
CONTENT CANADA: El futuro de las coproducciones internacionales con Estados Unidos podría estar en riesgo si el país adopta un enfoque más laxo que otros en la regulación de la inteligencia artificial (IA) aplicada a contenidos audiovisuales, advirtió Adam Cunningham, chief strategy officer de la consultora Allied Global Marketing.
En todo el mundo, distintos países y regiones debaten cómo proteger la propiedad intelectual creada por humanos en un escenario en el que las herramientas de IA pueden entrenarse con obras como series, artículos periodísticos y libros.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado que su administración seguirá un enfoque descentralizado en la regulación de la IA y buscará eliminar obstáculos normativos. También afirmó recientemente que no es viable exigir a las empresas de IA que paguen por todos los datos de entrenamiento que utilizan, y sostuvo que una regulación excesiva podría hacer que Estados Unidos quede rezagado frente a China en la carrera armamentista de la IA.
Mientras tanto, la Unión Europea (UE) avanza con un conjunto más exhaustivo de normas, que incluyen la obligación de informar cuándo se ha usado IA para generar contenido y cuándo ha sido entrenada con material protegido por copyright.
“Fíjense en lo que está haciendo Estados Unidos con la ley de IA. Lo que importa para ustedes en esta sala es que, a medida que Estados Unidos siga desregulando la IA en contenidos, eso no permitirá que otros países con regulación puedan coproducir con ellos”, dijo Cunningham a los delegados de Content Canada, evento de C21 en Toronto.
“Los métodos que [los creadores estadounidenses] podrán utilizar en su producción son los que les impedirán distribuirla en otros países. Es un punto importante”, agregó.
Todavía queda un largo camino para entender cómo la IA impactará en el proceso de creación de contenidos, con numerosas cuestiones legales por resolver. Sin embargo, las palabras de Cunningham sugieren que coproducir o cofinanciar con socios estadounidenses podría volverse más complejo si la UE y países como Canadá adoptan enfoques muy distintos al de Estados Unidos.
El resultado de estas medidas regulatorias, sostuvo Cunningham, podría tener consecuencias significativas en la manera en que la industria de contenidos de Estados Unidos interactúa con el mercado internacional en el futuro, una tendencia clave a seguir en los próximos meses y años.
“Cuando hagan sus acuerdos, la due diligence sobre la producción va a importar cada vez más, porque lo peor que puede pasar es que concreten esa copro que quieren vender a Francia, y Francia diga: ‘Lo sentimos, no se puede por los métodos con los que fue realizada’”, concluyó el analista.



















