Un animado debate acerca de los documentales

¿Sin archivo disponible? ¿Las imágenes están plagadas de conflictos por sus derechos? ¿No logras atraer a las audiencias más jóvenes? ¡No hay problema! Simplemente anima tu documental.

El documental danés ‘Flee’ utilizó con maestría el recurso de la animación, logrando tres nominaciones al Oscar

Si nos guiamos por las convenciones de la televisión, el término documental animado es un oxímoron. Es que, por un lado, una de las principales ventajas del género factual es la velocidad de sus tiempos de producción y sus bajos presupuestos con respecto al scripted. La animación, por el otro lado, suele ser cara y lenta de producir. Y al animar documentales estás sacrificando algunas de las ventajas clave del género.

Y, sin embargo, a medida que la aparición de tecnologías como los motores de videojuegos o la inteligencia artificial (IA) reducen los tiempos y los costos de la animación, más y más proyectos de este tipo comienzan a emerger.

Orion Ross, VP de animación de Disney EMEA, dijo a C21 durante la edición del año pasado del Festival de Animación de Annecy que los ejecutivos factuales de la compañía estaban cada vez más interesados en las oportunidades ofrecidas por la animación.

“Normalmente no esperarías ver en un festival de animación a una persona de documentales, pero la realidad es que hay varios documentales animados brillantes”, había dicho Ross.

“La animación se está volviendo importante para diferentes tipos de producciones, que pueden tener segmentos animados, utilizar recursos animados para superar la falta de archivos o, incluso, aprovechar la animación para contar historias muy intimas y personales sin ser tan invasivos como en el live-action”.

Si puedes cuadrarlo en tu presupuesto, las ventajas son claras. Primero, porque te permite contar una historia sobre tiempos o lugares donde no había cámaras. Un buen ejemplo es el documental animado ‘How to Rig an Election: The Racist History of the 1876 Presidential Contest’, presentado por Tom Hanks y producido en colaboración con Jeffery Robinson, fundador y director ejecutivo de The Who We Are Project.

Otro ejemplo es el documental danés de 2021, ‘Flee’, que se convirtió en la primera película de la historia en ser nominada a tres categorías en los Oscar (mejor película internacional, mejor animación y mejor documental).

La cinta, dirigida por Jonas Rasmussen y coproducida por Vice, cuenta el escape de un refugiado desde Afganistán hasta Dinamarca, una travesía que por lógicos motivos no fue grabada.

Danny Gabai

“La premisa de que todas las producciones factuales son rápidas y baratas en comparación con otros géneros no es necesariamente cierta”, explica Danny Gabai, chief content officer de Vice Studios.

“He tenido proyectos documentales que han costado más dinero que algunas películas scripted con estrellas clase A. He tenido documentales que demoraron siete años en producirse y otros proyectos que me tomaron solo seis meses y fueron increíblemente baratos. Esa no es una consideración a la hora de abordar un proyecto”.

“Jonas decidió realizar una película animada por una variedad de razones. Se podía tener a alguien contando la historia, pero no contaba con las imágenes. Esto plantea múltiples preguntas a nivel creativo. Y lo bueno de la animación es que no existen límites en términos del universo que deseas mostrar. Puedes crear y representar cosas sin estar limitado por los recursos visuales”, detalla Gabai.

“Jonas tenía experiencia en documentales radiales, donde debía trabajar principalmente con audio. Los huesos de este documental eran las entrevistas, a las que se le podían sumar capas de animación para darles vida. Fue una jugada arriesgada”, agrega.

Vice se sumó al proyecto tras verlo pitcheado en diferentes festivales. “Si nos lo hubieran presentado sin ese componente de animación, probablemente lo hubiéramos rechazado. Su historia es trascendente, pero la animación fue un elemento clave”, revela el ejecutivo.

Otra de las ventajas de la animación es que permite sortear los derechos. El documental de Netflix ‘Losers’ cuenta la historia de famosas personalidades de los deportes y utiliza clips animados cuando los derechos de las imágenes no están disponibles.

Y, por supuesto, la animación es más atractiva para los espectadores más jóvenes, un demográfico que suele ser difícil de atraer para los documentales.

En Francia, el proyecto ‘Behind The Beats’ se aprovechó de estas dos ventajas. Comisionado por YouTube Originals Kids & Family en coproducción con France Télévisions, la serie de 26×5′ se mete en las salas de grabación de músicos legendarios, cuyas canciones dieron origen a géneros como el rock ’n’ roll, reggae o el electro pop.

‘Behind The Beats’

Craig Hunter, director global de los originales infantiles y familiares de YouTube en la época que el proyecto fue lanzado, destacó que ‘Behind The Beats’ tiene “todos los elementos necesarios para el co-viewing familiar” y que es ideal para padres que quieren ver algo junto a sus hijos que estos “realmente disfruten”.

Corinne Kouper

El show fue producido por la productora francesa TeamTO y 22D Music Group en alianza con France Télévisions. Corinne Kouper, VP senior de Producción y Desarrollo de TeamTO, comenta: “Nos fue pitcheado como una animación y nos encantó el concepto. Removía el problema de intentar conseguir las imágenes y asegurar sus derechos. Con la animación, eres libre de crear encuentros que sabes que existieron, pero de los que no tienes imágenes”.

“Descubrimos las vidas de estos jóvenes artistas cuando estaban comenzando, generalmente desde origines muy humildes. No tenían cámaras para grabarse, pero han escrito y hablado mucho sobre esos primeros pasos, por lo que los podemos recrear”.

“Imágenes reales de gente como Elvis Presley suelen ser viejas y en blanco y negro, por lo que la animación les brinda un diseño cool y atractivo para las audiencias de hoy. Estoy buscando más ideas en otros temas de las que podamos hacer animaciones. ¿Puede ser un recurso para presentar temas como el cambio climático, por ejemplo?”.

Otra productora independiente de Francia, Ikki Films, se está convirtiendo en especialista de este tipo de documentales, como con su premiado corto ‘Granny’s Sexual Life’.

La productora Alejandra Lopez, encargada del desarrollo de documentales de la compañía, señala: “Los directores y productores deben ser conscientes de que el uso de animación es caro y demanda mucho tiempo, por lo que debes estar seguro de que la película realmente lo necesita. En función de la duración de las secuencias animadas y las técnicas utilizadas, debes elaborar un plan financiero que lo pueda cubrir. Pero, a veces, estimar la duración de tu secuencia animada puede ser de lo más difícil de hacer, sobre todo cuando es un producto híbrido”.

“Una cosa que los avances tecnológicos nos están permitiendo hacer es crear técnicas de animación más accesibles para las grandes audiencias. Estamos alcanzando un cruce de caminos en el que los realizadores de documentales están más abiertos a experimentar con técnicas de animación y en el que los realizadores de animación están dispuestos a explorar temáticas documentales con propuestas interesantes”, opina Lopez.

Katie Bench

Katie Bench, ejecutiva senior de Ventas de la distribuidora británica Dogwoof, dice que “definitivamente hay un uso más amplio de la animación en los documentales como vehículo para la visión artística de los realizadores y no solo por necesidad”.

La compañía estuvo en Sundance 2022 ofreciendo la película ‘My Old School’, que mezcla entrevistas con los protagonistas y animaciones de sus excompañeros de clase.

“Los realizadores de documentales han estado usando la animación para contar sus historias desde hace años, como por ejemplo ‘Waltz With Bashir’ de 2008, que fue y sigue siendo un clásico”, agrega.

“Antes era menos frecuente y se usaba más que nada para contar temas históricos donde no existían imágenes o sobre lugares a los que los equipos no podían acceder. Ahora estamos viendo más documentales que usan la animación para crear estilos visuales particulares”.

“Por ejemplo, Jono McLeod, director de ‘My Old School’, utilizó un estilo similar al de la recordada serie de animación ‘Daria’, que se adaptaba a la época en el que estaba ambientada la historia y ayudaba a generar una fuerte sensación de tiempo y lugar”, explica.

‘My Old School’

“‘Flee’ ha disparado el interés por los documentales animados y en su caso la animación cumplió varios propósitos: preservar la identidad del protagonista, documentar sus memorias pese a la falta de imágenes y, por último, dotar a la película de un estado de ánimo, que pasa de la alegría, al peligro y a la tristeza”.

“Los documentales pueden ser mucho más efectivos al usar animación que presentando entrevistados e imágenes archivos, que siempre son importantes, pero que si se utilizan de manera incorrecta pueden dejar fríos a los espectadores”.

Para el veterano crítico y analista de documentales Peter Hamilton, sin embargo, las estrategias de los commissioners de las plataformas harán que este género siga siendo de nicho en la industria.

“La estrategia de los streamers para el género factual se basa en la trifecta del acceso único a historias increíbles sobre personajes reales e irresistibles. Piensa en Elton John o Bernie Madoff. No necesitan animación”, explica.

“Las historias de personajes dominan los cada vez más reducidos pipelines de las networks de TV paga. Mientras tanto, los broadcasters públicos favorecen documentes tradicionales con expertos y testigos”.

“¿La gran conclusión? Los contenidos de animación seguirán siendo un raro subnicho dentro del género documental”.

Clive Whittingham 28-07-2023 ©cveintiuno

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