Productores y players de la industria audiovisual británica han expresado sus preocupaciones por la posible sobreabundancia de estudios en el Reino Unido, que podrían agravar la crisis que ya atraviesa el sector.
Es que los estudios físicos para la producción audiovisual se han triplicado en la región en los últimos tres años y, de continuar con el ritmo actual de expansión, se espera que para finales del próximo año el Reino Unido sea segundo a nivel mundial en estudios, solo por detrás de Hollywood.
Las advertencias se dan durante la misma semana que una joint venture entre Fulwell 73 y la firma de inversiones londinense Cain International anunciara la construcción en el Noreste de Inglaterra de los Crown Works Studios con una inversión de US$ 577 millones.
Sin embargo, cada vez hay más voces que advierten sobre esta sobreabundancia, como el ex BBC y veterano de la producción de realities Jonathan Glazier (‘Asia’s Got Talent’).
“La industria de la televisión está en estado de colapso. La caída de los ingresos por publicidad es terminal y permanente. Es verdad que los streamers internacionales están encontrando grandes audiencias internacionales, pero a expensas de la producción local. Más gente ve menos producciones”, comentó Glazier.
“Muchos de nosotros observamos el nivel de inversión en espacio para estudios y nos preguntamos si estamos siendo testigos de un auge inmobiliario de estilo chino, creando complejos de estudios equivalentes a ciudades fantasmas”, agregó.
Glazier, que acaba de firmar la petición pública titulada “Jeremy Hunt Lied To Parliament – UK TV Production Is Dying – Help Save It” (Jeremy Hunt mintió al Parlamento – La producción televisiva del Reino Unido está muriendo – Ayúdenos a salvarla), agregó que el crédito fiscal no es suficiente para salvar a una “industria televisiva enferma” y que el presupuesto presentado por el canciller Hunt es una muestra más de que el gobierno “está fuera de contacto” con la realidad.
Glazier se refiere al plan para ofrecer aún más alivio fiscal a la producción televisiva y cinematográfica premium hasta 2034 presentado por Hunt al parlamento y que fue muy bien recibido por la industria televisiva británica en medio de los recortes publicitarios y la pronunciada caída de los encargos de nuevas producciones.
La petición firmada por Glazier, que ya cuenta con 2.500 firmas, fue iniciada por el productor de series Dominic Pisani.
La misma rechaza las valoraciones realizadas por Jeremy Hunt sobre la salud del sector y califica al 2023 y al 2024 como “los peores tiempos para la industria de la TV británica en la historia reciente”.
“La industria está de rodillas con miles de trabajadores de la televisión, en todos los niveles, que no han podido conseguir trabajo durante los últimos 12 meses y que hoy siguen sin trabajo. Se está produciendo una fuga masiva de cerebros: los trabajadores de la televisión no pueden ‘sobrevivir hasta el 2025’ y, por lo tanto, abandonan la industria en masa para buscar empleo estable en otros lugares, simplemente para alimentar a sus familias”, señala la petición.
“Imploramos al gobierno, al canciller y al Departamento de Cultura, Medios y Deportes que aborden esta crisis, reconozcan que la industria se encuentra en medio de un reinicio importante y trabajen con la comunidad independiente, las productoras y las cadenas para encontrar formas para abordar esta crisis juntos”, agrega.
Entre las soluciones propuestas por la petición están la implementación de becas, nuevos modelos de commissioning y el intercambio de información con otros países europeos para “salvar esta industria que supo ser líder mundial, antes de que sea demasiado tarde”.
Efectivamente, un estudio reciente del gremio de TV y cine Bectu puso en evidencia una crisis laboral en el sector, especialmente para los freelancers, que están llevando la peor parte de la falta de nuevas producciones.
Mientras tanto, según un reporte del British Film Institute (BFI) de febrero, la inversión en cine y TV premium se redujo a la mitad entre 2022 y 2023.
Gerwyn Evans, exdirector adjunto de Creative Wales, también advierte sobre la construcción de nuevos estudios.
“Miro los planes de lo que piensan construir algunos estudios en Inglaterra y Gales y, si yo estuviera detrás de esas inversiones, me preocuparía muchísimo. No solo porque la oferta y la demanda parecen estar inclinándose demasiado hacia el lado de la oferta, sino también por la cuestión del aumento de las tarifas comerciales. Eso detendrá algunos de los planes de desarrollo”, dijo Evans a C21.
La asociación de productores local Pact, el gremio de producción británico PGGB y la CEO de Sky Group Dana Strong, en cambio, estuvieron entre los que aplaudieron las medidas de alivio fiscal hasta 2034 anunciadas por el gobierno.
“Aportan confianza al sector, desbloquean oportunidades laborales y, al mismo tiempo, proporcionan una base estable para las inversiones en el Reino Unido”, opinó Strong.
Kenton Allen, CEO de la productora de ITV Studios Big Talk Studios, vinculó en tanto las advertencias sobre la sobreabundancia de estudios con las noticias surgidas en Estados Unidos de que el productor estadounidense Tyler Perry paralizó sus planes de invertir US$ 800 millones para expandir sus estudios en Atlanta tras ver de lo que es capaz Sora, la herramienta de inteligencia artificial (IA) generativa de OpenAI para crear videos.
“Cuando ves a Tyler Perry cancelar una inversión de US$ 800 millones en Atlanta porque ha visto a Sora y lo que ofrece, es alarmante”, dijo Allen.
El impacto de la IA en la industria fue de hecho uno de los puntos más tratados la semana pasada durante la lectura de la ley de medios en la Cámara de los Lores británica.
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