Como parte de una serie que presenta a creadores que están reescribiendo las reglas en Latinoamérica, Open Gardens nos presenta a ChinguAmiga, creadora que ha sabido conectar con humor las culturas de Corea y México.

Nombre: ChinguAmiga
Instagram: 12,4 millones de seguidores
YouTube: 14,6 millones de seguidores
TikTok: 28,5 millones de seguidores
¿Quién es ChinguAmiga?
Hoy les presentamos a Sujin Kim, mejor conocida como ChinguAmiga: la creadora surcoreana que reinventó lo que significa sentirse en casa estando al otro lado del mundo. De Busan a Ciudad de México, la historia de Sujin es puro coraje, resiliencia y ese choque cultural que, cuando se cuenta con alegría, se convierte en magia. Con su humor afilado, sus batallas cotidianas y su amor desbordante por América Latina, ChinguAmiga ha logrado levantar un imperio digital que va desde sketches virales que comparan costumbres coreanas y mexicanas, hasta relatos sinceros sobre lo que es abrirse camino en otro país, logrando una red de fans que se ven reflejados en sus mezclas culturales. Más que creadora, ChinguAmiga es una conectora: une dos mundos con risas, honestidad y el recordatorio de que un buen chiste se entiende en cualquier idioma.
@chinguamiga Pueden ver cuando se rien?!?! #coreanos #coreanas #parati ♬ 오리지널 사운드 – Chingu Amiga
Tres razones por las que nos encanta ChinguAmiga
1) Una extranjera que nos ve como tal como somos
A través de los ojos de Sujin, América Latina se redescubre cálida, relajada y llena de esos pequeños momentos cotidianos que merecen celebrarse. Su contenido no es el cliché del turista, es una carta de amor al buen humor, la generosidad y las imperfecciones de México. Y eso hace que los locales se sientan vistos y valorados como solo puede hacerlo quien mira desde afuera.
2) Aprovechando la ola K en ambas direcciones
La fascinación de América Latina por la cultura coreana es profunda: de los estadios llenos de BTS en San Pablo a los K-dramas que arrasan en Netflix en México, la K-wave ya es parte del ADN de la región. ChinguAmiga devuelve la ola: enseña coreano, vende libros de su país y nos revela los secretos del K-beauty, todo con un toque local. Un intercambio cultural genuino, mutuo, divertido y lleno de sorpresas.
3) La comedia nos conecta tanto como el drama
Telenovelas y K-dramas llevan tiempo siendo parientes lejanos: emociones al límite, peleas familiares, amores imposibles. Pero ChinguAmiga demuestra que el humor es un puente igual de potente. Sus sketches nos recuerdan, entre risas, lo mucho que nos parecemos (y en lo que no tanto), rompiendo barreras de idioma y acercándonos un poco más, carcajada a carcajada.



















