A medida que los streamers globales reevalúan su gasto en contenidos y se centran en el retorno de la inversión, la ficción en español podría proporcionar una forma rentable de entretener a audiencias internacionales amplias, atraer abonados y equilibrar las cuentas.
Ya es oficial: la desaceleración mundial de las adquisiciones ha llegado.
Después de casi un año escuchando a los ejecutivos de los estudios insistir en que no necesitaban ni tenían previsto reducir el gasto en contenidos, en los últimos meses de 2022 se produjo un cambio de actitud en los consejos de administración a lo largo y ancho de Estados Unidos.
Hoy, muchos empiezan a admitir lo que durante años no estaban dispuestos a decir públicamente: el nivel actual de gasto en contenidos es insostenible y, con toda probabilidad, se están haciendo demasiados programas de televisión.
Las previsiones respaldan este cambio de opinión. Según la empresa de investigación Ampere Analysis, con sede en Londres, el gasto global en contenidos aumentará sólo un 2% en 2023, frente al 6% de 2022, lo que supone el ritmo de crecimiento más lento de los últimos 10 años.
El auge de los contenidos de la última década ha sido una ola divertida pero, tras el enfriamiento de Wall Street con respecto al negocio del streaming, hay indicios de que el tren del SVoD amenaza con descarrilarse.
En 2023, los problemas del mercado de valores jugarán un papel importante en el comportamiento de los gigantes mundiales de contenidos, incluidos Disney, Warner Bros. Discovery, Netflix y Paramount Global. Lo admitan o no, los estudios y las empresas de streaming están ahora en modo de supervivencia, y sería absurdo que no lo estuvieran.
¿Qué significa esto para los productores de contenidos en Estados Unidos hispano, Latinoamérica y España?
Por un lado, sería lógico suponer que una actitud más cautelosa a la hora de adquirir contenidos por parte de los streamers pueda extenderse a todos los mercados fuera de Norteamérica.
Esto podría tener un impacto significativo en la cantidad de contenidos en español producidos en los próximos tres a cinco años. También reduciría significativamente el consumo de contenidos en español, simplemente porque la mayoría de los espectadores actualmente se encuentran en plataformas de streaming.
Pero la ecuación está lejos de arrojar solo resultados negativos. Por el contrario, enfrentados a un mercado de streaming desafiante y cambiante, los ejecutivos de contenidos hablan hoy menos de crecimiento de suscriptores y más de ROI -o retorno de la inversión-, un área en la que los contenidos en español brillan.
Obviamente, los presupuestos de producción de los programas rodados en América Latina y España son significativamente más bajos que en Estados Unidos o Reino Unido. Esto significa que aprobar programas provenientes de esas regiones y países es menos arriesgado. Pero esto es sólo una parte de la historia.
Un vistazo a las listas de series en lengua extranjera de Netflix revela otro aspecto sobre los contenidos en español como una inversión quizás más inteligente para los streamers en estos tiempos tan turbulentos.
Por ejemplo, la serie española ‘La casa de papel’ ocupa el segundo lugar, después de ‘El juego del calamar’, en la lista de los 10 estrenos televisivos en lengua extranjera más importantes de Netflix (en los primeros 28 días).
Tres temporadas diferentes de ‘La casa de papel’ marcan su presencia en esa lista (números dos, tres y cinco), mientras que la primera temporada de la ficción colombiana ‘Café con aroma de mujer’, un remake de la telenovela de los años 90, se sitúa en el número siete. A su vez, la tercera temporada de la serie española ‘Élite’ aparece en el noveno puesto, seguida del thriller mexicano ‘¿Quién mató a Sara?’ en el décimo. En total, un impactante resultado de seis series en español entre las diez primeras.
Aunque Disney+, HBO Max y Paramount+ aún no publican datos de audiencia, también están intentando resolver el rompecabezas de cómo crear un gran volumen de programas de gran calidad e impacto a un precio razonable.
Las tres están invirtiendo ya en el mercado de habla hispana, pero podrían convencerse de aumentar el gasto en la región en su búsqueda por obtener un mayor retorno de la inversión para cada proyecto.
Con más nubarrones previstos para la industria en los próximos 12 meses, incluida una posible huelga de guionistas en Estados Unidos a finales de este año, no debemos sorprendernos si los streamers empiezan a interesarse aún más por el contenido en español. Hacia allí es donde parece ir el dinero inteligente.