Los productores de contenido factual en Canadá esperan ansiosamente conocer el desenlace de Corus Entertainment, que trabaja para ajustar sus deuda y pagar sus compromisos ante el deadline que se aproxima esta misma semana.
La compañía con sede en Toronto, propietaria del canal Global y un portafolio de canales de TV paga, tiene hasta el final de este mes para renegociar convenios de deuda y términos de pago frente a sus acreedores, a la vez que intenta reducir su deuda de C$ 1.060 millones (US$ 780 millones).
En caso de no poder reorganizarse, Corus estará forzada a buscar protección crediticia, que en Canadá permite a las empresas evitar la bancarrota, reestructurarse y trabajar para poder pagar las deudas a sus acreedores.
También existe la opción de que sus acreedores puedan forzar un receivership (fondo de gestión), lo que implicaría que la compañía sería absorbida por un grupo gestor para su posterior venta.
Aunque ambas opciones tienen implicaciones para el sector unscripted de la producción canadiense, esta última marca un escenario aún más pesimista para las productoras independientes con las que Corus tiene deudas.
La esperanza entre la mayoría de la industria canadiense es que Corus pueda reformular sus deudas y aligerar su operación para poder continuar trabajando.
La compañía mientras tanto ha lanzado señales confusas. En un diálogo con sus inversores el mes pasado, el co-CEO John Gossling comentó que la intención de la compañía es “buscar activamente opciones” para afrontar su deuda y renegociar los términos.
A la vez, sin embargo, dejó caer que es posible que la empresa se acoja a la protección del estado, frente a las preguntas de los analistas sobre sus resultados en el tercer trimestre.
Debido a los recortes y a la caída de los ingresos de publicidad, las dificultades de Corus Group se han ido acumulando en los pasados 18 meses, cuando su acción bursátil se hundió hasta los 50 céntimos canadienses por acción a inicios de junio.
Sin embargo, la situación se deterioró aún más cuando Corus reveló que sus acuerdos de derechos con Warner Bros Discovery para marcas como HGTV y Food Network no serían renovados y que su empresa rival Rogers Sports & Media se los quedaría.
Dichas noticias empujaron las acciones de Corus en caída libre, llegando a estar a diez céntimos la acción durante el inicio de este mes.
Hoy, la acción se sitúa en 14 céntimos por acción.
La perspectiva de acogerse al plan de protección estatal de Canadá es una preocupación importante para las productoras que sirven de contenido a Corus, que es uno de los mayores commissioners de contenido de arquitectura de interiores, estilo de vida y programas culinarios. Su marca Corus Studios, financia y comisiona un gran número de series para su cadena especializada HGTV Canadá y Food Network Canadá, entre otras.
Debido a cómo funcionan los sistemas de pago en Corus, la compañía a veces no completa el pago a sus productores hasta 12 o 18 meses después de la entrega del último episodio.
C21 ha sabido que algunas productoras tienen deudas de cientos de miles, incluso millones, sobre los próximos dos años, sobre la base de proyectos que ya han sido entregados a Corus.
Los productores canadienses de unscripted de todos los tamaños están preocupados, pero las pequeñas empresas con pocos proyectos están mucho más expuestas.
“Todos estamos bajo un riesgo muy alto”, comentó un productor a C21 que prefirió quedar en el anonimato. “Si finalmente se acogen a la protección estatal o al receivership, podría ser la bancarrota para productores de todo el país”.
Hay que saber que la estructura de pagos de Corus no es atípica en el mercado canadiense. La compañía comentó que sus condiciones de pago son “similares a las condiciones de otras cadenas canadienses, e incluso más generosas que muchos streamers internacionales”.
Mientras grandes preguntas se ciernen sobre el futuro de Corus, C21 entiende que, internamente, la compañía está intentando el desarrollo de ciertos productos y que el mensaje a los productores es que siguen trabajando “business as usual”, listos para sobreponerse a esta tormenta.
Sin embargo, debido al alcance de sus retos fiscales, los bancos son reacios a prestar cualquier dinero a Corus. C21 ha oído de numerosas fuentes que algunos de los bancos, incluyendo el National Bank, no financiarán nuevos proyectos de Corus en esta situación, debido al calado de su situación financiera.
La compañía ha entrado en reducción de costes durante los último 18 meses, retirando figuras importantes de su equipo de contenidos y vendiendo su empresa de software de animación Toon Boom el verano pasado. Esos esfuerzos han aumentado estos últimos tres meses.
En ese tiempo, la compañía ha sustituido a su CEO Doug Murphy con los co-CEOs Goosling y Troy Reeb, también ha eliminado los puestos de vicepresidente ejecutivo y chief revenue officer; ha vendido su parte mayoritaria en la productora Aircraft Pictures a sus fundadores, e incluso cancelado ‘Big Brother Canadá’ después de 12 ediciones; y ha rescindido su equipo de desarrollo en el estudio Nelvana de contenido infantil. También, en el último mes se comentó que la empresa prescindirá de 300 trabajadores antes de que acabe el mes de septiembre.
El objetivo de esos profundos recortes es “emerger como una empresa pequeña y rentable, con un futuro sostenible”, comentó Goosling el mes pasado.
Otra posible salida para Corus y evitar la protección estatal sería encontrar un comprador.
Desde hace años ha sido un secreto a voces que Corus está en el mercado, aunque ninguna venta se ha llevado a cabo. Dada la situación financiera de Corus, su valoración en el mercado ha caído hasta los C$ 27,5 millones (US$ 20,38 millones).
Como resultado del interés de Rogers Sports & Media en tomar los derechos de HGTV, Food Network, Magnolia y Cooking Channel, a la vez que Bravo (de NBCUniversal); se ha especulado con que la empresa matriz, Rogers Communications, pueda hacer un intento de adquirir toda, o parte, de Corus en una operación rápida.
Más recientemente, se ha rumoreado que la firma de telecomunicaciones basada en Quebec, Quebecor, también estaría interesada en Corus.
De una forma u otra, la industria canadiense está mucho más cerca de conocer el futuro de Corus en los próximos diez días.