El CEO de Brutal Media y expresidente de la Federación de Productores Audiovisuales (PROA) de España se posiciona con respecto al debate sobre la retención de IP en el país. “El mercado está cambiando a una velocidad de vértigo y hay que estar muy pendiente de lo que el mercado necesita. Uno no puede ponerse en contra”, opina.
La productora española basada en Barcelona Brutal Media pasa, según asegura su CEO, por “un buen momento”.
Acaban de estrenar con éxito la serie original de Netflix ‘Bienvenidos a Edén’ -ya renovada por una segunda temporada-, a la que se suma la aún en producción ‘El club de los lectores asesinos’, un slasher español que se verá como una película original de Netflix.
Paralelamente, la productora trabaja en varios proyectos en camino, entre los que aparecen películas, series, unscripted, documentales y animación, un nuevo género para la empresa al que desembarcan con una franquicia ya reconocida.
“Estamos trabajando en nuestra primera animación con un reboot de ‘Las tres mellizas’, una serie de hace 20 años que tuvo muchísimo éxito y que estamos readaptando. Ya tenemos prácticamente la financiación cubierta y empezaremos la producción muy pronto”, detalló a Cveintiuno Raimon Massllorens, CEO de Brutal Media.
Creada en los años 90 por Roser Capdevila y vendida en su momento a más de 100 países, ‘Las tres mellizas’ contará ahora con una estrategia 360 que incluirá, además de la serie de 52 episodios, líneas de negocio de merchandising y de publishing de libros.
El proyecto ya cuenta con la presencia de TVE, TV3 y coproductores en Italia y Portugal. “Y estamos hablando también con Alemania”, agregó Massllorens. La primera tanda de 26 episodios de la serie estará pronta para dentro de un año y medio, estimó el productor.
Así, de los tres proyectos públicos de Brutal, dos son originals (‘Bienvenidos a Edén’ segunda temporada y ‘El club de los lectores asesinos’) y uno es una coproducción (‘Las tres mellizas’).
Para Massllorens, y pese a las voces críticas con respecto a la dificultad de retener IP con las plataformas, ambos modelos tienen sentido.
“Yo hasta hace un año era el presidente de PROA (Federación de Productores Audiovisuales) y este era el tema que siempre, constantemente, estábamos discutiendo. Y ahora puedo dar mi opinión personal, no institucional, y es que creo sinceramente que aquí se ha sido demasiado tremendista”, opinó el productor.
“El mercado está cambiando a una velocidad de vértigo y bajo mi punto de vista hay que estar muy pendiente de lo que el mercado necesita. Uno no puede ponerse en contra”.
Según Massllorens, de hecho, el valor del IP en este escenario tan cambiante también es relativo.
“Yo no creo que dentro de 10 años se vayan a vender tanto las cosas de hoy, sino que hay tanto consumo que constantemente se necesita hacer cosas nuevas”.
“Dicho esto, por supuesto que hay que proteger al productor, nunca diré lo contrario. Hay que defender la IP, la posición del productor, pero también hay que defender a estas plataformas y a estos estudios que están llegando. En cualquier caso, el trabajo de un productor es producir, y luego puede haber muchas formas de producción. Mientras se respete el trabajo del productor y el autor, yo creo que aquí no debería haber ningún problema”, completó.
Efectivamente, la coproducción es uno de los caminos que Brutal Media está actualmente transitando, con el foco puesto sobre todo en Latinoamérica.
“Nuestra prioridad es América Latina, sin lugar a dudas. Estamos buscando alianzas en México y planteándonos hacer algo para el mercado latino de Estados Unidos”.
“Estamos buscando alianzas con productoras de allí porque tenemos un proyecto muy grande que solo se puede hacer con empresas de América Latina. El mercado latino es algo importante y con mucha capacidad de crecimiento todavía”, añadió.
Más productores ejecutivos, menos productoras
Mirando al futuro, de acuerdo con Massllorens, uno de los desafíos a los que se enfrentará el sector es la posible desatomización del mercado y la desaparición de algunas productoras pequeñas.
“La globalización lleva a que tú también estés compitiendo desde Barcelona o Madrid con una empresa similar de Francia, Italia o Alemania que hace unos productos similares a los tuyos. Y al final Netflix puede producir un número limitado de series. Competimos todos”, comentó.
“Con lo cual yo creo que las empresas productoras deberían ser más fuertes y me da miedo que las productoras un poco más pequeñas puedan sufrir. Porque no me imagino a las plataformas grandes trabajando con 500 productoras a la vez. Creo que van a escoger un poco más”.
Aunque negativo, dicho escenario podría conducir a una idea que Massllorens sí que defiende: la aparición de más productores ejecutivos sin productora detrás.
“El mercado puede absorber productores ejecutivos freelance que se attachen a una productora para un producto en concreto. No hace falta que cada productor monte una productora. Ya hay productoras que están bien, de un tamaño mediano, grande, que pueden tener trabajando tantos productores ejecutivos como sea”.
“A productor ejecutivo se puede llegar de muchas maneras. Puedes ser guionista, productor, talento. Con lo cual no hace falta que cada persona que tenga un proyecto vaya a una plataforma a presentarlo. Vas a la productora y a nivel económico ya encontraremos una fórmula en la que todos puedan estar bien”, terminó.
