El contenido coreano ya no llega impulsado solo por el K-Pop o los dramas románticos, sino por una estrategia global que ahora mira también hacia América Latina.

En menos de dos décadas, Corea del Sur ha dejado de ser un territorio lejano y de referencia tecnológica para convertirse en uno de los centros culturales más influyentes del planeta. Su música, sus contenidos audiovisuales y hasta su gastronomía han transformado la percepción global sobre Asia y redefinido el mapa del entretenimiento.
El Hallyu, conocido popularmente como ‘la ola coreana’, fue considerado a comienzos de la década pasada un fenómeno efervescente que subía velozmente pero se desvanecía como cualquier moda pasajera. El ‘Gangnam Style’ de PSY en 2012 fue quizás su momento de mayor visibilidad.

Pero hoy bien puede decirse que la segunda ola coreana ha llegado.
Posiblemente este nuevo fenómeno se deba a que, esta vez, el llamado K-Content opera con una visión mucho más estratégica que su antecesor: busca consolidar una presencia sostenible en cada región del mundo. Y América Latina aparece en su horizonte como un aliado natural y creativo.
La agencia gubernamental Korea Creative Content Agency (KOCCA) está detrás de esta estrategia, desembarcando paulatinamente en el continente americano y convirtiendo su presencia en cada país en una plataforma de conexión entre industrias.
KOCCA ha impulsado así encuentros, estudios de mercado y programas de colaboración que buscan algo más que vender contenidos o formatos: pretenden construir una red de empatía cultural capaz de sostener vínculos de largo plazo entre creadores, distribuidores y plataformas latinoamericanas.
“América Latina comparte raíces lingüísticas y culturales, pero cada país tiene su propio sentido del humor, ritmo y sensibilidad social. Sin embargo, los contenidos basados en la emoción traspasan fronteras con facilidad”, afirma el director de KOCCA México, Il Kim.
Es que para las empresas coreanas ya no se trata solo de exportar ficción o entretenimiento, sino de crear puentes que funcionen en doble sentido. Visualizan el futuro como una etapa de colaboración y cocreación con socios latinoamericanos. Un modelo en el que el contenido coreano deje de ser un producto importado para convertirse en una plataforma cultural compartida.

Por su posición geográfica y su peso dentro del ecosistema audiovisual regional, México juega un rol protagónico en esta estrategia. El país se ha transformado en la puerta de entrada natural para las productoras coreanas que buscan explorar nuevas audiencias y un terreno fértil donde los dramas y los formatos de entretenimiento coreanos encuentran eco. Basta mirar las programaciones de plataformas como Viki, Pluto TV o ViX para comprobar que cada vez más títulos de Corea del Sur aparecen doblados o subtitulados en español.
“Si hablamos de contenido audiovisual, las empresas coreanas han tenido que adaptarse a las plataformas globales, pero también las plataformas se han adaptado al modelo coreano. Netflix, por ejemplo, ha invertido fuertemente en producciones locales, impulsando una generación de historias que funcionan en el mundo entero”, explica la gerente de KOCCA México, Mónica Estrada.
Y la expansión tiene protagonistas claros. CJ ENM, considerada una de las principales compañías de entretenimiento de Asia, es una de ellas. Desde su matriz y filiales internacionales, ha desarrollado un modelo que combina producción, distribución y coproducción global.
“2025 demuestra una vez más el poder de los dramas coreanos. Las versiones dobladas al español están cautivando a las audiencias de América Latina y del mercado hispano en Estados Unidos. En Mip Cancun deseamos que los canales y plataformas, especialmente aquellos que buscan atraer audiencias más jóvenes, conozcan la herramienta más poderosa y efectiva: los K-dramas”, comenta Paze Cheon, representante de ventas de CJ ENM.
La compañía lleva años experimentando con formatos unscripted que se adaptan a cada mercado. ‘Grandpas Over Flowers’, ‘I Can See Your Voice’ o ‘Love at First Song’ son buenos ejemplos de ideas de CJ ENM que se han replicado con éxito en distintas regiones, mientras que su brazo de distribución amplía la oferta de ficción y entretenimiento para socios en todo el mundo.

En Latinoamérica, la estrategia ha consistido en construir alianzas que permitan combinar el valor de producción coreano con el gusto local, abriendo la puerta a futuras coproducciones.
También ha sido clave en esta expansión MBC America, filial de la cadena pública coreana, con sede en Los Ángeles. Fundada en 1991, la compañía ha sido responsable de introducir durante más de tres décadas los contenidos de MBC a públicos de Estados Unidos, Canadá y América Latina. El formato ‘The Masked Singer’, vendido a más de 50 países, es su mejor carta de presentación. Pero está lejos de ser la única.
En la región, su catálogo cuenta de hecho con más de 850 horas de dramas doblados al español, una cifra que explica el alcance de su apuesta. A través de acuerdos con los principales broadcasters de México como Televisa y TV Azteca, la compañía ha colocado además ficciones como ‘She Was Pretty’ o ‘I’m Not a Robot’ con éxito entre el público latino.
“Latinoamérica ha demostrado una afinidad genuina por las historias con fondo humano, y eso nos motiva a seguir doblando y adaptando nuestros contenidos al español. Lo que hace la diferencia es la manera en que los contamos: con ritmo, estética y una emoción sincera que conecta con las nuevas generaciones. Vemos un futuro de colaboraciones mucho más directas con estudios y canales locales”, explica Rachel Kim, ejecutiva de MBC America.

SBS International, filial estadounidense del grupo SBS, también ha seguido un camino paralelo desde 1992. Con base en Nueva York, la compañía opera cinco canales en Estados Unidos y distribuye contenidos en español a más de 14 países de América Latina.
Sus series juveniles ‘Cheer Up’ y ‘Somewhere Between’ reflejan la mezcla de ligereza y profundidad emocional que caracteriza el entretenimiento coreano contemporáneo. Para SBS, la clave está en encontrar historias universales que al mismo tiempo mantengan la identidad coreana.
“Nuestro trabajo es tender puentes entre culturas. Las historias universales, cuando se cuentan con autenticidad, trascienden cualquier idioma. Por eso creemos que títulos como ‘Cheer Up’ o ‘The Penthouse’ pueden encontrar una segunda vida en Latinoamérica”, señala la directora de desarrollo de contenidos en SBS International, Ilkyung Nahm.
Y más allá de las grandes corporaciones, también emergen nuevas voces que amplían el espectro del K-Content.

Top Academia, una empresa educativa, representa esa otra cara de la industria: la del contenido formativo, animado y de alcance infantil, además de la innovación tecnológica.
La compañía presentará en América Latina su avatar de inteligencia artificial, especialmente diseñado para públicos infantiles. Con raíces en la enseñanza de programación informática para niños y un enfoque en la creatividad digital, Top Academia simboliza cómo Corea entiende el contenido como una herramienta integral de desarrollo cultural.
“La educación y el entretenimiento pueden hablar el mismo idioma. Queremos que nuestras series animadas no solo diviertan a los niños latinoamericanos, sino que despierten su curiosidad por la tecnología, la naturaleza y el aprendizaje creativo”, afirma Raekoung Lee, fundadora de Top Academia.
La estrategia coreana no se limita a la exportación. Desde KOCCA, el objetivo es cultivar relaciones que fortalezcan a ambas partes, ya que para la agencia el éxito del K-Content no reside únicamente en su calidad técnica o narrativa.
“Varios países han entendido que el contenido audiovisual puede funcionar como política de Estado. Corea, que ya define la cultura como un motor económico, sigue ese camino con claridad. El presidente Lee Jae-myung ha declarado que el K-Content no solo es el futuro de la economía coreana, sino el núcleo de su marca nacional”, explica Il Kim.
“Esa voluntad política se traduce en incentivos a la producción, formación de talento y apoyo a la exportación”, continúa el director de KOCCA México. “Al igual que Japón con su iniciativa Cool Japan o Reino Unido con su política Creative Britain, Corea del Sur ha convertido su creatividad en estrategia industrial, pero con una diferencia fundamental: la cooperación internacional como principio”.
Corea en Mip Cancun
Para apuntalar su expansión en América Latina y con México como puerta de entrada, Corea del Sur contará este año con una delegación en Mip Cancun. Participarán:
CJ ENM

Representante: Paze Cheon
Títulos clave: ‘Love at first Song’, ‘I Can See Your Voice’
Objetivo: Ampliar doblaje al español y buscar alianzas con canales dirigidos al público joven.
MBC America

Representantes: Rachel Kim y Nahee Kim
Títulos clave: ‘Midnight Horror Story’, ‘Secrets and Lies’, ‘The Story of Park’s Marriage Contracts’
Objetivo: Expandir ventas de formatos y aumentar el catálogo doblado al español.
SBS International

Representantes: Ilkyung Nahm y Bora Kim
Títulos clave: ‘Cheer Up’, ‘Smile, You’, ‘Fortune Tellers Love’
Objetivo: Construir alianzas creativas que puedan impulsar una nueva ola de K-Storytelling en scripted y unscripted.
Top Academia

Representante: Raekoung Lee
Títulos clave: ‘Hide and Seek with a Cat’, ‘Dino Heroes’
Objetivo: Introducir contenidos educativos en plataformas latinoamericanas y alianzas con editoriales locales.



















