La guionista y productora de Bambú, que estrena este viernes ‘Manual para señoritas’ en Netflix, percibe un regreso a la búsqueda de series multitemporada en España mientras lamenta la falta de espacios para proyectos con tintes más políticos.
El nombre de Gema R. Neira es sinónimo de algunas de las series más exitosas de los últimos tiempos en España, desde la recordada ‘Gran hotel’ a hits más recientes como ‘Las chicas del cable’, ‘Velvet’ o ‘Fariña’, todas como dupla creativa del cofundador de Bambú Producciones, Ramón Campos.
Y desde la salida de Teresa Fernández-Valdés, Neira ha comenzado a liderar también proyectos en solitario en la productora, tal como ‘Manual para señoritas’, la nueva comedia de época que estrena este mismo viernes Netflix y que es protagonizada por Nadia de Santiago y Álvaro Mel.
Neira es cocreadora de la serie junto a María José Rustarazo y, según cuenta, la idea con ‘Manual para señoritas’ era presentar una serie romántica y de época que fuera capaz de romper con los clichés del género, tanto a nivel narrativo como visual.
Centrada en la figura de una carabina, un rol muy habitual en la alta sociedad española del siglo XIX que se encargaba de acompañar a las jóvenes señoritas a encontrar un marido y que no hubiese roces “indecorosos” con sus pretendientes, la serie mezcla romance, amor y escenarios majestuosos, con recursos narrativos modernos.
Así, la protagonista habla a cámara, dialoga con el narrador (“como los guionistas haciéndose presentes”) y en cada capítulo introduce elementos narrativos diferentes, como por ejemplo animaciones para darle variedad a la narración.
“La época te permite generar distancia y hablar de cosas que nos afectan también hoy en día, pero de una manera un poco menos agresiva”, destaca Neira en diálogo con Cveintiuno.
Rodada en sets y localizaciones tanto de Madrid como de Barcelona, ‘Manual para señoritas’ cuenta con una primera temporada de ocho episodios. Y, según Neira, dado que la carabina protagonista se encarga del cuidado de las tres hijas de una familia, la serie tiene potencial de continuar “durante varias temporadas”.
De hecho, Netflix anunció el año pasado que ya estaba desarrollando una segunda temporada de la serie, para la cual construyó unos impresionantes decorados en su centro de producción de Tres Cantos, en Madrid.
El planteamiento de series de largo recorrido ha escaseado en los últimos años entre las ficciones españolas, con las plataformas apostando más por las miniseries.
“Pero este último año sí he sentido que hay un intento de vuelta a las series de continuidad y a los platós”, destaca la guionista, que ejerce en ‘Manual para señoritas’ por primera vez como showrunner de un proyecto nuevo (ya había ejercido el rol en algunas segundas temporadas, como en ‘Alta mar’).
“Empezar y terminar daba una sensación positiva”, valora, “pero siento que hay un poco una vuelta a querer que haya cosas de más temporadas otra vez”.
Su vuelta al set, por otro lado, asegura que ha sido “una cuestión de look” y no tanto económica, ya que “cuantas más temporadas hay, mejor amortizas el plató, pero si te vas a rodar a unos palacetes, pues también se pagan”.
Visualmente, explica, el principal referente para ‘Manual para señoritas’ ha sido la última adaptación de la película del 2020 ‘Emma’, protagonizada por Anya Taylor-Joy y basada en la novela de Jane Austen. No así el enfoque, que en la serie española es más “gamberro y romántico a la vez”.
La prensa local, sin embargo, ya ha bautizado a ‘Manual para señoritas’ como “’Los Bridgerton’ española”, una comparación que Neira no ve tan clara. “Escribimos más para alejarnos de nosotros mismos que para acercarnos a nadie”.
‘Manual para señoritas’ extiende la colaboración de Bambú con Netflix, que tras producir la primera serie original de la plataforma en España (‘Las chicas del cable’) ha creado títulos como ‘Alta mar’, ‘Jaguar’, ‘El caso Alcàsser’ y la reciente ‘El caso Asunta’ para el streamer.
Y si de algo puede presumir Bambú Producciones es de haber trabajado para casi todas las plataformas en España. Además de Netflix, ha producido para las internacionales Prime Video y Apple TV+ y para las locales Movistar Plus+ y Atresplayer, lo que brinda a la compañía una perspectiva interesante sobre el streaming en España.
“Desde que empezamos a trabajar con Netflix, ellos han cambiado radicalmente. Ahora mismo, las plataformas con las que trabajamos, excepto Apple que tiene un equipo latino, están asentadas en España. Entonces estás hablando de tú a tú con un equipo que conoce perfectamente tu mercado”, valora Neira.
Cuando empezaron a hacer aquella ficción con Netflix, todo el equipo, a excepción del hoy VP de contenidos Diego Ávalos, era estadounidense.
“Sus maneras de trabajar y las nuestras no eran exactamente las mismas. Hubo un proceso de adaptación. Fue muy sorprendente en muchas cosas, por ejemplo, en lo rápido que se mueven. Pero no es igual en todas las plataformas”.
Neira considera que ha sido muy positivo que ahora haya equipos en España e implementen estrategias locales, aunque luego se espere que las ficciones tengan éxito en todo el mundo.
“Nosotros seguimos creando las series pensando en el público español, no en los 190 países de Netflix. La estrategia es: vamos a conquistar nuestro mercado y si conquistamos nuestro mercado es posible que conquistemos el resto y, por supuesto, el mercado latino que va tan unido”.
“Cada plataforma es distinta, también por el lugar que representa dentro de su empresa”, añade. “No es lo mismo trabajar con Netflix, que son productores, que trabajar con Apple, que al final es una parte de su negocio. El nivel de producción no es el mismo, los presupuestos son muy diferentes… Lo bueno que tiene es que a cada una le puedes ofrecer proyectos diferentes. Eso es una ventaja”.
Aun así, hay un tema que no consiguen vender. “En los últimos años, en España es muy difícil hablar de política y nosotros estamos deseando hacerlo”, lamenta Gema R. Neira. Por ejemplo, ella y Ramón Campos habían ideado una serie sobre el partido político de izquierda Podemos, pero ninguna plataforma le ha querido dar luz verde.
“No es el único proyecto de política que tenemos”, aclara. “Es algo que nos parece muy importante. Creemos que hay que hacer reflexionar a la sociedad sobre el país en el que vivimos y hacia dónde van las cosas, o hablar de determinados momentos que han sucedido en los últimos años con un poquito de distancia y analizarlos”.
