Ramón Campos: “Es ingenuo crear series sin analizar las audiencias”

Ramón Campos, consejero delegado de Bambú Producciones desde la salida de Teresa Fernández-Valdés, advierte que si el audiovisual español descuida su llegada al “gran público” puede perder los avances logrados en los últimos años.

‘Las chicas del cable’

A Ramón Campos (Galicia, 1975) le gustan mucho los ejemplos. Y, últimamente, también las advertencias.

Es que, aunque España esté viviendo probablemente el mejor momento de su historia a nivel audiovisual, Campos, uno de Los 100 de Cveintiuno por su indudable aporte al audiovisual de habla hispana, percibe una tendencia alarmante: las series españolas se olvidaron del gran público y ya no viajan tanto como antes.

“Y si no tenemos repercusión internacional, si nuestras series dejan de viajar y de ser rentables en el mundo, el efecto que conseguiremos con la ficción española, que atrajo a todas las grandes plataformas, se puede revertir”, opina.

Ramón Campos

“Esto me preocupa como industria”, agrega el productor, que en 2007 cofundó Bambú Producciones junto a Teresa Fernández-Valdés.

Desde entonces, la compañía se ha posicionado como una de las productoras más exitosas de la industria televisiva española, con hits melodramáticos como ‘Gran reserva’, ‘Gran hotel’, ‘Velvet’ y ‘Las chicas del cable junto con otras series de temáticas y propuestas narrativas más arriesgadas como ‘Fariña’, ‘El caso Alcàsser’, ‘En el corredor de la muerte’ o la reciente ‘Nacho’.

Participada por la francesa Studiocanal desde el 2016, la productora española fue noticia en marzo de este año por la salida de Teresa Fernández-Valdés, que provocó un reacomodo en su accionariado: Studiocanal adquirió las acciones de Fernández-Valdés y Ramón Campos fue nombrado como consejero delegado.

Esta nueva etapa de la compañía, explica Campos, seguirá una línea “continuista” con proyectos en cine, series, docuseries y planes de retomar el entretenimiento.

Efectivamente, la productora ya tiene anunciados proyectos como ‘Nosotros Podemos’ sobre la creación del partido político español Podemos, la adaptación del libro ‘Asalto al Banco Central’, una serie de ficción junto a Netflix sobre el caso Asunta (que la propia Bambú ya trató en formato docuserie) y la serie bilingüe ‘Land of Women’ para Apple TV+ junto a Eva Longoria, además de tener actualmente al aire la serie diaria ‘La promesa’, que viene cosechando excelentes índices de audiencia para RTVE.

“También estamos en otro proyecto para Netflix, una serie documental para Amazon, algo con HBO y un proyecto con Canal+ Francia que si sale va a ser muy llamativo”, agrega en diálogo con Cveintiuno Ramón Campos.

Llevas unos años siendo muy crítico con el momento actual del audiovisual español. ¿Tan mal está?

No soy tan crítico con el audiovisual, pero lo que intento hacer ver, y por eso levanto la voz, es que venimos en una tendencia de no mirar de cara al público, de no hacer series pensando en el gran público.
Lógicamente que las cosas no se acaban de un día para el otro ni empiezan de un día para el otro. La llegada de las plataformas a España y la explosión del audiovisual español fue una consecuencia de muchos años de trabajo de muchas productoras. Eso produjo que llegaran Netflix, Amazon, Apple y otras.

Y hoy siento que las series españolas viajan menos hacia Latinoamérica y el mercado hispano de Estados Unidos. Soy consciente de que estamos viviendo un momento diferente, en el cual hay muchas plataformas y muchas series, pero los grandes eventos de series que tuvimos en España, la mayoría, vienen de aquella época, como ‘La casa de papel’ o ‘Élite’.

Y a lo que me refiero con esta advertencia es: tengamos cuidado, porque si no tenemos repercusión internacional, si nuestras series dejan de viajar y de ser rentables en el mundo, el efecto que conseguiremos con la ficción española, que atrajo a todas las grandes plataformas, se puede revertir.

¿Y cuál es la receta para para cambiar esta tendencia?

No digo que haya que dejar de hacer series de nicho o de autor, pero sí hablo de promediar. Tenemos que volver a hacer series que conquisten el mundo. Hay un ejemplo muy claro en el Top 10 de Netflix. Las series que se están colando son series que vienen del abierto, como ‘Entrevías’, ‘El príncipe’ o ‘Aquí no hay quien viva’. Son series con vocación muy mainstream, y creo que no es casualidad. Son creadas y pensadas para el gran público. Y viajan mejor que las series de autor.

Pero para eso precisamos más datos. En la TV nosotros veníamos con análisis de audiencia muy profundos para crear las series. Yo cuando creé ‘Gran reserva’, ‘Gran hotel’, ‘Velvet’, o ‘Las chicas del cable’ lo hice analizando la audiencia. Y creo que hablar de cómo se crea una serie de esa manera, incluso un poco de laboratorio, no es malo, es bueno. Porque te permite hacer industria. No se hacen coches o casas así nada más. Hay un urbanismo, una forma de hacerlas, una investigación, se hace un análisis del mercado. Creo que nosotros tenemos que hacer lo mismo. Y si no lo hacemos, creo que estamos siendo un poco ingenuos. Y esa ingenuidad divide nuestra profesión entre el arte y la industria.

‘El caso Alcasser’

El acceso a los datos de las plataformas es uno de los grandes reclamos de la industria. ¿Cómo calza eso con lo anterior?

El algoritmo lo utilizan las plataformas internamente y entiendo que muy bien. Pero los productores no tenemos acceso. Nos fiamos de lo que nos dice el ejecutivo cuando vamos a vender. Claro, yo cuando hacía ‘Velvet’ no hacía eso. Yo llegaba con una serie que estaba pensada para las necesidades de la cadena en ese momento. Por lo tanto, creo que tenemos que empezar a analizar que, si no tenemos los datos de audiencias, no podremos crear buenos contenidos. Ahí es donde nos vamos a hacer fuertes de nuevo. Eso es considerar el audiovisual como una industria. Y sé que mucha gente ve esto de manera despectiva. ¿El audiovisual es un arte? Bueno, yo creo que es una industria primero y dentro de la industria luego aparece el arte.

Siempre le pongo a mis guionistas el ejemplo de las bombillas. El mundo se ilumina por bombillas, pero nadie se para a mirar una bombilla. Se fabrican, se ponen en las casas y en las calles y gracias a eso podemos salir de noche. Y de vez en cuando nace una bombilla que es una obra de arte y que merece estar en un museo. Pero para que esté en el museo, ¿qué necesita? ¡Otras bombillas que la iluminen! Si todos queremos hacer bombillas para museos, es muy posible que no iluminemos el mundo. Vamos a hacer bombillas preciosas, increíbles, que las admiraremos, pero solo durante el día, porque por la noche estaremos a oscuras. Eso es lo que tenemos que intentar trasladar a nuestra audiencia. Señores, ¿cuántas series hacemos al año? ¿87? ¿No está bien que 60 sean para intentar establecer una industria que sea híper rentable para nosotros, para las plataformas, y que luego haya algunas que sean de autor, maravillosas, pero que se hagan gracias a los beneficios que conseguimos con las otras?

Además de los productores, ¿deberían los commissioners de plataformas y canales hacer también una autocrítica por el tipo de contenidos que se están encargando?

Yo no diferenciaría a ejecutivos de productores y guionistas. Somos una industria y como industria nos movemos todos a una. Si no se hacen las series es porque nosotros no las presentamos, ellos no las encuentran o no las piden y los guionistas no las crean. Al final es una concatenación de cosas. Pero tengo la impresión de que es reversible todavía esta tendencia que estamos llevando.

¿Qué tipo de bombillas hace Bambú? La productora es reconocida sobre todo por sus melodramas, una etiqueta que siento que últimamente se han intentado quitar…

Para nosotros es muy importante promediar. Nosotros al mismo tiempo que hacíamos ‘Las chicas del cable’ estábamos haciendo ‘Fariña’. Al mismo tiempo que ‘Alta mar’, ‘El caso Alcàsser’. Y si yo puedo hacerlo, ¿por qué no podemos hacerlo todos? Esto lo hablo como un compromiso con la industria. A mí me quedarán 10 años de trabajo, pero me encantaría dejar una industria audiovisual española muy fuerte. No me gustaría decir, ¿os acordáis cuando el audiovisual español explotó?

Mucha gente entiende esto como una crítica a mis compañeros, y no es así. Yo hago una reflexión y me incluyo. Y si yo lo pensase de una forma egoísta, no lo contaría. Lo digo porque creo que todos como industria tenemos que ir ahí, tenemos que promediar. Haremos series que ganarán muchos premios y otras que no tanto, pero que se verán de forma masiva. Creo que ahí es donde tenemos que vivir.

‘Fariña’

‘Now and Then’, ‘Land of Women’… ¿Funcionan las series bilingües?

Tengo la sensación de que los intentos que hemos hecho no han sido correctos. En el caso de ‘Land of Women’ creo que hemos dado más en el clavo. En ‘Now and Then’ lo intentamos de una forma muy natural. Era en Miami, con personajes latinoamericanos, pero creo que intentar llegar a todo el público a la vez es difícil. En ‘Land of Women’ la idea es ir a un público muy concreto, que es femenino e hispano. Y a partir de ahí viajar al resto el mundo.

Ambas series apuntan claramente a Estados Unidos hispano. ¿Para cuándo una con América Latina?

Mira que lo intento, pero no es fácil. Estamos cerca de conseguirlo, pero no ha sido especialmente fácil en estos años. Las plataformas estaban llegando y estableciéndose en cada país, y lógicamente tenían que producir de forma local. Ahora creo que es el momento para encontrar esos viajes. ViX es un gran vehículo para encontrar ese término medio. ‘Las pelotaris 1926’ es un buen ejemplo. Y nosotros estamos ahora intentando arrancar una coproducción así y estamos hablando con ViX con esa intención.

Hace semanas que solo se habla de la inteligencia artificial (IA). ¿Crees que puede impactar en el modo en el que se escriben y producen las series?

Yo creo que sí. Está pasando y va a pasar. No tiene sentido ninguno mirar para otro lado o decir que esto no va a pasar. La evolución vino con el cine sonoro, la radio, el color, la televisión. Vino con todo. O al final asumimos que esto va a impactar en nuestra forma de crear y producir, o nos encontraremos con ello de cara. Es mejor caminar a su lado. La IA, ahora mismo, ya es una gran herramienta en todo lo que tiene que ver con el mundo de la dirección de arte. Eso ya ha cambiado. Hasta hace poco, si querías que se viera en plano un cuadro de París del siglo XIX, tenías que contratar a un pintor que te lo hiciera. Ahora le dices a la IA que quieres un cuadro estilo Renoir y te lo va a crear, te va a dar uno. También está influyendo en los doblajes. Creo que tenemos que asumirlo y utilizarlo como algo bueno, no como algo peligroso.

¿Y en guion?

Hemos hecho pruebas, pero ahí creo que el ser humano todavía lleva ventaja. Pero ¿quién nos iba a decir hace solo dos años que un programa nos iba a dar imágenes como si fueran pintadas por Leonardo Da Vinci y pudieras dudar de si eran reales o no? Así que, aunque ahora mismo por las pruebas que he hecho todavía no es muy efectiva en guion, viendo cómo está evolucionando, estoy seguro de que va a pasar antes de lo que esperamos. A partir de ahí habrá cuestiones a las que no llegará y habrá otras que nos sorprenderán.

Gonzalo Larrea 25-05-2023 ©cveintiuno

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