Inci Gulen Oarr, CEO de la productora turca Stellar Yapim y creadora de fenómenos como ‘Elif’ y ‘Omer: Sueños robados’, analiza los motivos y las claves detrás del impresionante crecimiento que está atravesando la ficción diaria en Turquía.
Como productora basada en Estambul, es gratificante ver cómo el mundo sigue queriendo ver más y más dramas turcos. Y también ver que estos se están volviendo más diversos, con formatos y subgéneros nuevos cada temporada. Pero estos días, la tendencia por la que más me preguntan resulta ser una especialidad mía: las series diarias.
La ficción diaria es la categoría de mayor crecimiento dentro de los dramas turcos. En este mismo momento del año pasado, había tres series diarias al aire. Hoy hay ocho, y casi una docena más en producción. Si eres un comprador de contenido turco, seguramente hayas notado un aumento en la cantidad de ‘dailies’ que se ofrecen.
Y esta explosión no tiene que ver con la demanda del mercado interno turco. Es el mercado internacional el que está impulsando el crecimiento. Las ficciones diarias turcas funcionan mejor fuera de Turquía que dentro, y lo hacen por los mismos motivos que llevaron al boom de los dramas de prime time: altos valores de producción, impacto emocional y la belleza de sus actrices y actores. Como todos los dramas turcos, los dailies tienden a girar en torno al romance, la familia y el suspenso.
Claro que las series diarias también son menos costosas que sus compañeras semanales, y ahí radica buena parte de su éxito. Bien hechas, son capaces de ofrecer historias con altas dosis de emoción en un paquete family-friendly que funciona en casi cualquier slot. Los fans de los dramas turcos encuentran allí lo que esperan, y los ratings lo demuestran. Y para las cadenas, las ficciones diarias pueden tener un valor increíble, especialmente aquellas de larga duración que siguen funcionando semana tras semana.
Los dailies han florecido porque tienen un gran track record a nivel internacional. Eso no pasaba hace una década, cuando en Turquía se grababan a bajo costo en tres o cuatro estudios y con elencos pequeños. Se parecían mucho a las soap operas de cualquier otra parte del mundo, y las ventas internacionales no eran un factor en la ecuación.
Hoy la película es totalmente diferente. Los dramas diarios tienen valores de producción muy altos, y se ruedan en escenarios auténticos: podrías descubrir de 15 a 20 locaciones reales distintas en un solo episodio. Y, aunque la mayoría de los personajes suelen ir a intérpretes nuevos, los elencos son muy grandes y las actrices y actores son siempre hermosos. Actualmente, no es raro que las estrellas del prime time comiencen su carrera en los dailies.
Sin embargo, pese a que las mejoras en presupuestos y niveles de producción hacen que las series diarias turcas se parezcan mucho a las de prime time, existen algunas diferencias importantes.
Incluso más que las de horario estelar, en los dailies todo pasa por el melodrama. Los personajes y las emociones son mucho más importantes que la trama. Los espectadores vienen a una serie diaria en busca de catarsis. Y por eso tantos dailies son tragedias. Una serie semanal puede ser muchas cosas pero, a mi entender, una diaria solo puede triunfar si transmite emociones.
Puede parecer una fórmula simple pero, en la era de la TV premium en la que vivimos, los dramas diarios funcionan mejor de lo que podríamos esperar. La longeva ‘Emanet’ (‘Legacy’) figura sistemáticamente en el Top 10 de dramas turcos de Parrot Analytics. ‘Omer: Sueños robados’ (‘Wounded Birds’) rompió récords en su emisión en Colombia. El contenido de ‘Kan Cicekleri’ (‘Flowers of Blood’), estrenada el pasado febrero en Turquía, ya acumula más de 2.000 millones de visualizaciones en TikTok.
Las diarias son la contraprogramación definitiva para las ficciones complejas, de ritmo acelerado y moralmente ambiguas. Y funcionan porque permiten a los espectadores escapar a un mundo más simple, de más calma, donde los héroes son buenos, los malos son fáciles de reconocer, y los problemas modernos dejan paso a historias universales.
Como todo, algunos dramas diarios turcos son más exitosos que otros. Para diferenciarlos, diría que confíes en tus ojos y sigas tu corazón: los valores de producción deben ser fuertes (no hay necesidad de conformarse con sets baratos o pocas locaciones); los actores, bellos; y los personajes, convincentes. Pero, sobre todo, un buen daily debe moverte. Si no te da emociones, probablemente tampoco te dé una audiencia.