El creador de ‘La casa de papel’ y el VP de contenido español de Netflix explican por qué su nueva colaboración, ‘El refugio atómico’, marca un antes y un después para la producción en España y refleja la ambición del contenido local.

“Me gustaría creer que estamos en nuestra nueva vida corriente”. Con esta frase, Álex Pina, cocreador del hit español de Netflix ‘La casa de papel’, se refiere a ‘El refugio atómico’, su nueva serie para la plataforma y la apuesta más ambiciosa jamás hecha en España.
Desde su posición como uno de los principales responsables de que el contenido made in Spain interese hoy a espectadores del mundo entero, Pina rechaza la idea de que el país haya llegado a su pico creativo.
“Me gustaría creer que se han dado una serie de factores para ponernos en este momento. Que hemos llegado aquí porque España tiene historias que contar, tiene un gran talento creativo, una gran literatura y una gran ficción”, dice ante periodistas en las instalaciones de su productora Vancouver Media en las afueras de Madrid, hoy convertidas en el impresionante set de ‘El refugio atómico’.
“Y creo que este momento va a ser continuista. No es el punto más alto de la burbuja. Porque hay talento para contar historias de forma diferente. Todavía estamos en un proceso de querernos creer las historias que podemos contar, que estamos contando y que somos capaces de contar”, asegura.
Al mencionarle las cifras que colocan a España solo por detrás del Reino Unido en el liderazgo de inversión en el sector de streaming, Pina incide en que en su país aún hay mucho espacio para la expansión. “Creo que es el Reino Unido quien tiene que temblar”, bromea.

A su lado está Diego Ávalos, VP de contenido de Netflix para España, Portugal y Turquía, responsable de dar luz verde a sus producciones.
Ambos coinciden en que el gran poder de ‘La casa de papel’, cuyas cinco temporadas la convirtieron en la serie en español más vista de la historia de Netflix y entre las diez más vistas sin importar el idioma, es “el exotismo de lo local”.
Y la vocación global de ‘El refugio atómico’ es evidente. La ficción sigue a un grupo de multimillonarios encerrados en un búnker de lujo para sobrevivir a una catástrofe global, y tal vez sea el proyecto de Pina y su dupla creativa Esther Martínez Lobato más cercano en espíritu a ‘La casa de papel’, desde la trama de personajes encerrados hasta el expresionismo de su identidad visual.
Pero en la nueva serie, el aporte técnico de la virtual production (con 160 escenas rodadas con esta tecnología) multiplica la ambición. En palabras de Ávalos, “permite soñar creativamente de una forma que antes nunca habías podido soñar”.

“Lo que más me entusiasma de estas herramientas que hay es que podamos pensar más en grande desde España y crear más historias locales que sigan compitiendo a nivel global por ese atractivo y por esas soluciones que antes eran imposibles de hacer”, añade.
Si bien Netflix ya había utilizado los in-camera VFX en títulos como ‘Berlín’ o ‘La sociedad de la nieve’, ‘El refugio atómico’ supone un punto de inflexión en la historia del streamer en el país.
“Esta serie no solo es un caso, sino el mapa que ya hemos creado y diseñado. Es un ejemplo muy claro, ya en acción, de cómo operamos y cómo vamos a seguir operando”, afirma Ávalos.
‘El refugio atómico’ supone la cuarta producción de Vancouver para Netflix tras cerrar un overall deal en 2018, fruto del éxito de ‘La casa de papel’. Desde entonces, Pina y Martínez Lobato han creado también el thriller frenético ‘Sky Rojo’ y ‘Berlín’, spin-off de ‘La casa de papel’ centrado en uno de sus personajes más icónicos.
Sin embargo, ambas partes dejan claro que su relación va por otro camino.
“El acuerdo entre nosotros, y lo digo con cuidado, es casi irrelevante”, señala Ávalos. “Lo que tenemos es una relación basada en respeto y la admiración. Y también en un desafío diario: cómo creamos más historias que conecten con el público”.
Pina coincide y define la relación como una simbiosis de trabajo que ha derivado en complicidad. “Todo funciona de una forma muy espontánea, muy rápida y muy de andar por casa. Es la complicidad de gente que lleva un montón de años trabajando junta”.
Así, aunque aseguran que firmaron el deal “en el momento que se tenía que firmar” y lo guardaron en un cajón, han ido perfeccionando el sistema de trabajo para garantizar que cada producción tenga el tiempo y los recursos que necesita.
“Siempre tenemos ideas en desarrollo, pero hemos aprendido que lo mejor para nosotros es ejecutar una historia a la vez”, explica Ávalos.
Con ‘El refugio atómico’ llegando este viernes 19, el calendario ya apunta al inicio de la preproducción del próximo proyecto. Pero, al menos por ahora, su historia se mantiene sellada como los muros del búnker que acaban de levantar.



















