Una respuesta a todos aquellos que siguen generando alarma sobre la muerte de la distribución tradicional.
En los últimos tiempos no ha habido un solo distribuidor que no me dijera que si no nos involucramos en el proceso del desarrollo estaríamos perdidos. Que, a no ser que tengamos los recursos y la escala de las grandes compañías, estábamos fritos. O que las distribuidoras de tamaño medio están muertas y que sin una rebanada del back-end el juego estaba acabado.
Me permito diferir.
Durante los últimos 25 años en Hat Trick International hemos estado trabajando con una misma visión: estamos aquí para hacer dinero para el productor y divertirnos en el camino. Amamos lo que hacemos y se nos da muy bien.
Para nosotros, el productor es el genio creativo (o al menos debería aspirar a serlo) y nosotros estamos aquí para asesorarlo en lo que se vende, lo que no se vende y qué cosas hacen que un show sea más vendible. Pero no para desarrollarlos. Nos desempeñamos exclusivamente como el brazo comercial del productor y nunca nos involucramos en el proceso creativo.
¿Suena muy años 90? Será porque, probablemente, es cuando todos comenzamos con el negocio de la distribución y donde concentramos nuestros esfuerzos de curación, trabajo duro e inteligencia para intentar estar por delante del mercado en cuanto a tendencias.
Y no digo que el hecho de que existan múltiples modelos no sea algo beneficioso. Aportan opciones a los productores sobre qué es lo que les puede funcionar mejor en cada caso. Pero si todos nos movemos hacia el proceso del desarrollo en función de qué es lo que tiene más posibilidades de ser vendido, terminaremos con una sopa de clones de shows de factual entertainment ideales para canales globales, pero con ningún riesgo creativo.
En nuestro caso, trabajamos de diferentes maneras con los 25 productores a los que representamos. Y tengo que admitir la suerte que tenemos de poder acceder a los shows de calidad que producen Hat Trick Productions, nuestra joint venture con Jed Mercurio HTM Television, Plum Pictures y el resto de las compañías con las que tenemos first-look y output deals como Keo Films, que llevamos representando desde hace más de 10 años.
En teoría, podríamos descansarnos en estos shows de calidad sin tener que mirar por contenidos de terceros. Pero eso no es lo que nos gusta. Amamos trabajar con nuevos productores, establecer relaciones y construir junto a ellos una oferta variada y ecléctica de programación de alta calidad para nuestro catálogo y nuestros socios de todo el mundo. Y esa es otra motivación: somos un equipo muy unido que ama vender shows y hacer grandes acuerdos.
Y para esto debes ver y conocer cada minuto de tu catálogo, comparar todo lo que tienes con décadas de conocimiento acumulado, colocarlo sobre el cada vez más loco diagrama de Venn de los compradores y, con la paciencia de un pescador experimentado, saber cuándo lanzar.
Miren a ‘Magnus’, por ejemplo. Una comedia realmente loca sobre dos estúpidamente genios detectives que intentan resolver unos asesinatos relacionados a la mitología nórdica. Es en noruego y en un género de los más difíciles de vender. En el papel, no debería sobresalir, pero nuestro trabajo creativo como socios del contenido es encontrar el momento justo para atacar. Amamos ese show. Es brillante y, aunque seguramente no nos vaya a comprar un yate, ciertamente nos va a dar beneficios. E incluso mejor: las audiencias de Francia y Alemania están disfrutando de una comedia noruega probablemente por primera vez en sus vidas y nosotros hemos contribuido a que eso pase.
Nos interesan las relaciones de largo recorrido y sostenibles en términos de ingresos con nuestros productores. Por lo que, aunque no estamos colocando bolsas de dinero sobre la mesa, estamos ofreciendo ocuparnos de manera genuina y brindar nuestro conocimiento casi forense sobre cuándo darles una nueva vida a los shows de calidad en las diferentes plataformas.
Algunos de los shows que tenemos tienen más de 10 temporadas. Y otros, en cambio, tienen pocos episodios producidos antes del VOD, como ‘James May’s Toy Stories’, que solo tiene seis episodios producidos en 2009 junto a algunos especiales. Y se está vendiendo muy bien y estamos por empezar todo un nuevo ciclo de vida para el show.
Así que, a medida que las líneas entre producción y distribución se siguen borrando, creo que es útil apreciar y respetar las habilidades y destrezas de la distribución tradicional, aunque no estén a la moda y sean de vieja escuela.