Con una participación en la financiación de hasta el 80% de las películas y series españolas, es imposible entender el boom que han protagonizado los contenidos españoles sin Crea SGR, que sigue buscando extender su modelo hacia América Latina.

Según el director general de Crea SGR, Rafael Lambea, ninguna industria puede prosperar sin acceso a la financiación. Eso aplica para cualquier sector, desde el comercio, a la manufactura o a la tecnología.
Y ese, justamente, ha sido el principal desafío que históricamente ha tenido el audiovisual, tanto en España, como en América Latina o en el resto del mundo.
“El problema de la financiación es universal: cualquier productor, sea de donde sea, cuando tiene que financiarse se encuentra con un problema”, comenta Lambea a Cveintiuno.
Según el directivo, la explicación es doble: por un lado, los bancos no suelen ver al sector audiovisual como una industria “seria”. Y, por el otro, las productoras suelen ser compañías chicas, que necesitan realizar inversiones enormes, lo que aumenta el “riesgo” de estas operaciones a ojos de la banca.
“La banca tradicional está a la cola de la comprensión de este sector y eso pasa tanto en España como en América Latina. No terminan de creerse que esto es serio, que esto es un negocio de verdad”, lamenta.
Crea SGR, fundada en 2006, fue pensada justamente para encontrar una solución.
Creada como una colaboración público-privada entre el Ministerio de Cultura y la entidad de gestión de derechos de los productores audiovisuales de Iberoamérica Egeda, Crea SGR es una sociedad de garantía recíproca que avala ante la banca privada los préstamos que necesitan las productoras españolas para poner en marcha sus producciones.
Este aval es posible gracias a un fondo propio de Crea, que cuenta con una capacidad para garantizar hasta €500 millones al año.
Por lo general, Crea SGR avala préstamos que adelantan los futuros ingresos de las productoras por contratos o incentivos fiscales por cobrar. Y, en promedio, sus operaciones suelen rondar el millón y medio de euros.

Según explica Lambea, el dinero es prestado por los bancos a tasas de interés bajas, dada la seguridad de la operación, y Crea se queda con una comisión que se destina a engrosar su propio fondo.
El modelo ha sido tan exitoso, que hoy Crea SGR está involucrada en casi el 80% de las películas y series españolas y ha avalado en sus 20 años de vida operaciones por casi €2.000 millones.
El 2024, de hecho, ha sido el mejor año para la sociedad, cuyas proyecciones indican que el 2025 será aún mejor.
“El 2024 ha sido el mejor año de Crea. Hemos superado todos los volúmenes de garantías otorgadas. Ya estamos cerca de una participación en el 80% de la producción de cine español y en televisión estamos empezando a tener cada vez más porcentaje”, destaca Lambea, que detalla que Crea SGR ha aumentado su participación en programas televisivos un 40% y que, actualmente, sus avales se dividen en un 70% al cine y un 30% a la TV.
Impulsando este crecimiento están, según Lambea, dos factores: por un lado, las medidas que ha tomado España con relación al audiovisual, que por medio de normativas y agresivos incentivos fiscales se “está tomando ya en serio a la industria audiovisual”. Por el otro, la mencionada falta de entendimiento por parte de la banca al sector.
“La banca tradicional sigue sin entender prácticamente nada de lo que hacemos. Ni cómo se paga, ni cómo se estructura y eso a nosotros nos da una ventaja competitiva, porque estamos convirtiéndonos casi en el elemento financiero fundamental para una producción”.
“Y nosotros a los bancos les damos todo ya procesado y una garantía de que van a cobrar. La banca rápidamente se ha acostumbrado a eso, y no ha dado el paso que debería ser lógico, de decir: ‘Aquí hay una industria de la cual yo puedo sacar mucho beneficio”, agrega.

Lo anterior ha convertido a Crea en un actor fundamental y en un “lujo” para el sector audiovisual español, argumenta Lambea.
“Para cualquier sector, me da igual si es comercio, hostelería o el que sea, disponer de una entidad financiera propia, dedicada exclusivamente a ellos, es un lujo”, opina.
Series o películas como ‘Punto Nemo’, la saga de ‘Padre no hay más que uno’ o la reciente ganadora en Cannes ‘Sirat’ son un puñado de ejemplos de títulos en los que Crea se ha involucrado.
Regulada por el Banco de España y con fondos aportados principalmente por la administración pública española, Crea SGR tiene sin embargo la limitación de solo poder avalar a compañías españolas, pese a que Egeda está presente en toda Iberoamérica.
Eso, sumado a que no existan en Latinoamérica entidades similares, está según Lambea frenando el crecimiento que el audiovisual latinoamericano podría protagonizar.
“Muchos países latinoamericanos están en la misma fase que estaba España hace 20 años con respecto a la financiación audiovisual: ni la administración pública ni la banca han entendido la problemática”.
Por eso, una de las “grandes batallas” de Crea SGR es expandir sus operaciones hacia América Latina, revela.
“Es una batalla que aún no la hemos dado por perdida. La idea está y Egeda tiene un empeño importantísimo en hacerlo, porque en América Latina hay un potencial impresionante, pero falta creérselo por parte de la administración pública y que se dé ese paso que dimos aquí”.
Lambea se refiere por un lado a la creación del mecanismo de sociedad de garantía recíproca y, por el otro, a la millonaria aportación a su fondo que en su día realizó y sigue realizando el Ministerio de Cultura español.
“Esa es la parte que le falta a los países sudamericanos: dar el paso de apostar una cantidad de dinero y crear una sociedad similar para replicar este modelo y dar cobertura al sector audiovisual”.
“Porque es imposible que un sector crezca si no hay financiación”, sentencia.
En España, sin embargo, la operación de Crea SGR no está exenta de desafíos, con el aumento meteórico de los presupuestos como una de las principales dificultades que la entidad está atravesando.
“Hemos pasado de €300.000, €400.000 o €500.000 por capítulo en una serie a inversiones de entre dos y tres millones de euros por episodio. Es una barbaridad”, dice Lambea, que explica que el tamaño actual del fondo de Crea limita la cantidad de operaciones que pueden avalar.
Por eso, agrega, la entidad está teniendo que rechazar rodajes con presupuestos de €60 u €80 millones. “Para poder avalar esas operaciones necesitaría tener unos recursos detrás muy elevados, claro. Entonces, ahí sí que estamos en la batalla de recoger más fondos, porque la capacidad que tenemos de dar avales ya se está quedando corta. Y ahí a la administración le cuesta”.
Los fondos de Crea SGR se componen principalmente de inversiones públicas, aportes de Egeda y las comisiones que cobran por cada operación, que se vuelcan casi en su totalidad de regreso al fondo al ser una entidad sin fines de lucro.
Pero, sin nuevos recursos, la capacidad de España de atraer producciones internacionales se verá limitada.
“Esto se ha convertido en un mercado persa. Ahora tienes a Hungría, Polonia, Irlanda, Nueva Zelanda… Hay países con unas facilidades a la hora de aceptar una producción internacional impresionante”, advierte.



















