¿Pueden Warner Bros. Discovery y Paramount Global convertirse en el nuevo dream team del streaming de Hollywood?
Desde antes de Navidad circulan rumores sobre el futuro de Paramount Global. Sabemos que está en venta, pero aún no conocemos quién es el favorito para adquirirla.
Si sabemos que se ha especulado mucho con una fusión con Warner Bros. Discovery (WBD) -dos gigantes del mundo del entretenimiento- después de que los dirigentes de ambas empresas mantuvieran conversaciones. En el momento escribir de estas líneas la posibilidad parece real, y queremos analizar cómo podría afectar al panorama del streaming en rápida evolución.
Una posible fusión entre las dos compañías no es realmente sorprendente. Ambas tienen una gran carga de deudas (aunque WBD ya ha avanzado en el pago de lo que debe). También es sintomática de la disfunción actual del mercado de streaming, resultado de demasiados servicios de streaming de menor escala que compiten por suscriptores con una oferta de contenidos relativamente reducida y años de gasto excesivo en producción y plataformas. No hay más que ver las recientes noticias sobre Amazon Prime y sus estudios MGM anunciando despidos para recortar costes.
Mientras tanto, Amazon también se ha unido a Netflix y Disney+ en la introducción de un tier con publicidad para generar una nueva fuente de ingresos.
Una fusión de este tipo, en caso de producirse, es bastante significativa para los consumidores de los medios de comunicación. Combinaría dos de los cinco majors de Hollywood y establecería un modelo de negocio más rentable y menos dependiente de los paquetes.
También consolidaría dos servicios de streaming. Esta fusión tiene el potencial para crear un peso pesado que podría rivalizar de manera realista con los más grandes del mercado.
Pero el camino hacia el éxito no es fácil. Y uno de los mayores retos sería gestionar las expectativas de contenido.
La fusión de dos estudios sería una buena noticia para el usuario final. Uniría dos enormes catálogos de títulos y marcas icónicas, desde los contenidos que se emiten actualmente en Max hasta franquicias tan conocidas como las de ‘Misión Imposible’ y DC Comics. Esto significa mayor contenido de calidad y con una vida útil más larga, un factor clave para ganar y mantener suscriptores.

WBD y Paramount son marcas con un enorme legado. Y aunque ambas tienen franquicias cinematográficas sólidas y reconocibles, cualquier contenido nuevo tiene que estar a la altura de las marcas heredadas y de las expectativas del público y, lo que es más importante, que pueda competir con el resto de streamers en el mercado.
Netflix, en particular, es bien conocido por su enorme gasto en contenidos y su enfoque de la inversión. Se ha alejado de los programas que no funcionan y se ha centrado en series emblemáticas como ‘The Crown’ y ‘Stranger Things’. Además, su último acuerdo con WWE Raw es significativo, ya que demuestra la necesidad que tienen las plataformas OTT por diversificar sus contenidos para mantener y ampliar su base de usuarios. Y Netflix está poniendo el listón aún más alto para que otros compitan.
Como empresa que trabaja mucho en este espacio, según nos cuentan a menudo nuestros clientes, uno de los mayores puntos débiles de los consumidores es la navegación y búsqueda de los contenidos que desean ver. La mayoría de los consumidores buscan directamente lo que quieren en lugar de dejarse guiar por las distintas marcas y submarcas.
La única anomalía en este sentido es Disney, que tiene marcas tan reconocibles que le favorece utilizarlas para ayudar al público a navegar a través de Disney+, ya que saben que muchos de sus suscriptores sólo buscan ver Star Wars o contenido de animación.
Sin embargo, WBD y Paramount no están en este nivel. Es poco probable que el consumidor promedio sepa qué marcas o contenidos pertenecen a Warner Bros o Paramount. Teniendo esto en cuenta, cualquier nueva plataforma debería centrarse en la fuerza del contenido, en lugar de dejar que una marca hable por sí sola.
El contenido puede captar y retener abonados, pero nunca debe descuidarse la experiencia digital. Tanto WBD como Paramount tienen servicios de streaming establecidos, y cualquier servicio combinado debería aportar lo mejor de ambas plataformas (Max y Paramount+) en términos de búsqueda, navegación y descubrimiento.
La centralización del cliente debe estar en el núcleo de cualquier experiencia de usuario. Esto incluye tener en cuenta las necesidades de los distintos clientes como los niños, garantizando que existan rigurosas contraseñas o protecciones tecnológicas para que ninguno que navegue por la plataforma pueda saltarse las restricciones de edad.
Además, hoy en día los usuarios cambian de una plataforma a otra, de smartphones a televisores inteligentes o a otros dispositivos de streaming. Los clientes quieren una experiencia similar en todos los dispositivos y continuar donde lo dejaron. Por tanto, es imperativo que el rendimiento entre plataformas sea perfecto para el usuario final. Todo lo que no sea esto, es una molestia y una decepción.
Muchos informes reflejan que los clientes cada vez buscan experiencias más personalizadas, y los servicios de streaming no son una excepción. WBD y Paramount tendrían una montaña de contenidos para que los clientes se deleitaran con ellos. Pero adaptarlo a distintos momentos del día ayudaría a sacarle el máximo partido.
Es probable que los viajeros que se desplazan de mañana en un viaje en tren de una hora no opten por una película de terror, prefiriendo algo más corto y ligero o algo factual que les ponga de humor para la jornada laboral. Pero en casa, frente al televisor, la cosa cambia. Los clientes pueden inclinarse por ver algo largo, por lo que el contenido sugerido debe curarse para adaptarse a estas necesidades.
En el momento que escribo estas líneas, no sabemos si los rumores de fusión entre estas dos compañías se convertirán en algo más allá de las conversaciones iniciales. Sin embargo, la expectación es intrigante porque tiene el potencial de transformar el sector del entretenimiento y, en particular, el panorama ya establecido del streaming.
Una fusión es una situación muy compleja y aquí apenas he arañado la superficie en términos de cómo las empresas combinadas podrían navegar por una futura estrategia de contenidos y experiencia digital. Nos ha dejado a todos en un perfecto suspense. Y simplemente no puedo esperar para ver qué pasará después.