algún lugar. Al menos en esta primera etapa de desarrollo, va a ser muy difícil que sus historias puedan empatar a historias que van a buscar identidades culturales a partir de la intervención humana”.

“En DeCulto creemos que las historias que no están contadas son las historias que nacen de la particularidad del mundo. Y esa particularidad no se consigue a través de un computador”, sostiene. “Se tiene que vivir, se tiene que salir, se tiene que conocer”.

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