¿Cómo no presentar un proyecto o contenido en Latinoamérica? ¿Cuáles son los principales desaciertos a la hora de vender productos o ideas en el congestionado ecosistema de hoy?
Aprovechando la alta concentración de pitches que tienen lugar durante Mip Cancun, Cveintiuno consultó a una veintena de ejecutivos de adquisiciones, programación y commissioning de América Latina acerca de los errores más habituales que se están encontrando cuando les presentan contenidos.
Sean estos latas, formatos o proyectos para desarrollo, las respuestas en muchos casos coinciden y se resumen en tres grandes fallos: falta de estudio, falta de desarrollo y falta de alma.
Falta de estudio
Casi unánimemente, los buyers de TV abierta de Latinoamérica apuntan a que muy a menudo los vendedores o productores no se toman el trabajo de analizar cómo es la pantalla, el territorio y la audiencia a los que presentan su contenido.
“Es una experiencia bastante frecuente”, lamenta Patricia Daujotas de Canal 10 (Uruguay), y coinciden otros como Eric Jurgensen de América Televisión (Perú), Eduardo Fernández de El Trece (Argentina) o Gabriela Rodríguez de Canal 11 (Honduras), por nombrar solo algunos.
Luis Guillermo Camacho de Latina (Perú), que también lo apunta como uno de los errores más habituales, ahonda en dos aristas adicionales: “El ego que los hace pensar que su idea es la mejor del planeta, y nunca piensan en los presupuestos para TV abierta”.
El tema económico es otra de las respuestas más obtenidas. “Nosotros somos un país pequeñito, de entre 9 y 10 millones de personas. No pueden ponerte precios como si fuéramos México”, ejemplifica Alexander Pérez de Novazul (República Dominicana).
Falta de desarrollo
Tal vez más aplicable a la venta de ideas originales, otra conducta evitable en estos tiempos de sobreabundancia de contenido es tocar la puerta del canal o plataforma con un proyecto demasiado verde. El one page se hace cada vez más difícil como único elemento de venta.
En ficción, Karen Barroeta de Telemundo Global Studios se refiere a la necesidad de entender desde el inicio cómo sienten los personajes, desde dónde vienen y a dónde van.
“Tener un desarrollo más profundo de los personajes es lo que puede lograr que, a pesar de que quizás no haya episodios escritos, podamos ver la esencia de la historia”, dice. “Es importante que ya vengan con el trabajo hecho en tres puntos fundamentales: el argumento principal, los arcos dramáticos y el desarrollo de los personajes”.
Sucede lo mismo con los formatos de entretenimiento nuevos, los paper formats, cuya venta es más difícil por el riesgo que supone sobre todo para las cadenas de TV abierta.
Varios de los ejecutivos consultados por Cveintiuno señalan que hay muchos conceptos sorprendentes e innovadores, pero que fallan en el siguiente paso: darles recorrido.
“Tienen que intentar que yo vea todo el programa: después de ese disparador inicial, cómo se ejecuta, quiénes intervienen y de qué manera, cómo avanzan los capítulos, cómo interactúa el público”, comenta una ejecutiva. “Buenas ideas se nos ocurren a todos”.
Falta de alma
Como tercer error más habitual en los pitches, numerosos buyers y commissioners coinciden en que demasiado frecuentemente no logran descubrir el alma del proyecto.
“Quedarse en los detalles hace que sea un mal pitch. Me podés contar el contexto, las tramas, pero ¿dónde está el corazón de la historia?, ¿cómo late?, ¿qué va a tener ese personaje que me haga quererlo e incorporarlo a mi vida?”, se pregunta Marcelo Tamburri, VP de Contenido de Ficción de Warner Bros. Discovery para América Latina.
Y esta falta de alma se aplica también al creador, productor o vendedor, que muchas veces presenta sus ideas con poca pasión.
“Si no te enamora a ti, ¿cómo pretendes que me enamore yo?”, sostiene el encargado de desarrollo de una productora mexicana. “¿Y después, todo mi equipo, y después el cliente, y después la audiencia? Si no te vibra, no va a funcionar”.