Javier Villaseca, CEO y fundador de SegoFinance, explica el modelo de su plataforma Sego Creative y argumenta por qué una entrada masiva del capital privado podría provocar un boom para toda la industria de los contenidos en español.

El pasado 15 de julio la plataforma Sego Creative alcanzó los 40.000 inversores y la financiación de un total de 11 proyectos por un total de €3,5 millones.
Y aunque el hito se alcanzó en solo un año, se trata de apenas el comienzo para la plataforma española, destaca su director Javier Villaseca, quien ve un “océano azul” para el ingreso del capital privado en el audiovisual en español.

Lanzada en mayo del año pasado fruto de una alianza entre Egeda y el marketplace de inversión SegoFinance, Sego Creative conecta proyectos con inversores privados interesados en el sector audiovisual y cultural.
Para los inversores, funciona como un marketplace en el que pueden realizar inversiones de distintas formas y tamaños en proyectos audiovisuales. Para los productores, es una vía alternativa de financiación que permite diferentes modelos.
Además de préstamos tradicionales a 12 o 18 meses, la plataforma ha financiado adelantos de contratos que, por distintas razones, no entran en el circuito bancario, operaciones contra taquilla y acuerdos respaldados por ventas internacionales, especialmente en series.
“La vía natural de cualquier productora es primero acudir a CreaSGR, conseguir el aval y con eso financiarse con el banco. Nosotros entramos cuando ese recorrido ya está cubierto o para dar un plus de calidad a la producción, permitiendo, por ejemplo, contratar mejores técnicos o ampliar el plan de rodaje. Es una mentalidad más anglosajona que aquí todavía no está del todo extendida”, sostiene.
El proceso de Sego creative, destaca Villaseca, suele ser rápido: una vez recibida la documentación (plan financiero, cashflow y resumen del proyecto), el equipo de análisis evalúa la operación. Si se aprueba, el proyecto se publica en la plataforma y la financiación se suele conseguir en cuestión de horas o de minutos.
Una de las ventajas estratégicas que Villaseca destaca de este modelo es la posibilidad para los productores de diversificar su “pool” de deuda.
“En España todavía no se ve tanto como en otros países, pero es clave no depender de tres bancos para financiar toda tu operación. Si mañana hay una contracción del mercado o cambian sus políticas, te quedas parado”, explica.
“Tener distintos players de financiación, como el banco, CreaSGR y un inversor privado, te da estabilidad y margen de maniobra”, agrega, y argumenta que, aunque el coste de esta financiación privada suele situarse en torno al 10% o el 15% (por encima de las tasas bancarias), “en el global del presupuesto, ese coste apenas sube unas décimas el promedio y te permite no retrasar rodajes, conservar talento o cerrar un contrato clave”.
“Es una cuestión de visión estratégica”, destaca.

Las películas ‘Hotel Bitcoin’ (disponible en Netflix) y ‘Barron’s Cove’ (disponible en Movistar Plus+), el documental ‘El enigma Inés’ y la adquisición de los derechos de distribución de varios largometrajes por parte de Twelve Oaks Pictures son algunos de los proyectos que han optado por esta vía de financiación alternativa, con montos que van desde los €18.000 hasta los €400.000.
Y además del capital, destaca Villaseca, Sego Creative ofrece acceso a lo que él llama smart money: una red de más de 40.000 inversores que en muchos casos son empresarios o familias con presencia en sectores estratégicos.
“Un euro de un banco y un euro de un empresario pesan igual, pero el segundo puede traer además contactos, acuerdos comerciales o apoyos que ayudan a la productora más allá de la inversión inicial. Ya hemos visto casos de inversores que, después de participar en un proyecto, han colaborado con la productora en nuevos contenidos o les han abierto puertas a otros negocios”.
Hasta la fecha, cerca de 200 proyectos han solicitado ser subidos a la plataforma. Pero solo entre el 10% y el 5% han logrado pasar el filtro.
“Lamentablemente, descartamos mucho más de lo que aceptamos”, señala Villaseca, quien explica que la decisión no se toma a nivel creativo sino financiero y que Sego no se involucra ni en los guiones, ni en la gestión de la compañía ni se queda con IP.
“Y también tenemos limitaciones geográficas. Al ser una compañía regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, nos es muy complicado involucrarnos en proyectos de fuera de España o la Unión Europea”, agrega.
Latinoamérica, de hecho, es una de las regiones de la que más proyectos han tenido que descartar. Por eso, adelanta Villaseca, la plataforma ya cuenta con planes de expansión hacia el territorio. “Estamos detectando una necesidad que nos está llegando desde allí. La expansión la haríamos junto a nuestro partner Egeda y ojalá próximamente podamos dar allí el mismo servicio que estamos empezando a dar en España”.

SegoFinance, la compañía madre de Sego Creative, nació en 2011 en España, en plena crisis económica, con la misión de generar vías alternativas de financiación para pymes innovadoras y tecnológicas. Con el tiempo, diversificó su actividad hacia modelos como el factoring, la financiación inmobiliaria y el préstamo directo a empresas. Y ese camino la ha llevado a navegar a través de múltiples industrias en España.
Pero, destaca Villaseca, ninguna tan hermética como la audiovisual.
“Vemos que el sector audiovisual es muy hermético y no está acostumbrado a trabajar con el inversor privado, que en otras industrias está mucho más naturalizado”, argumenta.
“Es un sector acostumbrado a funcionar con la financiación de las propias cadenas y plataformas de streaming, el apoyo público, recursos propios o los préstamos bancarios a través de los avales de Crea. Y está muy bien. Pero echamos en falta al inversor privado, que hasta ahora solo se ha visto atraído por el tema fiscal. Pero esa no es nuestra idea”.
Sin embargo, según Villaseca esta situación está a punto de cambiar. Y eso son buenas noticias para todo el sector, asegura.
“Estamos viendo cada vez más fondos y recibimos cada vez más peticiones de inversores privados. Esto recién comienza y es un océano azul ahora mismo. En los próximos años veremos un gran crecimiento de la inversión privada y eso va a ayudar mucho a hacer crecer toda la industria española”.
“Cuanta más inversión privada entre, es mejor para todos. Si nosotros somos capaces de volcar €100 millones al mercado y entran 10 como nosotros, se estarían volcando €1.000 millones adicionales”.
“Con esa inversión estás haciendo una industria mucho más potente, mucho más rentable, mucho más grande. Y eso al final permite tener otras aspiraciones”.
El ejecutivo pone el ejemplo de Francia, que ha tenido históricamente más acceso al capital privado que España y que hoy sus compañías poseen la mayoría de las productoras españolas, tal como lo atestigua la presencia de Banijay, Mediawan o Studio TF1 en el mercado.
“Por eso es importante que las productoras españolas también se abran a contar con mayor músculo. Porque les va a permitir también hacer ellas adquisiciones fuera”, argumenta.
Eso, junto con una conexión con América Latina, generaría una potente industria Iberoamericana, agrega.
“Ahora mismo España es un poco un patio donde vienen otros más grandes a ver a quiénes compran. Es una pena, porque si tuviéramos más músculo económico, podríamos ser más independientes y ser nosotros los que vayan a comprar a otros. Hoy, al final, el éxito de la industria española se lo está llevando la industria francesa. Pues bien por los franceses, pero nosotros ahí no vemos un euro”, completa.



















