MIPCOM: Varios productores y showrunners internacionales de contenido premium que han hablado esta semana en Cannes han celebrado que la industria televisiva esté recuperando el sentido común financiero y la cofinanciación, tras los “odiosos” excesos de gasto que se han producido en la última década.
“En Estados Unidos gastamos demasiado dinero en televisión. Algunos de los presupuestos de estas series me parecen francamente odiosos”, afirmó el showrunner Frank Spotnitz, CEO y productor ejecutivo en Big Light Productions.
“Es un despilfarro gastarse todo ese dinero en una serie. No es necesario. Se podrían haber hecho 10 grandes series por el dinero que se han gastado en algunas de estas mediocres series individuales, así que tener un poco menos no es necesariamente algo malo”.
Spotnitz expresó alivio por la resolución de la huelga del Writers Guild of America (WGA), que permitió “descongelar” todos sus guiones, así como una “parte significativa” del slate de Big Light.
Sin embargo, a pesar del acuerdo con el WGA y de la expectativa de que la huelga de actores concluya en el próximo mes, Spotnitz dijo que el apetito de los estudios y streamers estadounidenses por encargar contenido parece muy limitado.
“Todos esperábamos que cuando terminara la huelga hubiera una fiebre del oro: ‘Vale, volvemos al negocio, tenemos que recuperar el tiempo perdido’. Eso sencillamente no pasó. Todo el mundo espera que comience el nuevo año fiscal en 2024 y entonces empiecen a abrir sus presupuestos de nuevo”.
Lars Blomgren, head de Internacional en Media Res Studio (‘The Morning Show’, ‘Pachinko’), coincidió en que el aparente regreso a presupuestos más modestos y a la disciplina fiscal será beneficioso a largo plazo.
“Desde el punto de vista de la producción, el reto ha sido que, con tantas producciones, la calidad de los equipos ha bajado, los salarios han subido y ha sido muy fácil trabajar. En cierto modo agradezco que se esté produciendo esta corrección”, dijo.
Blomgren se incorporó a Media Res a fines del año pasado con la misión de desarrollar el negocio internacional de la compañía, utilizando plataformas y estudios estadounidenses como principales financiadores.
El ejecutivo estaba construyendo el slate de desarrollo y estaba a punto de dar luz verde a varios proyectos, pero la huelga de la WGA interrumpió todas esas conversaciones y le impidió cerrar los acuerdos. En consecuencia, cambió el foco al mercado europeo, donde ha estado trabajando en los últimos seis meses para poner en marcha proyectos.
Muchos han observado que el cambio en las prioridades empresariales supondrá un aumento de las coproducciones, lo que, según Blomgren, es “bueno para nosotros a este lado del charco porque así es como siempre lo hemos hecho”.
Los broadcasters europeos, que llevan años perdiendo cuota de audiencia frente a las grandes plataformas estadounidenses, están tomando medidas reforzadas para reunir sus recursos y competir con los streamers. La semana pasada, en el MIA Market de Italia, ocho pubcasters europeos (broadcasters públicas), entre ellas ZDF, NPO, SVT, YLE y NRK, lanzaron New8, un grupo que se compromete a financiar conjuntamente ocho coproducciones al año.
Blomgren dijo que la colaboración paneuropea es un “paso en la buena dirección”, pero advirtió que será un reto crear proyectos que funcionen en los ocho países.
Según Spotnitz, una posible ventaja para las cadenas tradicionales europeas es que los streamers no suelen hacer coproducciones entre territorios del continente.
“Es una oportunidad para los broadcasters terrestres tradicionales, porque me he dado cuenta de que los equipos de programación de las plataformas de streaming tienden a no cruzarse. Pero si eres France Télévisions, puedes hacer una coproducción con la televisión alemana, italiana o española, por menos de tres millones de euros la hora y puede ser un programa excelente. Es un ámbito en el que no es probable que entren las plataformas de streaming”, afirma.
Aunque el panorama de las comisiones tras la huelga aún no ha salido a la luz, muchos especulan que llevará a los buyers a buscar apuestas seguras.
Spotnitz sugirió que, en la mayoría de los casos, los ejecutivos de los estudios y streamers no están necesariamente encantados de recibir el encargo de desarrollar programas “menos arriesgados”. Sin embargo, no cree que sea necesariamente una estrategia a largo plazo de las grandes productoras estadounidenses.
“Se están dando directrices desde arriba que no necesariamente gustan… No se percibe mucho entusiasmo por esta dirección. Es sólo una retirada táctica y no creo que vaya a durar mucho”, afirmó.
