Susana Herreras, productora ejecutiva y jefa editorial de contenidos de Producción Original de Movistar Plus+ en España, explica el proceso de la plataforma para dar luz verde a sus originales y detalla qué tipo de shows están buscando.
Desde que comenzó a producir originales de manera activa en 2017, Movistar Plus+, el servicio SVOD de Telefónica en España, se ha consolidado como una de las principales plataformas de habla hispana a nivel global, con la promesa por aquel entonces de producir hasta 12 series originales al año.
De su factoría han salido series premiadas y vendidas a nivel mundial como ‘Vida perfecta’, ‘Antidisturbios’, ‘Vergüenza’ o ‘Hierro’, por nombras algunas, así como múltiples coproducciones internacionales como ‘El inmortal’, ‘Dime quien soy’, ‘En el corredor de la muerte’ o ‘La fortuna’, con socios como Telemundo y AMC.
Si bien la cifra ha bajado ligeramente en los últimos años (en 2021 estrenó nueve originales de ficción) y puede parecer pequeña al lado de los encargos globales de Netflix, HBO Max o Amazon, lo cierto es que Movistar+ es una plataforma local.
“Diez series al año en realidad es una brutalidad para un territorio. Si comparas el funcionamiento y la metodología de trabajo de otras plataformas, no encuentras muchos lugares donde se haya pasado de 0 a 12 originales en nada de tiempo”, señala Susana Herreras, productora ejecutiva y jefa editorial de contenidos de Producción Original de Movistar Plus+.
Según detalla, para llegar a esas 10 o 12 originales, el proceso empieza con un intenso trabajo de lectura y una constante identificación de talentos con los que colaborar.
“Hacemos recepción de proyectos cada mes o mes y medio y recibimos unos 450 al año. Sin contar con una parte que llega de manera más colateral. Pero también encargamos proyectos y buscamos activamente a gente con la que queremos trabajar. De hecho, tenemos listas de gente con la que no hemos trabajado y queremos trabajar, y listas de gente con la que ya hemos trabajado y queremos seguir trabajando”, detalla la ejecutiva.
A esto se le suman los pitches de universidades y las reuniones en foros de coproducción y eventos, a la vez que participan de academias y programas de mentoring. “Intentamos siempre dar cobijo a la gente nueva que está saliendo, por un tema de diversidad de edades y de personalidades. No es tanto buscar historias nuevas, sino nuevas maneras de contar las historias y los personajes”, explica.
Bajar de 450 proyectos a entre 8 y 12 al año no es sencillo. La selección, reconoce Herreras, es por un lado intuitiva y por otro lado analítica. “Tiene un poco de todo, como siempre pasa en estos trabajos audiovisuales. La máxima de nadie sabe nada es absolutamente realista”.
Cada año se trabaja con una proyección de hasta tres o cuatro años por delante. “Y lo que vas haciendo es ir cuadrando dentro de ese calendario para dar a tu audiencia un equilibrio de propuestas, una variedad y una oferta diferencial con respecto a lo que está haciendo el resto”.
Pero ¿qué es lo que buscan? “Intentamos contar con calidad y con los mejores creadores, y al mismo tiempo llegar a un público muy amplio como es el de Movistar Plus+. Entonces de alguna manera es encontrar historias que tengan un punto de vista y un equipo con personalidad, pero donde luego se hace un trabajo importante para que esas historias sean accesibles para una audiencia muy amplia”, explica.
“Y dentro de eso trabajamos para tener una representación de los géneros que mejor nos funcionan y que busca nuestra audiencia. Y también buscamos una representación variada, incluso geográfica. No tenemos ninguna sola serie que no suceda en un lugar concreto real español y con personajes y características muy ubicables. Es importante para nosotros que la gente sienta cercana la ficción que hacemos y hacer cultura, equipo y dar hueco al talento que hay en España, que creemos que es brutal”, añade.
Al talento, los géneros y la diversidad geográfica Herreras suma otro requisito fundamental: la sorpresa.
“Nos tiene que sorprender. La realidad es que no hay ninguna clave. Lo que funciona es cuando te lees un piloto, un guion, y de repente te emociona y te hace decir: aquí hay algo que merece mucho la pena contar y que puede ser grande y que la gente va a querer verlo. Esto, que es muy abstracto, a la vez es muy concreto. A veces te pasa con proyectos que habías dicho: ‘Esto no lo vamos a hacer nunca’ y alguien te presenta algo en esa línea pero que te sorprende y cuando le lees dices: ‘¡Esto!'”, explica.
“Es como la buena publicidad, que te genera una necesidad que no sabías que tenías”.
Y un ingrediente más: “Creo que muchas veces ese tipo de historias coinciden en un elemento y es una conexión emocional con la persona que lo está contando. Esa persona quiere mucho contar esa historia, la disfruta y conecta con ella. Eso lo notas cuando la escribe y cuando te la cuenta. Esa emoción se nota. Porque si no, no pasa la emoción de uno al siguiente”, completó.