Latinoamérica y España están cada vez más abocadas al desarrollo interno de formatos unscripted, y algunos indicios del mercado empiezan a dibujar un panorama esperanzador para dejar de ser una región importadora de entretenimiento.
Tener un formato de entretenimiento que viaje y se adapte en múltiples países puede ser un negocio millonario. Y dificilísimo. Aunque lo intentan muchos, los grandes fabricantes de ideas unscripted siguen siendo territorios como Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos, y por rachas van irrumpiendo mercados menos evidentes, como Israel hace unos años o más recientemente Corea del Sur. ¿Y dónde está parada Iberoamérica? Salvo algunas excepciones, América Latina y España llevan ya demasiados años sin conseguir trascender fronteras de manera sostenida y masiva con formatos propios.
¿Podemos esperar que esto cambie? No y sí.
Empecemos por el no. Si ya estamos hablando de países sin práctica de crear entretenimiento para que viaje -porque a su vez no hay práctica de apostar por IPs nuevas entre las televisiones locales-, los tiempos de conservadurismo en los que nos adentramos no parecen jugar muy a favor para torcer este rumbo.
Para las cadenas de TV abierta, la competencia del streaming, la caída en la inversión publicitaria y la coyuntura global de recesión han ido provocando que sea más difícil que nunca arriesgar por un formato nuevo. En Iberoamérica y en todo el mundo: en el último año y medio fuimos testigos de una apabullante ola global de revivals de formatos ya adultos, desde ‘Survivor’ a ‘Gladiators’, de ‘Big Brother’ a ‘The Weakest Link’. En la última edición del Festival de TV de Edimburgo, Ian Katz, Chief Content Officer del británico Channel 4, calificaba de “deprimente” el “tema del microondas en la TV, con tantos platos viejos recalentados”.
Así, en los tiempos que corren, los paper formats parecen terreno casi exclusivo de las plataformas SVOD. Pero todos sabemos que Wall Street obligó a los streamers y a las compañías que habían apostado todo al direct-to-consumer a sentarse a repensar su modelo, y ahora atraviesan el momento más desafiante de su breve historia.
Y hasta aquí los obstáculos. Hay más, pero son demasiado conocidos. Sin embargo, el mercado podría estar dando las claves necesarias para que este escenario pronto cambie, con al menos tres realidades que confluyen en tiempo y lugar.
Primero, el contenido en español está en auge. El mundo mira a España y América Latina con ojos renovados (e interesados). Aunque queremos pensar que la principal razón para esto radica en el talento y la creatividad de ambos territorios, en España eso se refuerza con unos costos competitivos para el nivel de industrialización que ofrece, y en Latam, con las enormes oportunidades de escalar que brinda cualquier mercado en vías de profesionalización. Thomas Dey, presidente y CEO de ACF Investment Bank, pronostica que el mercado global de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) virará hacia fuera de Reino Unido y Estados Unidos. ¿Los principales mercados que atraen el interés? España, México y Colombia, asegura esta firma que actualmente trabaja en entre seis y ocho acuerdos de M&A de alto perfil.
El segundo punto importante es la fragilidad en la que deja a la producción independiente el modelo originals de las plataformas. La toma de conciencia generalizada de esta realidad derivó en que, en los últimos dos años, las productoras de la región se dedicaran a invertir en desarrollo como nunca antes. Y queremos pensar que, si a cualquier tarea se le dedica recursos, talento y tiempo, los frutos aparecen.
Y luego, la aparente explosión de la burbuja de la ficción podría ser determinante para este renacer del contenido no guionado. Una de las proyecciones defendidas por consultoras como Ampere Analysis o Parrot Analytics es que la redistribución de las milmillonarias inversiones en contenido de las OTT pasará por gastar menos en ficción y más en unscripted, que ofrece tiempos de desarrollo y producción más rápidos y presupuestos menos opulentos. ¿El resultado? En paralelo al incuestionable freno de mano, flota en el ambiente un cierto aroma a “¿por qué no?” hacia los conceptos de entretenimiento innovadores y con capacidad de atraer y retener suscriptores.
Así, si repasamos el último año de la televisión y la industria iberoamericana, se vislumbran algunos buenos indicios.
Uno está en los concursos internacionales de pitch de formatos y la presencia hispana en ellos. Content London, tradicionalmente centrado en el desarrollo de ficción, inauguró en 2022 su vertical Formats & Factual para reflejar el resurgir del interés en el contenido unscripted. Y la creatividad iberoamericana dejó su huella en el C21 Global Entertainment Format Pitch donde, de los ocho proyectos finalistas, la mitad fueron creados en español: el mexicano ‘Re fashion’ (Dopamine) y los españoles ‘House of Dreams’ (Mediacrest), ‘Secret School Musical’ y ‘Black Card’ (ambos de iZen).
Este último, un reality show que encierra en una lujosa casa a 12 participantes con una tarjeta de crédito cada uno, resultó además el ganador y se fue a casa con un acuerdo de desarrollo otorgado por ITV Studios. “Es un formato que juega con giros psicológicos y dilemas morales. Todo lo que creías que sabías sobre los realities se cae”, afirma Eric Marodon, del departamento de Desarrollo Creativo de iZen. Lo mismo podría haber dicho ese equipo sobre ‘Insiders’, el reality que desarrollaron y produjeron para Netflix. Para la productora española, los frutos de la apuesta ya están apareciendo.
Y los buenos augurios también llegan desde grandes canales nacionales de TV abierta. Dijimos que son tiempos impredecibles.
En España, por ejemplo, RTVE dio luz verde en diciembre a ‘Cover Night’, un talent show musical creado por Shine Iberia (Banijay), que estrenará este año en el prime time de La 1. “Cuando tienes la suerte de tener un producto como ‘MasterChef’ o ‘Maestros de la costura’, que son sólidos y longevos, puedes dedicarle tiempo al I+D”, explica Macarena Rey, CEO de Shine Iberia. “Es un departamento que para nosotros tiene cada vez más importancia”.
En Argentina, El Trece también hizo lo impensable al encargar ‘El hotel de los famosos’, paper format creado y desarrollado por la productora Boxfish, para emitir diariamente en su prime time. El público premió el riesgo y el pasado 9 de enero el broadcaster estrenó la segunda temporada del reality show que encierra en un hotel a celebrities y las divide entre trabajadores y huéspedes. “Es una idea que empezó para el streaming, y El Trece nos dijo lo que estaba necesitando y le buscamos una vuelta”, cuenta Diego Guebel, presidente de la productora. La novedad y su éxito llamó la atención de un gigante como Banijay, que adquirió los derechos del formato para distribuirlo fuera de Argentina, España y Brasil, territorios que mantiene Boxfish por su pisada local.
También de Chile han salido algunos buenos ejemplos. Cuando todavía era parte de Turner (luego WarnerMedia), Chilevisión apostó por el reality de cocina ‘El discípulo del chef’, creado por Turner Latin America y The Mediapro Studio, y la colaboración de la española Phileas Productions. “Fuimos capaces de crear este formato original juntos, fue un éxito de ratings, superó incluso a ‘MasterChef’ y ganó el premio al mejor non scripted de Chile”, enumera Ran Telem, director de Desarrollo Internacional del estudio español. Ya bajo la familia Paramount, el canal de TV abierta emitió en 2022 la cuarta temporada del show.
Sin embargo, Rey, Guebel y Telem coinciden en lo mucho que cuesta lograr lo que lograron. Y, más aún, que después esas IPs salgan al mundo.
“Es muy difícil que un canal se la juegue en el prime time con un formato diario de algo que no conoce. Además de confianza en la productora, El Trece tiene osadía y convicción en innovar, por eso se la jugaron”, sostiene Guebel. “Un formato nuevo en un país es una gran cosa, en dos países ya pasa a una etapa superior, y si está en tres países ya es un formato que tiene que viajar”.
Para Rey, la dificultad proviene de que las cadenas de TV abierta “lamentablemente se siguen fiando más de lo que viene del mundo anglosajón, aunque se haya producido en Rumania, que de lo nuestro”.
Y Telem señala que, a pesar del éxito incuestionable de ‘El discípulo del chef’ en Chile, venderlo fuera es una tarea titánica. “Muchos nos dicen que si el show no es exitoso en Reino Unido o Países Bajos, no lo pueden comprar”, se lamenta. “¡Arriésgate! ¡Haz algo nuevo! Creo que los espectadores se están muriendo de aburrimiento de ver siempre lo mismo. Los canales deberían ser un poco más valientes”.