El incentivo colombiano también está atrayendo al sector financiero hacia el audiovisual

Silvia Echeverri, directora de la Comisión Fílmica de Colombia, revela cómo el éxito del CINA ha cambiado la percepción de la industria audiovisual a ojos del sector financiero colombiano, con el que buscan mecanismos de colaboración.

Silvia Echeverri

El éxito del CINA ha despertado un interés del sector financiero colombiano en la industria audiovisual local y eso puede resultar en una ampliación del alcance de Proimágenes Colombia, revela la directora de la Comisión Fílmica de Colombia Silvia Echeverri.

Con una modalidad de transferable tax rebate, el CINA (Certificado de Inversión Audiovisual) es el programa de tax rebate colombiano que ya ha logrado posicionar al país como referente en la atracción de producciones extranjeras mediante incentivos fiscales.

Efectivamente, solo en 2025 el incentivo ha aprobado 32 proyectos, con una inversión estimada de 752.000 millones de pesos colombianos (USD 188 millones). Y entre 2020 y 2025 ha apoyado un total de 165 proyectos audiovisuales, generando una inversión estimada en US$ 861 millones en el país.

Entre las producciones seleccionadas por el CINA este año se encuentran las series de Netflix ‘Palacio’ y ‘En diciembre llegaban las brisas’, ambas producidas por Dynamo; además de la tercera temporada de ‘Betty, la fea: la historia continúa’ (Estudios RCN para Amazon Prime Video) y la película ‘The Last Photograph’, el nuevo proyecto de Zack Snyder que contará con servicios de producción de la productora colombiana Jaguar Bite.

Y ahora, además de haber puesto a Colombia en la mira de las productoras audiovisuales de todo el mundo, el éxito de los incentivos también está atrayendo al mercado financiero, que está dimensionando la importancia del sector audiovisual local, su potencial de expansión internacional en curso y su impacto en la economía real.

“Vemos que hay un interés del sector financiero colombiano que antes no había, pues nos consideraban un sector cultural chiquito que hacía peliculitas. Ahora están viendo como esto se ha convertido en un sector grande”, comenta Echeverri.

En ese sentido, Proimágenes está adoptando una actitud proactiva de entablar relaciones con bancos y fondos de inversión para explorar instrumentos financieros para producciones colombianas, como el acceso a créditos para viabilizar más proyectos audiovisuales.

Pero la prominencia alcanzada por Colombia no se logró de un día para el otro.

Cuando Echeverri vio que el mercado audiovisual estaba cada vez más globalizado y con una mayor prominencia del streaming, algo se quedó claro para ella: el crecimiento del sector tenía que acompañarse con un incentivo acorde, pues era imposible que el cash rebate del Fondo Fílmico Colombia (FFC), creado en 2012 por la Ley 1556 con un presupuesto anual de US$ 2,3 millones, creciera al mismo ritmo.

Fue con ese espíritu que la funcionaria empujó la modificación de dicha ley, persiguiendo tres objetivos: ampliar a todos los géneros audiovisuales un cash rebate que hasta entonces aplicaba solo a películas; extender la validez del incentivo hasta 2032; y crear un nuevo incentivo que estuviera a la altura.

Para lograrlo, se fijó en herramientas de tax rebate ya existentes, especialmente en Canadá y varios estados de Estados Unidos. “Tomamos esos casos y los adaptamos a la legislación tributaria colombiana y al mercado de valores. Fue un trabajo larguísimo con expertos para que hoy en día puedan aplicar películas, series, documentales, animación, realities, videoclips e incluso comerciales”.

Hay dos aspectos que avalan el trabajo de Proimágenes: primero, que en un proceso que lleva 25 años no han tenido demandas ni investigaciones por problemas en la gestión; y segundo, que en 2025 es la primera vez que en agosto se agota el cupo de 235.000 millones de pesos colombianos (unos US$ 60 millones) correspondientes al CINA.

“Esto muestra que el CINA ya es un incentivo posicionado a nivel mundial, donde hay gran confianza en el sistema por parte de los productores internacionales, como también en la capacidad de trabajo de nuestros equipos técnicos y artísticos, que llevan muchos años trabajando en el audiovisual y han adquirido una gran capacidad”, agrega.

Este hito llevará a Proimágenes a buscar aumentar el tope anual disponible para el tax credit en 2026, algo que depende de una negociación con el Ministerio de Hacienda de Colombia. Pero la ejecutiva está confiada, justamente porque el foco de la entidad está puesto justamente en demostrar el impacto económico de la industria audiovisual en el país.

“En dos oportunidades hicimos investigaciones con consultoras altamente reconocidas desde el mundo de la economía, y no de la cultura, que han mirado nuestros números y ha demostrado en sus propias opiniones el impacto que esto tiene sobre la economía y sobre el empleo”.

En ese sentido, la negociación con Hacienda de un aumento en el tope del CINA implicaría para el estado colombiano dejar de cobrar los impuestos que les serían devueltos a las productoras extranjeras.

Sin embargo, Echeverri ha podido demostrar que la medida se compensaría con “recursos nuevos que llegan desde el exterior” para generar más puestos de trabajo a personas que, a su vez, “tienen que pagar sus propios impuestos”, entonces “lo que deja de entrar por allá, entra por aquí”.

Sebastián Torterola 24-09-2025 ©cveintiuno

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