
Disney y Universal presentaron una demanda contra la firma de inteligencia artificial (IA) Midjourney, alegando infracción de derechos de autor y calificando a la compañía como una “parásita del copyright y un pozo sin fondo de plagio”.
En la demanda, presentada el miércoles en el tribunal del distrito de Estados Unidos en Los Ángeles, los estudios afirman que el servicio generador de imágenes de Midjourney permite a los usuarios recrear y “apropiarse indebidamente” con facilidad de personajes propiedad de los estudios.
Entre ellos se incluyen Shrek, los Minions, Buzz Lightyear de ‘Toy Story’, Elsa de ‘Frozen’, Yoda de ‘Star Wars’ y Po de ‘Kung Fu Panda’.
Disney y Universal sostienen que Midjourney puede recrear estos personajes porque sus herramientas de IA han sido entrenadas rastreando la web. Funciona como “una máquina expendedora virtual que genera infinitas copias no autorizadas de obras con copyright de Disney y Universal”, afirman los estudios.
Señalan además que el CEO de Midjourney, David Holz, habría “admitido” que la compañía ha recurrido a material protegido en internet para entrenar su IA. También aseguran que Midjourney tiene la “capacidad de controlar” la creación de imágenes y videos que infringen el copyright, pero ha “elegido deliberadamente no hacerlo”.
Calificando la supuesta infracción como “calculada y deliberada”, Disney y Universal revelan que han pedido a Midjourney que deje de infringir sus derechos de autor y al menos utilice “medidas tecnológicas” para impedir la creación de material que los viole.
Pero, según los estudios, dichas solicitudes no fueron atendidas. “Midjourney, que ha atraído a millones de suscriptores y generó US$ 300 millones solo el año pasado, está centrada en su propio beneficio e ignoró las demandas de los demandantes”, dice la demanda.
Entre las imágenes disponibles en el sitio web de Midjourney se encuentra una del personaje Woody de ‘Toy Story’ sosteniendo una lapicera gigante (foto). El prompt utilizado para generarla fue: “Woody de Toy Story de pie sobre un fondo gris sosteniendo con ambas manos una lapicera sobredimensionada, tan grande como Woody de Toy Story”.
Midjourney tiene una valoración de unos US$ 3.000 millones y en abril recaudó más de US$ 300 millones en una nueva ronda de financiación.
La demanda es significativa porque marca la primera vez que alguno de los grandes estudios estadounidenses toma acciones legales contra una compañía de IA.
Inicialmente se asumía que los estudios emprenderían acciones legales contra todas ellas, partiendo de la base de que los modelos de lenguaje y los programas de video como ChatGPT o Sora, de OpenAI, han sido entrenados con material protegido por derechos de autor. Sin embargo, hasta ahora, los estudios se habían mantenido en silencio respecto a cómo están abordando este asunto.
No está claro si esta será la primera de muchas demandas contra compañías de IA, o si Disney y Universal consideran que Midjourney es la más infractora y por eso la han señalado directamente.
“Al apropiarse de las obras con copyright de los demandantes y luego distribuir imágenes (y muy pronto videos) que incorporan y copian descaradamente a los personajes famosos de Disney y Universal –sin haber invertido un centavo en su creación–, Midjourney es el ejemplo por excelencia de un parásito del copyright y un pozo sin fondo de plagio”, sostiene la demanda.
“La piratería es piratería, y que una imagen o video infractor sea generado con IA o con otra tecnología no lo hace menos ilegal. La conducta de Midjourney se apropia indebidamente de la propiedad intelectual de Disney y Universal y amenaza con desestabilizar los incentivos fundamentales de la ley de copyright de Estados Unidos”, continúa.
Los estudios y plataformas de streaming estadounidenses se han mantenido relativamente discretos sobre cómo están integrando la IA en sus modelos de creación y producción de contenido. Sin embargo, de una u otra forma, todos están experimentando internamente con formas en que la IA pueda ayudarlos, especialmente en un contexto de grandes desafíos para los modelos de negocio tradicionales del cine y la televisión.
Lionsgate es el único estudio que ha cerrado un acuerdo formal, cuando el año pasado se asoció con Runway. Pero ese acuerdo no permite a Runway entrenar sus modelos de video con series o películas de Lionsgate, sino que da a la compañía de IA acceso a títulos seleccionados del catálogo de Lionsgate para crear y entrenar un modelo diseñado exclusivamente para uso de Lionsgate.
En un comunicado difundido junto con la demanda, Horacio Gutiérrez, VP ejecutivo senior y director legal y de cumplimiento normativo de Disney, dijo que la compañía sigue siendo optimista respecto a las oportunidades más amplias que ofrece la IA generativa.
“Confiamos en el potencial de la inteligencia artificial y somos optimistas sobre cómo puede utilizarse de forma responsable como una herramienta para potenciar la creatividad humana. Pero la piratería es piratería, y el hecho de que la cometa una empresa de inteligencia artificial no la hace menos infractora”, afirmó.



















