Orsai desafía las reglas de la producción audiovisual

La editorial argentina Orsai, devenida ahora en productora audiovisual, ha logrado financiar una película por 600.000 dólares y una serie por 1,2 millones a través de un innovador modelo de financiación colectiva. Hernán Casciari, fundador y alma máter del proyecto Orsai, explica el particular método de producción.

Hernán Casciari

En el año 2017 el escritor argentino Pedro Mairal publicó la novela ‘La uruguaya’, la cuarta de su cosecha personal. El libro se convirtió en un éxito tanto en Argentina como fuera de fronteras y casi de inmediato su amigo y colega Hernán Casciari acordó la compra de los derechos de la obra para su adaptación cinematográfica.

Casciari es uno de los escritores más populares del Río de la Plata, reconocido por haber explorado nuevas narrativas en los orígenes de internet, por sus cuentos cortos y por haber fundado la editorial Orsai, un proyecto nacido con el objetivo de innovar en el ámbito de la edición literaria y de brindar una alternativa a los sellos tradicionales.

Centralizado a través de un sitio web con una comunidad increíblemente activa y comprometida, Orsai ha logrado desde su fundación financiar revistas, libros y obras de teatro. Y desde el año pasado busca incursionar en el mundo audiovisual.

‘La uruguaya’ fue así el primer proyecto anunciado por Orsai Audiovisual que, fiel a sus principios, buscó una alternativa al sistema tradicional.

¿Cómo? Primero se estableció un presupuesto de 600.000 dólares para la película. Y luego se vendieron bonos de 100 dólares hasta llegar al objetivo. Lo que para otros sería una quimera, en Orsai se logró en menos de dos meses: hasta 2.000 personas invirtieron en el proyecto.

E inversión es el término adecuado, ya que, si la película recauda 600.000 dólares, todo será devuelto. Y si da superávit será devuelto de manera proporcional. Además, cada bono permite decidir sobre cuestiones como el casting y el modelo de distribución a través de votación popular, dentro de una aplicación especialmente desarrollada. Tanto es así que en Orsai no se habla de donantes ni de inversores. Se habla de productores asociados.

El éxito fue tal que Orsai Audiovisual ya anunció dos nuevos proyectos: un documental a cargo de Justina Bustos titulado ‘Sola en el paraíso’ y la serie de ficción ‘Canelones’, su proyecto más ambicioso hasta la fecha y a través del cual se levantaron 1,2 millones de dólares de financiación.

¿Cómo nació la idea de financiar los proyectos de manera colectiva? ¿No era más fácil ir por un modelo más tradicional?

No, porque Orsai tiene unas reglas de juego que son anteriores a los proyectos audiovisuales y que tienen que ver más con proyectos editoriales en donde hay cosas que Orsai no hace. Entonces, si Orsai se mete en un proyecto audiovisual, o de lo que fuera, hay elementos de intermediación que no puede utilizar por principios. Orsai, por ejemplo, produce mis obras de teatro y dentro de esa producción no podemos ir a ticketeras tradicionales. O dentro de la producción editorial no podemos hacer que nuestros medios tengan publicidad. En audiovisual decidimos que los proyectos no pueden recibir subsidios estatales o privados. Los tenemos que hacer con la gente. Entonces, desde ese lado, Orsai es muy clara en sus preceptos.

Entonces, cuando decidiste entrar en la producción audiovisual, ni siquiera tuviste que dudar en cuanto al modelo…

En realidad, fue al revés. Siempre nos pareció que la producción audiovisual, al menos en Argentina, era un poco rara. Empezaba a haber películas que no veía nadie, solamente porque había un grupo de gente que apuntaba al subsidio antes de a la película. Y dijimos: ‘Está pasando lo mismo que con la industria editorial, ¿por qué no hacemos lo mismo? ¿Por qué no intentamos plantar una bandera en donde lo más importante sea la película o la serie?’. Y así desarrollamos un sistema, pensamos cómo lo haríamos y después se pusieron en marcha un montón de departamentos, desde el tecnológico para generar una aplicación que soporte a 5.000 personas hablando al mismo tiempo, al departamento legal, porque recibimos plata de 32 países y eso requiere de una ingeniería muy fuerte de escribanos, notarios, abogados y contadores.

Cada inversor en los proyectos recibe un bono temático

¿Este modelo y votación lo inventaron desde cero o tenían precedentes de algo así?

No hay precedentes. Y lo descubrimos cuando fuimos a IMDb a cargar 2.000 socios productores y la gente de IMDb nos preguntó que si era un chiste o qué. Y les dijimos que no, les contamos el proyecto y no solamente lo entendieron, sino que les pareció fascinante y nos acompañaron a generar un Excel masivo para la carga de nombres y apellidos. Si entras hoy a ver el perfil de ‘La uruguaya’ en IMDb, el scroll no termina nunca. Con la miniserie que estamos haciendo, ‘Canelones’, es todavía más multitudinaria porque son 5.400 socios productores. Es muy increíble lo que ocurre porque si bien no hay ningún precedente, todos entendieron muy bien las reglas del juego y no hubo ni un solo conflicto, todo marchó sobre rieles.

¿Dónde se verán los proyectos de Orsai? ¿Están abiertos a modelos de emisión tradicional?

Nosotros lo que hacemos es el producto y después lo vendemos. En la venta está la decisión de lo que se hace. En el caso de ‘La uruguaya’, por ejemplo, antes de iniciar la venta le consultamos a los 2.000 socios productores si querían que en el proceso entrara Disney, que pretende siempre que sus productos vayan a cine primero y después a Disney+ o Star+, según la región. Nosotros desde el núcleo duro éramos reacios a ir a salas de cines, preferíamos ir a festivales y hacer otras cuestiones, pero los 2.000 socios productores en votación vinculante por un 62% decidieron que la posibilidad del cine comercial, tradicional, estuviera abierta. Entonces Disney entró en la negociación junto con otras plataformas.

De la venta depende además el negocio para los inversores…

Claro, no es una colaboración, es una inversión. Nosotros no sacamos rédito de esta película. O más bien, sí saco porque compré un montón de bonos y voy a ganar como un socio más. Los socios productores podían comprar desde un bono a 100 dólares hasta 200 bonos a 20.000 dólares. Ese era el tope porque cada bono es un voto y no queríamos un monopolio. Entonces el que tiene 200 bonos tiene un poco más de incidencia, pero no queríamos que viniera nadie y comprara el 50% de los bonos, porque iba a tener una enorme decisión.

Rodaje de ‘La uruguaya’, primera producción de Orsai Audiovisual

¿En la venta cómo se repartirá el IP? ¿Puede la plataforma comprarla como una original, por ejemplo?

Depende de las negociaciones que se hagan. Estamos abiertos a cualquier tipo de negociación. De hecho, en este momento lo que tenemos son múltiples ofertas. Lo bueno es que no tenemos jefe, no tenemos contrarreloj y no tenemos cortapizzas artísticas ni estéticas ni de temáticas ni de nada. Hacemos lo que se nos antoja.
Y ahora es más fácil seguir con nuevos proyectos…

Es mucho más fácil, tenemos la tecnología desarrollada. No hay que pensar más cómo se hace esta aplicación. Los 2.000 socios de ‘La uruguaya’ fueron como conejitos de India, que nos ayudaron un montón a mejorar esa logística y ese sistema. Ahora con Canelones fue apretar el botón de duplicar proyecto, decir de qué se trataba e inmediatamente recibimos 1,2 millones de dólares, que es el doble que lo de ‘La uruguaya’. Y está todo mucho más claro.

¿Crees que este modelo es replicable por otros?

Cualquier modelo Orsai es replicable en tanto las comunidades sean parecidas a la de Orsai. Obviamente no lo puede hacer alguien que baja de un paracaídas y dice en su Twitter ‘necesito un millón de dólares’ sin haber hecho una gran comunidad antes. Yo generé una comunidad desde el año 2003 escribiendo cuentos gratuitos por placer durante un montón de años. Se empezó a juntar la gente, empezaron a conocerme y yo a ellos, y recién 10 años después les pedí por primera vez dinero, que fue para la revista. Y hubo años enteros de no engañar a nadie, nunca. Recién después de todo eso, 15 años después, podemos hacer una película con una comunidad. Sí, es replicable, pero ¿sin ese pasado cómo hacés?

¿Qué te dicen los colegas productores?

La verdad es que no somos del mismo rubro. Antes me preguntaban cuál era la mirada de autores y editores sobre Orsai. Pero yo no tengo ninguna relación con ningún editor de ninguna editorial y del mismo modo no tengo ninguna relación con ningún productor audiovisual. Nosotros somos como un pequeño grupo, como un circo. No vamos a fiestas ni nos codeamos con la gente de la industria, pero tampoco peleamos. Ni nos subimos a foros a hablar de la industria ni de nada. Cada cual que haga lo que quiera, hay espacio para todos.

¿Pero te asociarías con otra productora o pantalla si necesitaras un presupuesto mayor?

En tanto que esos socios acepten determinadas condiciones iniciales que tenemos nosotros como sistema de producción, por supuesto. No tengo ningún problema. El problema viene cuando ese otro socio representa aquello que queremos esquivar. Si ese otro socio dice ‘bueno, pero el corte final lo tengo yo’, o si quiere meter a la fuerza a alguien, la respuesta es no. Esos son nuestros no, cuando el dinero viene con determinados condicionamientos. Ahora, si podemos armar un equipo, claro, todo bien.

Verónica Llinás, Darío Barassi, César Bordónen y Agustín Aristarán protagonizan ‘Canelones’, la segunda producción de Orsai

¿Los proyectos de Orsai tienen una vocación popular o serán productos más de nicho?

‘La uruguaya’ en su discurso no diría que es popular, pero es comprensible. En el caso de ‘Canelones’ nuestra búsqueda es que sea popular. Es una historia mía. Y yo en mis historias intento no dejar a nadie afuera. En ‘La uruguaya’ sí se puede quedar gente afuera. El que tenga ganas de ver en una plataforma una comedia romántica se va a encontrar con guiños y datos que quizás se pierda si no está anclado en la realidad contextual del feminismo, de la deconstrucción, etc. Si estás adentro de esas conversaciones, te va a encantar. Si estás afuera, te vas a quedar afuera.

Además de los proyectos ya anunciados, ¿hay planes de hacer más cosas?

Posiblemente en breve anunciemos el siguiente largometraje, del que no puedo contar mucho. Pero es muy interesante. Es un proyecto que evoluciona respecto a los que ya venimos haciendo. Es más internacional, se rueda en Europa, tiene otras características además de un protagónico que ya viene incorporado. No habría película sin ese protagónico y es alguien muy importante.

¿O sea que los próximos proyectos de Orsai Audiovisual pueden ser más internacionales o ambiciosos?

Yo creo que las cosas ocurren de manera orgánica y van creciendo cuando le empezás a perder miedo al abismo. Primero te tirás de un trampolín chiquito. Cuando ves que no te mataste, subís un poquito más. Yo no me tiraría nunca de un trampolín del que tuviera vértigo, prefiero ir paulatinamente, ir creciendo y un día decir ‘mirá de dónde nos estamos tirando, mira qué bueno’. No quiero, ni siquiera involuntariamente, hacerle perder plata a nadie.

Gonzalo Larrea 06-07-2022 ©cveintiuno

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