Compañías de España, México y Turquía ya están concretando coproducciones con Colombia, que acelera en su apertura al mundo a base de incentivos, talento y “números que cierran”.

Colombia no tiene los niveles demográficos ni de Brasil ni de México. Tampoco sus 50 millones de personas son suficientes para constituir un mercado autoabastecido. Entonces ¿por qué cada vez más compañías internacionales llegan al país para coproducir?
Hay varios factores que explican el fenómeno. Uno es que ofrece un ambiente favorable para materializar historias, tanto por el nivel de sus talentos como por su sofisticación técnica. Pero hay otro más simple: en Colombia, los números cierran.

De hecho, junto con la brasileña ‘Senna’ y la argentina ‘El Eternauta’, Colombia es el hogar de una de las series más ambiciosas de la historia de Netflix en Latinoamérica: ‘Cien años de soledad’, en la cual se estima que invirtieron unos US$ 50 millones y que requirió la construcción desde cero de Macondo, el pueblo donde transcurre la adaptación de la icónica obra de Gabriel García Márquez.
“Se hicieron cuatro versiones de Macondo. Al casting se presentaron 11.000 candidatos y en el set tenemos 1.000 personas trabajando. En total, se produjeron 100.000 piezas de vestuario y para la primera temporada la posproducción demandó un período de un año. Es un proceso gigantesco”, cuenta Diego Ramírez Schrempp, socio de la productora colombiana Dynamo, que actualmente filma su segunda temporada.
Con oficinas también en México y España y la reciente alianza con la ex Apple TV+ Carol Trussell y la ex The North Road Company Kristin Jones para proyectos internacionales, Dynamo es una de las productoras colombianas que mejor está aprovechando el posicionamiento del país para expandirse fuera de fronteras.
Pero no es la única, tal como lo demuestran Perrenque Media Lab, con expansión hacia Puerto Rico; Jaguar Bite, con oficinas en México; Fidelio Films, con presencia en Canadá, México y Suiza; TIS Studios, con facilidades en México y Estados Unidos; o Miracol, con llegada también en México.

“Los incentivos visionarios que tiene Colombia hacen que sea un país regionalmente muy relevante en términos de producción, no solamente en volumen y en cantidad de inversión, sino a nivel artístico. En la configuración de nuevos modelos de negocio que estamos viendo en el mercado, la coproducción es natural y necesaria”, destaca Ana Barreto, CEO de CMO Producciones, responsable de hits como ‘La venganza de Analía’ o Pálpito’ y también activa en los servicios de producción.
Pedro Dávila, CEO de Miracol, destaca que Colombia tiene muchas ventajas competitivas con respecto a otros países, entre ellas la económica. “Yo he tomado los guiones de una serie y he cotizado su producción en Colombia y en México. El resultado: casi un 30% más barato en Colombia y sin considerar los rebates. Si a eso le agregas los incentivos, se vuelve hasta un 50% más económico y con la misma calidad”.
Reconocida por brindar servicios de producción a formatos de entretenimiento como ‘Big Brother Colombia’, ‘Iron Chef: México’ o ‘Sueño fútbol’, Miracol viene de despegar en originals de ficción con la serie colombiana ‘Secuestro del vuelo 601’, que llegó al top 10 de Netflix en múltiples territorios en 2024.

Esto la ha llevado a cristalizar el impulso internacional colombiano en una gran coproducción que desarrolla actualmente: la biopic ‘Chavela’, sobre la legendaria cantante mexicana Chavela Vargas, que primero anunció junto a Caracol Televisión y que luego sumó a un socio internacional de peso como la española Shine Iberia.
“Terminó dándose como una coproducción internacional: Shine Iberia tomó España, nosotros tenemos el resto del mundo y Caracol se metió a financiar como estudio. Es el sweet spot de un modelo de coproducción que nos permite retener una IP, tener una participación creativa y acceder a financiación independiente con dos pantallas iniciales, México y España”, explica Dávila.
Pero ‘Chavela’ está lejos de ser un caso aislado para Colombia en cuanto a coproducción internacional de TV, como demuestra la recientemente anunciada biopic ‘Aquel’.
Basada en la vida del icónico cantante español Raphael, la serie es una coproducción de Caracol Televisión con la española DLO Producciones (parte de Banijay Iberia), que ya fue adquirida para algunos territorios por Netflix. Una vez completada esa primera ventana, Caracol la distribuirá a nivel internacional.

La película de ficción ‘La corona’, basada en el premiado documental homónimo estrenado en HBO en 2008, también ha unido a players de Colombia como Black Sheep Productions con jugadores internacionales como Startling, Infinity Hill y Runaway Films, además del estudio español Secuoya Studios.
A Secuoya Studios, que produjo en Colombia la próxima miniserie ‘Los 39’ sobre los 39 hombres que Cristóbal Colón abandonó en la isla La Española en 1492, se suma desde España The Mediapro Studio, que cuenta con una unidad local liderada por Catalina Porto, que está constantemente buscando oportunidad de coproducción.
La firma de un acuerdo de coproducción cinematográfica y audiovisual entre Colombia y España, anunciada en julio durante el Bogotá Audiovisual Market (BAM), podría estrechar aún más los vínculos entre ambos países.
Y es esperable que a México y España empiecen a sumarse más asiduamente otros territorios, como ya lo han hecho Turquía o Brasil.

La primera con el drama turco ‘Leylifer’, una alianza de Caracol con Inter Medya para el mercado internacional que ambos socios buscan replicar con nuevos títulos. Los puentes con Brasil, en tanto, incluyen un memorando de entendimiento entre las entidades de fomento audiovisual Spcine (São Paulo) y Proimágenes Colombia, presentado en la última edición del BAM, para fortalecer los vínculos de producción entre ambos territorios. O el lanzamiento el año pasado del Hub Caracol Formata, un hub de producción especializado en contenidos unscripted impulsado por Caracol y la productora brasileña Formata.
A nivel de historias, los productores colombianos destacan que actualmente ninguno de estos proyectos de coproducción internacional tiene que ver con los narcos.

Es que, aunque hubo una gran ola internacional de contenidos colombianos marcada por teleseries vinculadas a temáticas del narcotráfico, como ‘El capo’ (Fox Telecolombia para RCN), ‘La reina del sur’ (RTI Televisión/Telemundo) o ‘Pablo Escobar: El patrón del mal’ (Caracol), hoy el país busca sacudirse esa imagen también desde lo audiovisual.
“Inicialmente, en la estructura neorrealista de contarnos como país, tuvimos que entrar mucho en el universo narco. Pero hoy nos da mucha satisfacción ver que están navegando otro tipo de narrativas colombianas, lo cual nos permite sacudir nuestra imagen internacional”, afirma Samuel Duque, presidente de TIS Studios.
“Desde ‘Narcos’, la tendencia fue mostrar favela, pobreza y naturaleza, paisajes tercermundistas que pueden ser tanto sudamericanos como de Indonesia. Pero hoy podemos ver que el foco se ha expandido y se han diversificado las temáticas, el look y las locaciones en Colombia”, coincide Nicolás Martínez, socio de Perrenque Media Lab, productora con sedes en Bogotá y San Juan de Puerto Rico, que combina el desarrollo de proyectos originales con los servicios de producción para socios globales.
Con la combinación de incentivos, costos bajos y años de validación de las corporaciones de medios estadounidenses, todo apunta a que Colombia ya no solo es un destino atractivo, sino un engranaje imprescindible y confiable en la maquinaria de la producción internacional.
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