Quien dio el sí a ‘La casa de papel’ hoy se guarda los capítulos de la temporada final de ‘This is Us’ porque no quiere que se acabe. Visionaria, respetada y de ideas muy claras, Sonia Martínez es una de las personas clave para entender el boom de la ficción española. Y cuando parecía que ya lo había producido todo, desde Buendía Estudios se anima con nuevos proyectos y renovada ilusión, para seguir ejerciendo su influencia como una de las líderes creativas de Iberoamérica.
Cuando en el futuro se hable de la era dorada que desde hace algunos años vive la ficción española, el nombre de Sonia Martínez será una referencia obligada.
Ella, y no Netflix, fue quien permitió que ‘La casa de papel’ lo cambiara todo. Aunque dirigió el área de Ficción de Mediaset España, su consolidación llegó a partir de 2006 cuando asumió como directora de Ficción de Atresmedia. Allí lideró una apuesta estratégica y decidida por las series de calidad. En realidad, las máscaras de Dalí llegaron a Antena 3 después de que títulos como ‘Gran hotel’, ‘Velvet’, ‘El tiempo entre costuras’ o ‘Vis a vis’ hubieran allanado el terreno. El mundo ya estaba preparado para terminar de fijar su mirada en la península ibérica.
Tras un período de transición en el que continuó en su rol en Antena 3 y sumó la dirección editorial de los recién creados Atresmedia Studios, a inicios de 2020 se despidió de la pantalla para meterse de lleno en Buendía Estudios, nuevo nombre que recibió el estudio de Atresmedia tras aliarse con Telefónica, ambos dueños al 50%.
Hoy, gracias a sus años como commissioner se coloca en una posición privilegiada a la que está sabiendo sacar partido.
En este tiempo, y con una pandemia de por medio, desde Buendía ya ha visto estrenarse más de una decena de series de ficción que van desde comedias como ‘ByAnaMilán’ y ‘Señor, dame paciencia’; a revivals como ‘El internado: Las Cumbres’, ‘FoQ: el reencuentro’ y ‘Los protegidos: el regreso’; pasando por series de época como ‘La cocinera de Castamar’ y ‘La templanza’; y dramas como ‘Heridas’, ‘Cardo’ y la exitosísima ‘Veneno’.
La líder de Los 100 de Cveintiuno ofrece su peculiar visión de una industria en la que “muchísimo trabajo” empieza a convivir con “mucha incertidumbre”.
En buena parte, tu trabajo sigue siendo elegir y producir series. ¿Cómo ha cambiado respecto a tus años en TV abierta?
No es lo mismo para nada. He pasado de ser cliente a ser proveedor. Es verdad que como directora editorial de Buendía tomo las decisiones sobre los proyectos que vamos a acometer, y eso también lo hacía en Antena 3, pero ahí se acaban las similitudes. Luego tengo que venderlos y producirlos con los permisos de los clientes. Lo bueno es que, como he estado tanto tiempo del otro lado, los entiendo muy bien. Es una ventaja sobre todo a la hora de ponerme en la piel del otro. A veces cuando estás con los creativos, ese vínculo con el cliente cuesta más.
Ahora sabes que como cliente a veces no sabías bien qué querías…
El “¿Qué estás buscando?” es una pregunta recurrente que muchas veces no tiene respuesta. ¿Qué quiero? Lo que quieres es un buen proyecto. Sí que miras al mercado y dices: esta tendencia me gustaría tocarla, o aquí hay algo de donde tirar, o a mi público le funciona bien esto… tienes tus directrices. Pero luego, no sabes. Te llega un proyecto que no encaja con esos parámetros, pero te sorprende y decides hacerlo. También depende mucho de quién te lo trae: hay gente en la que sabes que puedes confiar y en el folio ya sabes que va a haber algo. Y luego otra gente que, aunque te traiga una biblia súper desarrollada, te genera dudas. Hay un ejercicio de experiencia que ayuda mucho.
¿Cómo trabajan en Buendía la búsqueda de ideas? ¿Reciben proyectos o están ya saturados?
Sí que recibimos proyectos externos, pero la mayoría son proyectos que nacen del equipo de aquí. A mí me gusta que sea así. Luego ya para el desarrollo incorporamos equipo, pero tenemos una mesa creativa de la que surgen las ideas, ya sea fruto de las necesidades de los clientes, de las tendencias que vemos en el mercado, de la necesidad de alguien de contar una historia, de la sociedad misma…
O de las obras literarias… Buendía ya ha hecho y tiene en curso varias adaptaciones. ¿Es una búsqueda constante?
Sí. Las novelas son una fuente de ideas, y desde que algunas de esas obras se convirtieron en series y triunfaron, hay muchos autores que escriben ya pensando en vender su novela. A veces incluso está vendida antes de escribirla… Y además ahora no se tira solo de best-sellers, sino de idea pura y dura: aquí veo una idea, la voy a coger y desmontar. Esa es la madre del cordero. Hay libros que son cuestionables como obra literaria, pero que tienen dentro grandes ideas y ahí hay una fuente enorme de posibilidades.
Hablemos del ‘sello Buendía’. Han hecho proyectos arriesgados como ‘Cardo’ y otros más clásicos como ‘La cocinera de Castamar’. ¿Cómo trabajan ese balance? ¿Tienen alguna línea roja?
Tanto antes como ahora, siempre he tenido el pensamiento de que uno no puede cerrarse a nada. Hay muchas productoras a las que nunca llamarán para hacer una comedia, y eso es terrible porque hay una parte del mercado que no vas a tocar. Esa especialización en géneros por parte de las productoras siempre me ha parecido un error.
Por supuesto que hay géneros que cuestan mucho más que otros, pero no nos cerramos a tener el talento para llevarlos a cabo. Yo nunca diré: “No somos capaces de hacer esto”. Lo único que no seríamos capaces de hacer es algo que no le aporte demasiado a Buendía como estudio. A lo mejor puede ser un proyecto muy grande, pero en el que estamos como convidados de piedra. Nos cuesta no marcar nuestra impronta en los proyectos.
Para muestra, un botón: ¿qué tienen entre manos ahora?
En este momento estamos rodando ‘Las noches de Tefía’ y ‘Los protegidos: ADN’, estamos en la pre de ‘Camilo Superstar’, de la serie de Álvaro Carmona, que tiene como working title ‘Ana&’, y de una serie para Movistar+ que todavía no se ha anunciado. A la vez preparando la tercera temporada de ‘La unidad’. ‘Apagón’ ya está en montaje. Y luego en desarrollo de muchos proyectos, tanto en España como en Latinoamérica. En los últimos diez días nos han confirmado tres series.
A propósito de Latinoamérica, incorporaron a Ana Paula Valdovinos para liderar la producción en la región. ¿’Tan veloz como el deseo’ será el primer proyecto desde allá? ¿En qué etapa está? ¿Cómo es la sinergia entre ambos equipos?
Nuestra intención es crear contenido desde allí para allí. No vamos a hacer producciones españolas para llevar allí. Hemos anunciado la adaptación de ‘Tan veloz como el deseo’, de Laura Esquivel, que está en fase de desarrollo de guion. Y en este caso está pensado para México. Porque, además, en general las plataformas y los potenciales clientes lo que quieren es contenido local, no otra cosa.
¿O sea que ya queda desterrada la idea de que una serie es internacional si tiene personajes de distintos países?
Eso es mentira. Es decir, siempre ha sido desde lo teórico y conceptual, pero realmente no se ha llevado a cabo. Hay muchas veces que se hace un pudding, sobre todo pasa mucho en coproducciones europeas, que parece el chiste: un italiano, un francés y un español… Es verdad que hay historias que podrían transcurrir entre España y Latinoamérica de manera orgánica, pero cuando llegas con proyectos de ese tipo a las plataformas, no los quieren. Quieren contenido local. Y si viaja, viaja.
Llevas muchos años en este negocio y pareciera que lo has producido todo. ¿Qué te gustaría hacer que no hayas hecho? ¿Qué proyecto sueñas producir?
A mí me encantaría hacer un musical para la televisión. Casi lo estoy rozando, porque ‘Las noches de Tefía’ tiene una parte musical muy importante, pero es un concepto más amplio. A mí me encantaría hacer un musical sin tapujos ni vergüenzas: “Señoras y señores, esto es una serie musical”. Y no te creas que hay tanto. Hay algunas referencias, pero no se ha hecho el musical de la muerte que te quedes como loca. Ese ‘Moulin Rouge’ en serie. ¿Te imaginas? ¡Qué maravilla!
Y, con las plataformas, ¿hay más chances de que te lo compren hoy que antes?
No te creas. Al final, es muy parecido a lo que había antes, solo que ahora hay más players en juego. Pero hacer un musical es un riesgo y no estamos en la época de que se corran demasiados riesgos. Es una época más de pisar tierra firme. Ahora mismo hay mucha incertidumbre sobre cómo se va a quedar todo el panorama después de la explosión de fusiones y creaciones. Es verdad que estamos con muchísimo trabajo y que no sabes cuándo te vas a poder coger vacaciones, pero tengo la sensación de “ojo”. Hay algo raro en el ambiente.
Para terminar, ¿qué series te están gustando?
Me gustan cosas muy diferentes. Me muero viendo la sexta temporada de ‘This is Us’ y tengo una desazón porque se va a acabar, y dejo que se acumulen por lo menos dos capítulos porque si no me mata la ansiedad… pero a la vez me gusta una comedia maravillosa como ‘Hacks’, o ‘Better Things’, o ‘Mare of Easttown’, o ‘Succession’… Soy muy ecléctica.