Cómo hacer que la soft money rinda más, según el ex Lionsgate y HBO Marc Lorber

Louise Bateman 30-07-2025 ©cveintiuno

Navegar el mapa global de tax rebates e incentivos a la producción puede ser complicado. El exejecutivo de Lionsgate y HBO Marc Lorber comparte sus claves para aprovechar al máximo lo que cada territorio tiene para ofrecer.

Marc Lorber

‘Mix Tape’, el drama romántico de cuatro episodios que se estrenó este mes por BBC Two y BBC iPlayer, ambienta buena parte de su historia en el norte de Inglaterra. Pero ni se rodó en Reino Unido ni fue encargada por la BBC.

En realidad, la serie se filmó mayoritariamente en Irlanda y al menos un tercio de su rodaje se realizó en Australia. ¿Y la BBC? Se la compró hace solo un mes a la distribuidora internacional Boat Rocker Studios.

Es que la realización de ‘Mix Tape’ es casi tan compleja como la historia de amor entre sus dos protagonistas, que se desarrolla a lo largo de casi 40 años desde el Sheffield de 1989 hasta la actualidad.

“‘Mix Tape’ es lo que yo llamo un proyecto de rescate, y trato de no aceptar demasiados porque levantar el barco es verdaderamente difícil”, comenta Marc Lorber, fundador de The Art of Coproduction.

Con pasado en Lionsgate y HBO Europe y con experiencia como ejecutivo de estudio, commissioner y productor, Lorber es considerado uno de los ejecutivos más experimentados del negocio en producciones internacionales multigénero.

Y cuando se cayó el distribuidor original de ‘Mix Tape’, fue convocado para rescatar el proyecto en plena coproducción entre Irlanda y Australia.

Según explica, logró sacarla adelante gracias a su red internacional de contactos, pero también a su conocimiento experto sobre cómo acceder a soft money, aprovechar al máximo los incentivos fiscales y conseguir financiación vía equity.

Efectivamente, en un mundo post-peak TV, con menos encargos, presupuestos golpeados por la inflación y commissioners cada vez más reacios al riesgo, financiar contenidos se ha vuelto cada vez más difícil.

Pero, por otro lado, los incentivos a la producción y los beneficios fiscales siguen multiplicándose a medida que los territorios compiten por una porción del negocio del contenido, tan lucrativo como culturalmente relevante, al tiempo que la financiación vía equity para producciones televisivas también va en aumento.

‘Mix Tape’

Sin embargo, aprovechar estas oportunidades exige un alto grado de conocimiento y una pericia que solo unos pocos productores curtidos dominan.

Y es ese tipo de experiencia lo que mantiene hoy a Lorber en alta demanda.

Es que, además de ‘Mix Tape’, el productor está ayudando a concretar otros proyectos, como ‘Leonard & Hungry Paul’ (6×30’), producida por Subotica (coproductora de ‘Mix Tape’ para la BBC) y que acaba de terminar su rodaje en Irlanda con el apoyo de Screen Ireland.

También está ‘The Ridge’, un thriller psicológico de seis partes para BBC Scotland y Sky New Zealand Originals, realizado con el apoyo de New Zealand On Air, el NZ Screen Production Rebate y Screen Scotland, que actualmente se encuentra en postproducción. Y está por entrar en producción con ‘Blue Murder Motel’, un drama policial ligero ambientado en un hotel costero de Nueva Zelanda, que según Lorber cuenta con un fuerte respaldo de New Zealand On Air.

“Nada de lo que hago es neurocirugía”, dice el ejecutivo. “Es experiencia. Es tener una red amplia. Es haber estado en varios lados. Es saber cuándo jugar tus cartas, y tener la posibilidad de moverme en ese espacio entre commissioners, productores y distribuidores”.

¿Y cuáles son las estrategias que emplea este experimentado ejecutivo para aprovechar al máximo los distintos incentivos públicos y privados que están al alcance de los productores para complementar las cada vez más reducidas aportaciones de los canales?

En el caso de ‘Mix Tape’, donde Lorber conocía a ambos coproductores (la irlandesa Subotica y la australiana Aquarius Films), la prioridad fue conseguir un nuevo distribuidor, además de su “único anchor commissioner”, la australiana Foxtel Binge.

A partir de ahí, se trató de “coser” los requisitos de los distintos fondos involucrados (Screen Australia, Screen Ireland y el Made in NSW Fund de Screen NSW), junto con las condiciones necesarias para acceder a los créditos fiscales en ambos territorios donde se filmó.

Sin embargo, aún quedaba un hueco de financiación, que en este caso se cubrió mediante equity finance aportado por la casa de postproducción australiana The Post Lounge y el fondo finlandés Finnish Impact Film Fund (FFIF).

The Ridge

“Ya había trabajado con el FIFF en el pasado con uno de estos productores”, cuenta Lorber, que advierte sobre el equity: “No es dinero barato para los productores. Se trata de gente inteligente que sabe que puede ser el último tramo”.

En cuanto a lograr que una casa de postproducción financie parcialmente el proyecto, Lorber aconseja a los productores “mirar dónde están los mayores costos de proveedores”. Puede ser en los estudios, el equipamiento o la postproducción, pero quien sea, dice: “Acércate y diles: ‘Además de recibir el trabajo con un margen de cost-plus, ¿tienes también capital que puedas invertir en el proyecto, con el mismo retorno que cualquier otro socio?’”.

En algunos casos, señala, el monto que pueden aportar no justifica el papeleo que implica. Pero agrega: “Si se trata de un proveedor grande con un brazo de inversión separado, y pueden aportar un 2,5%, 3%, 4% o 5% al proyecto, eso es significativo”.

Una de las grandes decisiones para cualquier producción es dónde rodar. Según Lorber lo importante es mirar el “valor neto real” del incentivo fiscal, más allá del porcentaje promocionado.

“En el Reino Unido, por ejemplo, en la mayoría de las producciones se recupera entre el 19% y el 21%”, a pesar de que la tasa oficial es del 25%, porque “no todos los salarios aplican; no todo el presupuesto aplica”.

Y agrega que también hay que considerar el paquete completo que ofrece un territorio, más allá del crédito fiscal: infraestructura, disponibilidad de técnicos y otras oportunidades de financiación.

“Chipre es una isla preciosa con un equipo y una infraestructura muy pequeños, pero ofrece un reembolso fiscal considerablemente alto y un esquema legal muy favorable que lo hace atractivo”, explica. “Pero hay que valorar lo que estás recibiendo frente a quiénes y qué cosas tienes que llevar o cuánto más vas a tener que gastar allí”.

Lorber recomienda también explorar opciones de financiación europeas como el Council of Europe Pilot Series Programme, que describe como “dinero gratis” que va directamente a los productores.

“No hay ningún otro lugar en el mundo donde se pueda aplicar a una subvención así y de ese tamaño. Es dinero no recuperable”, señala.

En materia de beneficios fiscales, sugiere prestar atención a los topes anuales, ya que algunos países legislan estos créditos año a año con fondos limitados que pueden agotarse.

“Pueden ser países más pequeños, con estructuras de commissioning limitadas. Tal vez tengan un crédito fiscal, pero como en la República Checa, puede estar legislado cada año con un monto específico. Para fin de año, o incluso a mitad de año, si ese dinero ya se comprometió o se usó, no queda nada”, explica.

Lorber también aconseja revisar la confiabilidad y los plazos de pago de los créditos fiscales y reembolsos. “Hay muchos países y territorios -sin entrar en demasiados nombres- donde yo diría, y los bancos también dirían, que hay incertidumbre sobre el crédito fiscal o el reembolso, sobre su capacidad de pagarlo a tiempo o incluso de pagarlo del todo. Y eso genera problemas para los productores locales.”

Tax breaks e incentivos: los do’s y don’ts de Marc Lorber

Do:

Analizar el “valor neto real” del incentivo fiscal, más allá del porcentaje promocionado.

Considerar el paquete completo que ofrece un territorio, incluyendo infraestructura, disponibilidad de técnicos y oportunidades de financiación adicionales.

Explorar fondos europeos como el Council of Europe Pilot Series Programme, que otorgan subvenciones no recuperables.

Evaluar la confiabilidad y los plazos de pago de los créditos fiscales. Algunos países tienen calendarios de pago inciertos que pueden generar problemas de flujo de caja.

Don’t:

Asumir que el porcentaje más alto es siempre el mejor. “Cada territorio que tiene un alto reembolso o crédito fiscal implica evaluar qué te da y qué te pide”, dice Lorber.

Pasar por alto los topes anuales: algunos países legislan sus créditos año a año y los fondos pueden agotarse.

Olvidar el impacto de los tipos de cambio, que pueden afectar el valor real del gasto de producción.

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