En Banff World Media Festival, varios jefes de producción y commissioners debatieron sobre la lucha por los derechos de contenidos factual y cómo la proliferación de streamers ha afectado el volumen de documentales que se están produciendo.
Si preguntas a cualquiera que trabaje en la industria de la televisión sobre la demanda actual de contenido, muy a menudo obtendrás la misma repuesta: el apetito nunca ha sido mayor.
Se trata de una opinión respaldada por impresionantes presupuestos anuales en contenido por parte de compañías como Netflix, Disney y Warner Bros. Discovery (WBD).
Pero esos presupuestos cada vez mayores no necesariamente desembocan en más hogares para el contenido documental, especialmente en un panorama que se ha consolidado tanto durante la última década, según Ari Mark, cofundador de Ample Entertainment, basada en Los Ángeles.
Mark habló en el reciente Banff World Media Festival en un panel junto a Miura Kite, SVP de Televisión Global de Participant Media; Mary Donahue, SVP de Desarrollo y Programación de History; y Howard Swartz, SVP de Documentales y Especiales para Canales Factual y Streaming en Discovery Channel.
Cuando se le preguntó si la proliferación de plataformas de streaming ha sido una bendición para los productores de documentales, Mark dijo que el aumento percibido en los encargos está sobrevalorado.
“Honestamente, por el tema de la consolidación, no creo que nos haya ayudado mucho”, dijo Mark, cuya compañía está detrás de series documentales como ‘The Invisible Pilot’ (HBO) y ‘Queen of Versailles Reigns Again’ (Discovery+).
“Sé que han aparecido ciertos streamers especializados, pero ¿cuántos programas están comprando realmente esos streamers? Parece mucho, pero, francamente, para nuestro negocio las luces verdes provienen principalmente de Warner Bros Discovery y A&E Networks”.
Kite estuvo de acuerdo en que la consolidación radical ha reducido drásticamente la cantidad de puertas a las que tocar. “Cuando comencé este trabajo hace cuatro años y medio, cubría 42 canales en Los Ángeles. Ahora son 16”, dijo, destacando el número cada vez menor de marcas que encarguen contenido en Estados Unidos.
El problema solo se intensificó con la congelación de los pedidos de muchos de los canales de factual bajo el paraguas WBD, mientras la compañía analiza cómo integrará los activos y las marcas de WarnerMedia y Discovery.
Durante el panel, se preguntó a los commissioners si los presupuestos para los grandes proyectos de documentales están aumentando.
Swartz, que supervisa tanto lineal como Discovery+, dijo que la llegada de la plataforma SVOD de Discovery ha significado que su equipo puede ser más agresivo y pagar más por los proyectos que cree que moverán la aguja.
“Hay muchas más bidding wars en curso, así que creo que para ciertos proyectos sí ha creado una demanda”, aseguró.
“Todos sabemos que por algunas películas documentales se está pagando más de 20 millones de dólares. El costo de hacer esos documentales ha aumentado bastante. Lo que diría, si vale la pena, es que daremos un paso adelante y pagaremos por lo que creemos que es la propuesta de valor. Seremos competitivos para los proyectos correctos”, dijo Swartz.
Si bien parte de la programación de documentales premium atrae suscriptores a Discovery+, Swartz señaló que el servicio lineal continúa dominado por series clásicas como ‘Gold Rush’ y ‘Moonshiners’.
En tanto, Donahue dijo que el canal de cable estadounidense History no ha visto aumentar sus presupuestos en los últimos años. “Tenemos precios estándar. Sabemos lo que queremos pagar por las cosas que van a funcionar en nuestra pantalla”, comentó.
Debido a la relativa escasez de compradores individuales, en el mercado actual hay un alto (algunos dirían que desproporcionado) grado de poder de negociación que recae en las entidades de commissioning. Y eso, a su vez, hace que sea aún más difícil para los productores conservar su IP.
Cuando la conversación giró inevitablemente hacia quién se queda con la IP, Mark argumentó que “la situación de los derechos en Estados Unidos es un desastre para los productores”.
“Es una pesadilla porque el 99,9% de las veces la respuesta es simplemente ‘no’. Honestamente, no hay nada que podamos hacer al respecto más que entrar con alguna ventaja”, dijo.
La serie de HBO ‘The Invisible Pilot’ es un raro ejemplo en el que Ample Entertainment “sí mantuvo los derechos”, contó Mark. Pudo hacerlo porque ya había rodado un tercio del proyecto antes de presentarlo a HBO, y el director de ‘Don’t Look Up’, Adam McKay, ya estaba en el proyecto.
El modelo “no es para todos”, advirtió Mark, ya que implica aportar una parte significativa de la financiación en proyectos que podrían no conseguir una pantalla. “Es un poco aterrador”.
Sin embargo, Ample Entertainment está cada vez más dispuesta a arriesgar en proyectos con un fuerte potencial. “De lo contrario, literalmente todos los meses vuelves a la pizarra en blanco, lo cual está bien de todos modos porque estás volviendo a la pizarra en blanco con un nuevo programa. Pero una vez que ese programa termina, se termina. Nunca sucedió”, opinó Mark.
Como suele suceder, los commissioners del panel dijeron que la situación en torno a los derechos no está completamente cerrada, y ambos señalaron que estaban abiertos a las coproducciones.
Donahue dijo que, como norma, la compañía madre de History, A+E Networks, busca encargar del todo los contenidos y quedarse con los derechos.
Pero hay esperanza para los productores si son capaces de llegar con el paquete correcto, afirmó. “Vivimos en un universo cambiante y ahora estamos abiertos a explorar coproducciones. Lo evaluamos caso por caso, dependiendo del proyecto. No cerramos las puertas a los negocios”.
Swartz coincidió, y señaló que Discovery está “100% abierta a las coproducciones, especialmente en el terreno de historia natural, porque son increíblemente costosas de hacer y viajan bien a nivel mundial”.
Asumir riesgos de forma medida seguirá siendo clave para los productores que quieran retener los derechos, sostuvo Mark. “Si no nos arriesgamos, estamos muertos”, agregó. “Nuestro trabajo consiste en tratar de averiguar qué riesgos tomar y esperar que los compradores respondan a ellos”.
Sin embargo, esa toma de riesgos debe equilibrarse con algunos proyectos más seguros que ayuden a pagar las cuentas. Mark afirmó que un “negocio saludable de series” sigue siendo la base financiera de su productora y le da a Ample Entertainment el respiro necesario para asumir riesgos en proyectos más audaces y atrevidos.
“A menos que cambie el modelo de negocio, lo cual no creo que vaya a suceder pronto, esa es la única forma de hacerlo. Tienes que hacer ambas cosas al mismo tiempo”, terminó.