Lemon: el “regalo” de producir en Latam y el lado positivo de la desaceleración

Los hermanos Billy y Fernando Rovzar forman parte del selecto grupo de productores que supieron aprovechar el vacío de producciones de calidad en México a principios de siglo para reinventar los géneros y consolidar al país como un actor internacional en el mundo de las series.

‘Monarca’

Una cámara de video comprada por sus padres en los años 80 les mostró a los hermanos Billy y Fernando Rovzar su verdadera vocación. Y el haber crecido durante la peor época del cine mexicano, en los 90, les reveló su misión: si nadie estaba haciendo películas innovadoras o de calidad en México, en vez de tener que buscar trabajo en el exterior, como inicialmente creían, su mejor oportunidad estaba en hacer cosas desde y para dentro.

Billy Rovzar

“Nos dimos cuenta de que ese espacio tan desértico y escaso de contenido, lejos de convertirse en el último lugar donde quisieras trabajar, es el primer lugar donde quieres estar”, recuerdan los hermanos Rovzar. Y eso fue lo que hicieron.

Su oportunidad para trabajar en México, paradójicamente, llegó cuando ambos estudiaban en Estados Unidos. Fernando hacía Guion y Dirección en la Universidad de Boston y Billy, Comunicaciones en la Universidad de San Diego. Y el impulsor fue su amigo en común, el actor mexicano Tony Dalton, hoy conocido en todo el mundo por sus papeles en ‘Better Call Saul’ o ‘Hawkeye’, quien acababa de escribir su primer guion junto a Alejandro Lozano y Kristoff Raczyñski y los contactó para producirla juntos. Se trataba de ‘Matando cabos’.

“Y ese fue el momento de decisión para Billy y para mí. Nos dijimos ‘dejamos todo, dejamos la universidad, nos mudamos a México, levantamos una casa productora y hacemos esta película’”, cuenta Fernando.

La productora fue Lemon Films (hoy renombrada como Lemon Studios) y la película, un éxito que superó el millón de espectadores y se convirtió en la segunda cinta mexicana más vista de aquel año, el 2004.

Fernando Rovzar

Hoy, casi 20 años después, el cine mexicano está lejos de esa época negra de los 90. Y Lemon, que toma su nombre de la famosa canción de U2, se posiciona como una de las productoras más consolidadas de México tras haber producido series como la ganadora del Emmy Internacional ‘Sr. Ávila’ para HBO, ‘Control Z’ y ‘Monarca’ para Netflix o ‘La piloto’ para Televisa y Univision, posicionando a Billy y Fernando Rovzar como uno de Los 100 de Cveintiuno.

‘Las azules’, que se convertirá en la primera serie original de Apple TV+ en América Latina, es ahora su próximo gran estreno mientras siguen con proyectos junto a ViX, Ventanarosa Productions o Amazon Prime Video.

¿Cuál es el presente de Lemon Studios?

Fernando Rovzar (FR): Estamos retomando nuestra producción de películas, que por el auge de las series muchos productores dejamos de lado. Y el cine nos permite volver a esos proyectos autorales que, de alguna manera, nutren la independencia de las productoras. Brinda también la posibilidad de encontrar esas historias que no tienen por qué ser de 10 episodios, ni de seis horas, sino que se pueden contar en un largometraje. Y por el lado de las series, estamos trabajando con diferentes plataformas, como con Apple TV+ con la serie ‘La azules’ o con ViX en ‘Un buen divorcio’.

Billy Rovzar (BR): Y estamos también desarrollando cosas para Amazon, haciendo una película navideña para ViX en colaboración con Salma Hayek y su productora Ventanarosa (‘El sabor de la Navidad’) y otra película navideña para Amazon (‘Santa mi amor’).

Este año hemos escuchado como un mantra “coproducción” y “retención de IP”. ¿Está Lemon también en esa búsqueda?

BR: Estamos en conversaciones con muchas empresas en España, Colombia y otros territorios. Hay mucho apetito por hacer coproducciones y es muy interesante, pero también es peligroso, porque puede pasar que ninguna de las dos partes traiga algo realmente de valor. Yo siempre digo que, cuando haces una coproducción, tienes que hacer el ejercicio de quitar una de las dos piezas de la ecuación: si no ves que el proyecto se vaya a caer, entonces no es una buena coproducción. Hoy no tenemos ninguna coproducción activa, pero sí está en nuestra planificación para finales de este año o inicios del siguiente.

¿Cómo creen que está hoy el mercado para ser un productor independiente en México o América Latina?

FR: En América Latina es un regalo ser productor. Nosotros lo que más queríamos hace 20 años era tener alianzas con el resto de los países de la región. Soñábamos con sacar una película mexicana y que tuviera un estreno en Uruguay, Argentina o Colombia. Y nuestra amarga sorpresa fue que el cine uruguayo no se estrenaba en México o que el cine argentino no llegaba a Colombia. Aunque habláramos la misma lengua, estábamos casi tan divididos como si habláramos diferentes idiomas. El buscar Latinoamérica como una sola región era imposible.

Pero algo ha pasado desde las series, en las que las colaboraciones entre países de Latinoamérica han crecido muchísimo. Nuestra segunda serie, ‘Sr. Ávila’, fue grabada en México, escrita por argentinos y producida por ejecutivos brasileños. Tuvimos cuatro temporadas y ganamos el Emmy Internacional. De alguna manera, ese proyecto que tanto queríamos para el cine se está logrando en las series.

‘Control Z’

¿Qué les preocupa hoy de cómo está el ecosistema de la industria audiovisual de América Latina?

BR: Más que una preocupación, es una decepción. Porque hace apenas un año el discurso generalizado era que todas las plataformas querían producir 20 series al año y hoy esa burbuja explotó. Todos pensamos que iba a durar más. Pero esta nueva situación también tiene sus beneficios, porque el contenido va a ser más selectivo. En estos últimos años, todo el mundo empezó a abrir sus propias productoras con su amigo o con su primo… y eso hace que se desprofesionalice la industria y que haya gente que está metida solo porque hay dinero de por medio. Entonces, toda esa gente nueva va a tronar, porque no van a poder moverse tan rápido como pensaban. Y los productores que llevamos aquí más tiempo, con un proyecto más sostenible para nuestras productoras, creo que somos lo que nos quedaremos.

Claro que la situación se está volviendo más difícil -las plataformas ya no están tirando cheques por la ventana-, pero eso hace que la calidad del producto mejore, que sean más selectivas y el embudo se vuelve más chico. Eso nos pone a trabajar más duro, a ser más rigurosos con nuestros contenidos.

¿Creen que el contenido mexicano o latinoamericano ya se puede mirar de igual a igual con el internacional?

BR: ¿El mexicano o el de Lemon? (Risas) Sí te puedo decir que en Lemon tenemos toda una serie de reglas y de parámetros que hacen que nuestro contenido sí compita a nivel mundial. Y se ha demostrado con ‘Control Z’ o ‘Sr. Ávila’. Dicen “primero cambia tu casa y luego cambiarás el mundo”. Y para nosotros el cambio es en Lemon. Yo no sé si la industria mexicana está ahí, pero sí te puedo decir que Lemon está ahí, que se preocupa todos los días por estar ahí, que quiere estar ahí. No sacamos cosas por debajo de los estándares que creemos que el público merece. El respeto al tiempo del público es mi compás. Yo de verdad pienso en una persona que trabaja 12 o 14 horas al día, que llega cansada a su casa y todavía te regala una hora para ver tu serie. ¡Más te vale que tengas algo que valga la pena! Algo que lo lleve en un viaje, que le enseñe algo, que le mueva algo.

¿Dónde hay que trabajar hoy para seguir mejorando el contenido en América Latina?

BR: Hay que poner la atención en la escritura, en los guionistas. Ya hay muy buenos productores, los ejecutivos que están a cargo de las plataformas son gente muy profesional y también tenemos grandes actores. La gente que sabe hacerlo, lo hace bien. Pero lo que no hay en México es una cantidad grande de escritores con oficio. Y un mal guion no lo salvas. Un gran guion difícilmente lo hagas mal, porque es una gran guía para hacer un buen contenido. Por eso nosotros tenemos ahora un diplomado de showrunners en México para preparar a escritores con atributos de producción y dirección. Eso es lo que falta aún profesionalizar en México.

Lemon ganó un Emmy Internacional por ‘Sr. Ávila’

¿Dirían que hay un sello Lemon?

FR: Algo que hemos querido mantener desde el inicio es el no repetirnos. Siempre estamos buscando contar esa nueva historia por primera vez, no sentir que nos quedamos en un género y exprimirlo hasta que no quede nada por sacar. Nos gusta la variedad y nos gusta la calidad. Como dice Billy, el respeto al espectador es claro, porque nosotros tenemos esa cicatriz de que en México se le perdió el respeto al espectador cuando éramos jóvenes y que se hicieron proyectos que realmente menospreciaban el dinero y el tiempo invertido en ellos.

De la mano de eso, yo creo que hay una búsqueda nuestra de no querer quedarnos en una zona de confort en cuanto a género, en cuanto a estilo. Y para eso estamos constantemente buscando esa película que no hemos hecho, esa historia que no hemos contado. Mientras esa búsqueda se mantenga yo creo que Lemon seguirá manteniendo su sello. Y creo que esa es una de nuestras fortalezas.

Gonzalo Larrea 20-11-2023 ©cveintiuno

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