Cacodelphia se apoya en la tecnología para redefinir la eficiencia, los costos y hasta la lógica de los incentivos a la producción

Con la serie de Netflix ‘El Eternauta’ como su proyecto de mayor impacto, el estudio argentino pionero en la virtual production en Latinoamérica se ha consolidado como un jugador competitivo a escala global. Su cofundador Gastón Gallo explica cómo su modelo puede redefinir el futuro de la producción audiovisual.

Rodaje de ‘El Eternauta’ en el set de producción virtual de Cacodelphia Studios en Buenos Aires

“Con el cine digital, nos acostumbramos a rodar y rodar y después resolver en la isla de edición, aceptando un margen enorme de ineficiencia. Hoy, con la virtual production y la inteligencia artificial, podemos planificar y previsualizar casi toda una producción antes de rodarla y alcanzar niveles de eficiencia altísimos”, asegura Gastón Gallo, cofundador de Cacodelphia Studios junto a su hermano Sebastián.

Y esa bien podría ser la síntesis del modo en que el estudio argentino entiende el presente y futuro de la producción audiovisual: para el ajuste de presupuestos que exige la industria, el mejor camino pasa por abrazar la tecnología.

Ubicado en el barrio de Barracas en Buenos Aires, Cacodelphia Studios fue el primer estudio de virtual production en América Latina. Y esto tiene mucho que ver con su origen, cuando durante la pandemia se unieron Cacodelphia, empresa dedicada al soporte técnico audiovisual, y Jupiter LED, especializada en pantallas y responsable de los principales conciertos de Argentina.

Gastón Gallo

“De esa confluencia surgió un know-how único, con un profundo conocimiento de ambos mundos. Si el desembarco hubiese dependido solo de una productora, amortizar semejantes inversiones habría sido prácticamente imposible, sobre todo en Argentina”, señala Gallo.

Desde entonces todo evolucionó muy rápido, y la pandemia representó un punto de inflexión. En 2021, en pleno confinamiento rodaron para Peugeot el primer comercial con esta técnica, y poco después llegó otro gran hito para Cacodelphia y para toda la región: la película mexicana ‘Cuando duerme conmigo’, la primera cinta latinoamericana realizada casi íntegramente con virtual production.

“Nos aventuramos a hacerla con muy poca experiencia. Pero ese proyecto nos dio confianza, aprendizaje y visibilidad en un momento en que la experiencia global era todavía escasa fuera de ‘The Mandalorian’”, recuerda sobre la serie de Disney+ que en 2019 dio a conocer globalmente la técnica de virtual production con pantallas LED, que permite integrar en tiempo real a los actores con fondos digitales.

Y mientras esto ocurría, sin saberlo en Argentina se gestaba otro proyecto. La productora K&S aprovechaba la pandemia para escanear y virtualizar la ciudad de Buenos Aires. Necesitaban las calles vacías para la distópica historia de ‘El Eternauta’, adaptación del mítico cómic de Héctor Germán Oesterheld para Netflix.

Aún les faltaban sistemas de traqueo, pero confiaban en que al momento de rodar la tecnología estaría. Y estuvo. Y Cacodelphia entró en la ecuación y la serie supuso un antes y un después para el estudio.

Sin embargo, aunque reconoce la enorme repercusión de la ficción protagonizada por Ricardo Darín, Gallo deja claro que el abanico de proyectos que trabajan es enorme y subraya que no siempre tiene que ser “un megaproyecto de ciencia ficción diseñado tres años antes”.

Por sus estudios han pasado recientemente series como ‘El encargado’ de Disney+ y películas como ‘Homo Argentum’, dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat y el mayor éxito de taquilla de 2025 en Argentina, que recreó escenas en la Casa de Gobierno donde solo les habían autorizado filmar unos pocos minutos.

Pero, tal vez igual de importante, Cacodelphia también aloja decenas de publicidades y videoclips, claves para poder afrontar las grandes producciones.

“A veces los proyectos más pequeños son incluso más desafiantes, porque nos exigen idear soluciones rápidas en plazos mínimos”, dice Gallo.

En los estudios también se ruedan publicidades y videoclips

Y para desterrar la idea -aunque cierta- de que cuanto antes se integre la virtual production a un proyecto mejor, pone como ejemplo la película ‘El Jockey’, candidata al Oscar por Argentina el año pasado, que llegó a Cacodelphia con el rodaje terminado. “Al director Luis Ortega le faltaban unos planos imposibles de rodar en el hipódromo, y en apenas dos jornadas logramos generarlos con virtual production y completar la película”.

Por eso, aunque pueda sonar a cliché, la capacidad de adaptarse a las necesidades concretas de cada proyecto es probablemente lo que mejor define el diferencial de la compañía. Incluyendo su papel en el mercado internacional.

Es que, aunque Buenos Aires sí ofrece un cash rebate para proyectos rodados en la ciudad, Argentina no cuenta con un incentivo nacional a la producción audiovisual. Así que, en plena carrera global por atraer rodajes internacionales, la ventaja competitiva de Cacodelphia pasa por otras vías.

“Tenemos tres estudios en la misma manzana, un rental propio con equipamiento de primer nivel, logística de transporte y la capacidad de armar equipos técnicos completos, desde el gaffer hasta el último asistente, además de un equipo in-house de diseño de contenidos”, enumera Gallo.

“En otros mercados sería mucho más costoso y difícil de centralizar en un mismo lugar. Y esa flexibilidad nos coloca, creo yo, en una posición más competitiva que muchos estudios del mundo, con un estándar de calidad internacional”.

Y en términos de costos, aunque la virtual production es una tecnología cara, el resultado puede ser contundente.

“Si las condiciones técnicas brindan la solución, la virtual production puede igualar o incluso superar la calidad tradicional, al permitir trabajar de forma más previsible y relajada. Y en costos, estamos hablando de reducirlos por lo menos a la mitad”, estima el productor.

‘Cuando duerme conmigo’ está protagonizada por Erick Elías y Ana Claudia Talancón

Si a eso se suma el avance disparado de la inteligencia artificial (IA), la transformación solo se acelerará. “Antes un escaneo 3D podía llevar meses. Hoy, con algoritmos de IA, en cuestión de horas se pueden generar objetos o escenarios completos en los que moverse con perspectiva real. Eso cambia todo el proceso”.

Y el impacto de la tecnología va más allá de la técnica y los tiempos. Según Gallo, también altera la lógica de los incentivos y la geografía de los rodajes, ya que “estamos a nada” de meter calles de Madrid en un estudio en Buenos Aires.

“Todos nos empezamos a dar cuenta de que la forma de filmar está cambiando y es imprescindible tener el material en forma virtual. Porque el paso siguiente, guste o no guste, va a ser que no será necesario estar en la locación real”, afirma.

El cambio de paradigma será radical, y obligará a repensar la manera de planificar y de narrar. Para Gallo, la clave estará en recuperar las bases del cine.

“Volvemos a un esquema en el que los directores tienen que definir con precisión qué quieren filmar. A filmar más como Hitchcock, que antes de encender la cámara sabía exactamente qué estaba buscando”.

Si en un restaurante se sabe que cocinar de más significa tirar comida a la basura, el audiovisual también debe entender que la ineficiencia no puede formar parte del proceso. “El futuro abre la puerta a rodajes más eficientes, más sostenibles para el medioambiente y, sin duda, con costos mucho más bajos”.

Pina Mezzera 22-10-2025 ©cveintiuno

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