El jefe de Google, Sundar Pichai, advirtió que ninguna compañía sería inmune si la burbuja bursátil de la inteligencia artificial (IA) llegara a estallar, en un contexto donde las preocupaciones sobre un posible derrumbe crecen en Silicon Valley.
Pichai, CEO de Alphabet, matriz de Google y YouTube, dijo a BBC News que, si bien el crecimiento de la inversión en IA ha sido “un momento extraordinario”, también existe cierta “irracionalidad” en el auge actual.
El valor de las tecnológicas que han invertido fuertemente en IA, como Microsoft, Apple y la propia Alphabet, se disparó en los últimos meses para luego caer drásticamente en los últimos días ante temores de sobrevaloración.
Muchas de estas compañías, entre ellas Amazon, Meta, NVIDIA y Tesla, son ahora tan grandes que, si cualquiera de ellas se desplomara, habría repercusiones significativas en la economía global.
Pichai comparó la situación con la burbuja puntocom de los primeros años de internet, cuando las acciones de startups se inflaron a finales de los 90 y luego colapsaron a inicios de los 2000.
“Creo que ninguna empresa va a ser inmune, incluida la nuestra”, afirmó Pichai. “Podemos mirar atrás hacia internet. Hubo claramente un exceso de inversión, pero ninguno de nosotros cuestionaría si internet fue algo profundo”.
“Espero que con la IA ocurra lo mismo. Creo que es algo racional y que, al mismo tiempo, hay elementos de irracionalidad en un momento como este”, añadió.
El mes pasado, Jamie Dimon, jefe del banco estadounidense JP Morgan, dijo a la BBC que la inversión en IA dará frutos, aunque parte del dinero volcado en la industria “probablemente se pierda”.
Durante la entrevista, Pichai también alertó sobre las necesidades “enormes” de energía de la IA, que el año pasado representó 1,5% del consumo eléctrico mundial, según la Agencia Internacional de Energía.
Todo esto ocurre mientras el uso de la IA en la industria del entretenimiento se vuelve cada vez más común -aunque no menos polémico-, en un contexto en el que las compañías de medios buscan reducir costos y el sector creativo intenta protegerse a la vez que abraza el cambio tecnológico.
