MIP CANCUN: El CEO de Onza Gonzalo Sagardía opinó este jueves que los productores no deben “obsesionarse” con la retención de IP y que el contexto actual invita a toda la industria a abrirse a nuevos modelos.
Los dichos fueron realizados durante el panel “Production Accelerator – Creating and monetizing scripted content” de Mip Cancun, que compartió con Ana María Londoño de RCN y Manuel Martí de Fremantle.
“Desde mi punto de vista es una obsesión absurda. Yo a la gente le digo: te doy el 100% de la IP si me das el 100% de los derechos comerciales. La diferencia entre ambos conceptos es abismal”, expresó Sagardía.
“Si solo tienes la IP, ¿qué vas a hacer con tu producto? La respuesta es nada. Por lo menos en España solo es un concepto jurídico. Lo que debe interesar es entender bien cómo juegan estos dos modelos, cómo juegan estos dos conceptos y buscar la brecha”, argumentó al destacar que en toda la historia de Onza (fundada en 2014) solo se han realizado dos contenidos con la etiqueta de “original”.
“Hay una oportunidad tremenda por el cambio del mercado. Yo creo que la etapa de dinero infinito para originals ha llegado a su fin, y se abre una oportunidad increíble para nuevos modelos. Ahora hay poco hueco para lo ‘edgy’, pero hay hueco para historias que apasionen a la gente. ¿Cuáles? Da igual, se pueden contar todas las historias, pero tienen que emocionar a una audiencia masiva”, agregó.
Ana María Londoño, directora de Contenidos de Ficción de RCN, puso en relieve en ese sentido al género melodramático como el principal proveedor de emociones dentro de la industria.
“Además de entretener a la audiencia, buscamos que con nuestros contenidos la audiencia se conecte, se identifique y se apasione. No hay fórmulas para estas historias, pero lo que sí hay es pasión en el proceso. Uno se apasiona escogiéndolas, el escritor se apasiona escribiéndolas. Ahí ya hay un producto que tiene pasión y que la va a transmitir. El objetivo en RCN es apasionar a la audiencia”, comentó, poniendo en relieve además la necesidad de arriesgar con las historias.
A modo de ejemplo, la ejecutiva mencionó el caso de ‘Betty, la fea’, que estuvo durante mucho tiempo “guardada en un cajón” por lo arriesgado de su premisa.
“Ahora hay mucho miedo de arriesgar y apostar. Yo siempre pienso en el caso de ‘Betty, la fea’, que estaba guardada en un cajón. Yo estaba trabajando en RCN como escritora junior y en ese momento había una necesidad de tener una historia de bajo presupuesto. Pero era arriesgado tener una protagonista fea con un protagonista maltratador. En ese momento había que tomar esa decisión, los ejecutivos decidieron arriesgarse. Seguramente hemos dejado pasar historias como ‘Betty, la fea’ por ese miedo de arriesgar”.
Por último, Manuel Martí, director de Desarrollo de Ficción para América Latina de Fremantle, siguió la línea de la conversación con una experiencia personal que tuvo en los inicios de su carrera con el melodrama.
“Yo quería hacer historias intelectuales, con vueltas y demás, y un jefe que tenía me decía: muy bien, pero todas las historias son de amor. Por más que no haya un hombre y una mujer, o un hombre y un hombre o lo que sea, todas las historias tratan de alguien que busca algo que no puede llegar a tener. En eso pienso cuando veo lo fuerte que es el melodrama en el mundo”.
Martí atribuye una buena parte de ese éxito a la fortaleza de la industria latinoamericana en la creación de personajes.
“Uno ve la temporada uno de la serie, y la temporada dos la vas a ver dentro de un año y medio. No hay trama que se quede en tu cabeza durante tanto tiempo. En cambio, vas a querer ver a esa persona de la que estuviste enamorado mientras viste la serie. Creo que eso es un activo nuestro al que no le damos mucho valor”, agregó.
Y concluyó con una reflexión sobre la verdadera competencia en la industria audiovisual actual.
“La competencia ya no es entre Netflix o Amazon o Paramount, la competencia es con TikTok. Hoy los chicos ven más eso que cualquier película. Tenemos que analizar su modelo y compararlo con el nuestro”.