La idea de que producir de manera ambientalmente sostenible es caro y solo pueden permitírselo las grandes producciones es un mito que hay que erradicar, según la eco-consultora española especializada en el mercado audiovisual, Mrs. Greenfilm.
Por el contrario, se trata de una inversión que puede generar beneficios económicos directos a las producciones, sostuvo Ana Méndez, una de las cofundadoras Mrs. Greenfilm.
“Las productoras que hace dos o tres años han incorporado medidas de sostenibilidad, que son transversales y se pueden abordar en cualquier tipo de producción, ya están experimentando ahorros reales, mejoras en sus procesos y altísimos beneficios para la reputación de sus marcas”, afirmó Méndez en conversación con Cveintiuno.
Junto a la certificadora TÜV SÜD y el Clúster Audiovisual de Madrid, este miércoles Mrs. Greenfilm convocó a la jornada Un Planeta de Cine, dedicada a la sostenibilidad en las producciones audiovisuales, de la cual participaron plataformas como Movistar Plus+, productoras como Banijay Iberia y entidades financieras como Crea SGR.
“La industria avanza rápidamente, pero aún hay necesidad de formación y sensibilización de los equipos. Necesitamos trabajar con la cadena de valor, hacer que nuestra gran cadena de suministro, fundamentalmente conformada por pequeñas empresas, encuentren la forma de transicionar a una economía verde y a las exigencias de cadenas, plataformas e incluso productoras”, agregó la ejecutiva, que es bióloga y consultora en restauración ecológica, servicios ecosistémicos y capital natural.
En promedio, Mrs. Greenfield asesora a entre 40 y 50 producciones por año en España, desde originales para plataformas hasta contenidos que cuentan con subvenciones públicas, abarcando películas, series, documentales o programas de entretenimiento.
Según Méndez, la adopción de “medidas verdes” en los rodajes y procesos de industria son de fácil acceso, pero deben incorporarse de manera sistémica desde el diseño de un plan que incluya acciones como, por ejemplo, medir la huella de carbono generada por la actividad y también la evitada, entre otros indicadores.
“Trabajamos con indicadores avalados por fuentes propias de verificación, los cuales implementamos desde la preproducción y llevamos a cabo en el rodaje. Cuando acaba el proceso, ofrecemos indicadores con trazabilidad que se pueden usar para medir el impacto residual de la producción, como emisiones generadas y emisiones evitadas”, comentó.
En la jornada se discutió cómo la sostenibilidad todavía puede entenderse como un gasto en la producción y sin embargo puede suponer una oportunidad para mejorar la operatividad y conseguir una rentabilidad y un ahorro final, a través de medidas compartidas con toda la cadena.
Aunque asumiendo la dificultad de incorporar la sostenibilidad según los presupuestos de producción, los presentes coincidieron en la necesidad de incorporar este tipo de medidas de manera progresiva.
