Mientras que España sigue aislada del recorte mundial en los volúmenes de encargo de contenidos de los streamers, América Latina parece haber encontrado una estabilidad en cuanto a la cifra de originales al año (aunque eso no necesariamente sea algo bueno), revelan nuevos datos de Ampere.

Dice un refrán popular que “los números no mienten, mienten los que hacen los números”. Y aunque es verdad que las cifras pueden manipularse para provocar múltiples interpretaciones, también lo es que los datos son clave para entender dónde estamos y hacia dónde vamos.
La industria de la televisión viene de atravesar dos años duros en los que ya no hace falta ahondar: despidos, recortes, huelgas y una sensación de pesimismo generalizada. Todos los datos sobre commissioning revelados durante este período han confirmado esta caída.
Pero también es cierto que existe en el ambiente una sensación de que lo peor de la crisis tiene que haber pasado, con plataformas que al fin se declaran rentables, la esperanza en el impulso que pueden suponer series en camino como ‘La casa de los espíritus’ (Prime Video) o ‘El eternauta’ y una cierta estabilización en cuanto a los volúmenes de inversión.
Pero ¿los datos dicen lo mismo? Cveintiuno pudo acceder en exclusiva a las últimas cifras del estudio de Ampere Analysis que monitorea los encargos de originales por parte de los streamers tanto en América Latina como en España. Y los resultados, como no podía ser de otra manera, son mixtos.
En lo que respecta a Latinoamérica, el dato duro dice que durante 2024 (las cifras de Ampere están actualizadas hasta finales de noviembre) se comisionaron 190 nuevas producciones originales en toda la región y entre todas las plataformas.
Mirando el vaso medio vacío, son 14 menos títulos que el año anterior y más de 100 menos que el pico de 2022 (296 contenidos).
Pero una lectura más favorable permite concluir que los streamers parecen haber encontrado cierta estabilidad en cuanto a la cantidad de originales que necesitan. Aunque sea una cifra alejada de las mejores épocas, al menos ofrece más garantías al resto de la industria a la hora de planificar sus estrategias.

“La industria estaba desequilibrada. Hubo muchísima sobreinversión en un momento, y eso devino en un parate total en otro. Y ninguna de las dos cosas es saludable. Yo entiendo que la sobreinversión se siente muy bien, porque de golpe te están adquiriendo desarrollos y proyectos, pero eso trae como consecuencia un freno que a muchas compañías las lastima mucho”, dice en ese sentido Ezequiel Olzanski, CEO de la productora y distribuidora EO Media.
Catalina Porto, directora de contenidos de The Mediapro Studio en Colombia y México, agrega además que hoy cada plataforma tiene más claro su perfil de contenidos. “Tienen perfectamente claro cuál es su briefing, qué es lo que les gusta y qué es lo que les hace falta”, destaca como aspecto positivo.
En cuanto a las plataformas, los datos de Ampere para América Latina revelan un nuevo impulso por parte de Netflix, que recuperó su lugar como el streamer más activo tras haber sido desbancado durante un pasaje del 2023 por Prime Video.
Luego de haber encargado 44 originales en 2023, la plataforma liderada a nivel creativo en la región por Paco Ramos resurgió en 2024 con el anuncio de 59 shows originales. Prime Video, en cambio, pasó de 43 encargos en 2023 a 28 el año pasado.
Crecieron también en Warner Bros. Discovery (WBD) los encargos de contenido, impulsados por el lanzamiento de Max, y se registra cierta continuidad en Disney+ y Globoplay.
Los datos también certifican la muerte de Paramount+ como una pantalla para originales y confirman una caída en ViX, visible incluso antes del terremoto que sacudió a la plataforma en diciembre y que dejó sin trabajo a todo su equipo de commissioning.

“Creo que será un año súper retador, porque cada vez es más reducido todo. Ya nadie está apostando por el volumen. Y se siguen sintiendo los efectos de la desaceleración a raíz de lo de Paramount, la fusión de Warner Bros. Discovery y ahora el parón de ViX”, advierte en ese sentido Porto.
En España, en cambio, la situación es más clara. Y definitivamente más positiva.
“Desde que estoy en esta industria, siempre ha habido malas etapas y buenas etapas. Y siempre hay algo que te saca del atolladero. Hoy España está viviendo un gran momento tanto en ficción como en entretenimiento”, señala Pilar Blasco, CEO de Banijay Iberia, que ya produce una segunda temporada de su formato musical ‘Operación Triunfo’ para Prime Video en España y que tiene como objetivo aumentar la presencia del contenido unscripted en plataformas.
Las cifras respaldan la visión de Blasco: el dato frío habla de 112 contenidos encargados en 2024, una cifra que no solo supera la del año anterior, si no que se coloca como la mejor de los últimos cuatro años.
Gracias a una combinación de estar en Europa, hablar el mismo idioma que América Latina y seguir aprovechando el impulso que supusieron hits globales como ‘La casa de papel’, ‘Élite’ o ‘Entrevías’, España ha vivido definitivamente aislada del recorte generalizado que ha protagonizado la industria estos últimos años. Las nuevas cifras de Ampere no hacen más que ratificarlo.

Por plataformas, el crecimiento se ha dado de manera casi generalizada, con aumentos en Netflix, Prime Video, Disney+ y WBD y cierto nivel de estabilidad en las plataformas locales como Movistar Plus+ y RTVE Play.
Ampere detecta en cambio un drástico parón de Atresplayer, con apenas un nuevo proyecto anunciado en 2024 contra los 21 del año anterior. Sin embargo, se explica porque en 2023 la plataforma se relanzó y anunció de manera simultánea un slate de originales de la mano de Buendía, Plano a Plano, Suma Content, Espotlight, Diagonal y Boomerang, entre otras productoras, en el que aún sigue trabajando.
Análisis más cualitativos pueden arrojar, claro, otros desafíos para España, como una ausencia de mega hits en los últimos años y un estancamiento (si no caída) en los presupuestos de las producciones originales de los streamers, que están moviendo el foco de la ficción hacia el unscripted.
“Es verdad que hay mucho trabajo, pero también que los presupuestos no son más grandes. Por eso vemos una oportunidad en el entretenimiento, un género más económico y muy gratificante”, dice Blasco.
Laura Abril, directora ejecutiva de ficción y desarrollo de negocio global de Buendía Estudios, coincide sobre el problema que representa la caída de los presupuestos, pero destaca la oportunidad que eso trae consigo.
“Los retos que hemos ido viendo en los últimos años en cuanto a presupuestos menguantes y dificultad de tener audiencias masivas hace que cada uno de los agentes de esta industria seamos más receptivos a modelos creativos para poner en marcha los proyectos. Y creo que eso es una gran oportunidad para aquellos que sabemos adaptarnos a las distintas vías de impulsarnos”.
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