El VP de Producción de The Walt Disney Company Latin America destaca las ventajas de trabajar en una industria aún joven como la de América Latina con ideas frescas y campo para crecer.

Conocido por sus colegas como “el rey del vaso lleno” por su optimismo y autoconfeso adicto a la televisión (“veo más televisión de lo que tú te puedes imaginar”, reconoce), Leonardo Aranguibel quiso ser cineasta y periodista, pero el destino -y la Venezuela de la época- lo llevaron a la televisión.
“Yo me gradué de periodista y siendo muy joven, antes de cumplir la mayoría de edad, aprendí a trabajar en el cine como claquetero. Luego me fui a estudiar cine a Inglaterra y cuando volví a Venezuela había muy poca producción de cine, por lo que terminé trabajando en televisión”, recuerda el hoy VP de Producción y Head de Operaciones de Producción y Estrategia de The Walt Disney Company Latin America.
Su carrera se remonta así a la llegada de HBO en América Latina, toda una revolución durante los albores de la TV paga en la región y una compañía pionera en cuanto a la producción original de series locales.
De HBO Latin America Aranguibel saltó a Disney, donde ha venido liderando la producción local casi desde entonces. “En realidad mi primer oficio fue siempre el de director y luego yo hice la transición hacia el mundo de la producción y hacia ejecutivo de televisión, que es lo que he estado haciendo los tres últimos lustros”, señala el ejecutivo, que tuvo justamente un pasaje como director de telenovelas para Telemundo en Miami.
¿Cómo ves el momento actual de la industria de la televisión de habla hispana?
La industria en general, no solamente en América Latina, se está recomponiendo, se está reestructurando. Y creo que lo que lo que está operando es lo que yo llamo la conclusión de la verdadera globalización, que terminó siendo la localización. Antes los mexicanos veían sus cosas, los brasileños las suyas y los colombianos otras. Estaba todo muy limitado y se consideraba que los lenguajes locales, las maneras de hablar locales, no viajaban internacionalmente. Hoy, al contrario, el contenido local es el más importante. La globalización terminó siendo la relocalización de nuestros contenidos.

¿Crees que como industria hemos alcanzado ya un pico en cuanto a volúmenes de producción?
Yo creo que hay una fluctuación natural que tiene que ver con variables que están fuera del alcance de la industria misma y que tienen que ver con cosas como la pandemia, las economías o las transformaciones políticas de los distintos países. Pero no creo que hayamos alcanzado el pico, sino que vamos a estar fluctuando en la oferta de contenido en el mercado de manera permanente.
América Latina es una región que crece, y es de las que más crece en el mundo. Y, por las vicisitudes que hemos vivido en las últimas décadas, hay momentos de expansión y momentos de contracción.
Muchas plataformas están apostando por menos contenidos, pero con propiedades más ambiciosas o más reconocibles. ¿Disney va por esa línea?
Nosotros siempre vamos a estar buscando el mejor contenido que podamos conseguir, la mejor idea, la relación con los creadores más interesantes y más innovadores, tanto adelante como detrás de cámara. Por eso siempre hemos privilegiado la relación con los mejores talentos disponibles. Y las tendencias se deben a una dinámica natural de los mercados. De repente todos quieren ver true crimes, o documentales o historias sobre grandes emprendimientos. Por eso yo siempre cito esa maravillosa frase de ‘Jurassic Park’: “La vida siempre encuentra su camino”. Yo creo que el contenido, el bueno, siempre encuentra su camino.
¿Crees que la industria de América Latina está en un estado de madurez para escribir, producir y competir con el mercado internacional?
Yo diría que no es comparable al timeline de la vida de una persona, porque inmaduro no quiere decir una cosa negativa en una industria joven. Una industria joven tiene muchísimo más potencial de crecimiento. Es una industria que se va a reinventando, que va tratando de encontrar su personalidad. Y eso siempre va a ser una gran ventaja.
Nosotros todavía estamos con unas ideas muy frescas, reinventándonos, viendo cómo queremos decir las cosas. Eso es muy bueno y nos pone al nivel de quien sea. Tenemos el mundo por delante y eso no es inmadurez. El mundo por delante es innovación, es campo para crecer, es campo para ser más grande.

Disney Latin America pasó de vender para producir a retener todo en su plataforma Disney+. ¿Están volviendo ahora al camino de la distribución y la producción para terceros?
Nosotros ofrecíamos historias que fueran atractivas y, una vez conseguíamos las ventas, nos poníamos manos a la obra para producir. Al revés de todo el mundo. Luego eso cambió por el momento del IP exclusivo y de centrarnos únicamente en nosotros, algo que nos hizo más eficientes en el manejo de los contenidos. Nos hizo ver más de cerca todas las producciones que teníamos, porque eran nuestras. Y esta vuelta al mercado, que nos permite nuevamente distribuir nuestras producciones originales y abrirnos a otros modelos de compartir territorios y ventanas, me parece súper positiva.
Disney tiene 100 años siendo uno de los grandes estudios, y un estudio es una compañía que produce y distribuye. Nosotros tenemos nuestro outlet, nuestras plataformas, y ese es nuestro principal pensamiento. Pero como estudio, si a lo mejor a nuestra plataforma no le interesa algo de lo que hacemos, podemos venderlo a otro o compartirlo con clientes de otros territorios. Eso nos abre un campo de posibilidades muy grande.
¿Qué tipo de contenidos estás buscando o te gustaría recibir?
Lo que yo busco, lo que a mí me gusta, y lo que ayudo a empujar con nuestro equipo, son los buenos contenidos, los que te conmueven de entrada. Así sea comedia, drama o true crime. Las cosas tienen que conmoverte, tienen que hacerte decir que ahí hay algo. Y tal vez haya que decirlo: hay que confiar en la intuición, en la experiencia de lo vivido, y para eso, así como para escoger un buen vino hay que probar muchos tipos de vino, para esto hay que ver mucha televisión. Así es la televisión. Empiezas a tener un olfato para reconocer cosas porque has visto tantas buenas, malas, medianas. Hay que ver todo lo que puedas, todo lo que te interesa y lo que no te interesa también. Para caminar en nuestro mundo hay que saber de toda la televisión. Y la televisión es maravillosa.
Desde tu perspectiva, ¿cuáles son los principales desafíos y oportunidades que afronta la industria de contenidos en español?
Yo siempre creo que nosotros tenemos un potencial de crecimiento muy grande en la región y que a las nuevas generaciones les interesa el producto audiovisual. Más que antes incluso. Y me parece que conectarnos con esas nuevas tendencias, con esas generaciones que aspiran a un tipo de contenido distinto, nos abre todo un campo de posibilidades.
Yo creo que ese es el reto: hacer la transición permanente. No hacer una transición, sino hacer de la transición un modo de vida. Porque esto implica cambiar constantemente, adecuarte a los tiempos, avanzar. Ese es el futuro y ese el reto más importante.
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