Con la creciente presencia de temas paranormales en los contenidos de ficción y no ficción, ¿qué están buscando los compradores y cómo evolucionará el género en 2023?
Si eres un productor o distribuidor de programación vinculada a lo sobrenatural y paranormal, la semana del horror no necesariamente se termina una vez que pasa Halloween.
Por el contrario, el apetito de las audiencias globales por el miedo se encuentra activo los 365 días del año, aunque no haya luna llena. De clásicos en blanco y negro como ‘La dimensión desconocida’ y ‘Sombras tenebrosas’, hasta éxitos actuales del streaming como ‘Stranger Things’ y el spin-off de ‘La familia Addams’, ‘Wednesday’ (dos de los programas más vistos de Netflix), las audiencias siempre han demostrado fascinación hacia lo extraño, lo inexplicable y lo espeluznante.
Originalmente considerado como programación de nicho, y a menudo programados por canales de cable oscuros o hipersegmentados, el género de los muertos-vivos ha resurgido los últimos años gracias a las plataformas de SVOD y AVOD, cuyas librerías están repletas de contenidos asustadores.
“Definitivamente hay más compradores que nunca para contenidos sobre paranormalidad”, dice Kate Harrison, presidenta de Cream, compañía que produjo en dicho género el especial documental de 2 x 60’ ‘Bathsheba: Search for Evil’, realizado originalmente para el canal canadiense T+E y distribuido por Blue Ant International.
“Nuestras audiencias lineales están hambrientas por contenido paranormal”, agrega Sam Linton, director de contenido original de los canales canadienses de Blue Ant Media. “Les encanta el miedo que les causa una buena historia de fantasmas. Nos interesan todos los proyectos que cuenten historias paranormales desde una perspectiva original”.
Warner Bros Discovery (WBD) también está buscando contenido sobrenatural, especialmente los conducidos por talento joven para su canal lineal Really y para Discovery+ en Reino Unido.
Durante el panel Factual & Formats desarrollado el pasado Content London, evento de C21, ejecutivos de WBD aseguraron que hay bastante demanda por programas protagonizados por cazadores de fantasmas.
“Si nuestras audiencias elijen creer, nosotros elegimos creer”, dice Clare Laycock, SVP y directora de contenidos, networks & streaming, de WBD en Reino Unido.
“Para nosotros, lo paranormal no refiere a parientes muertos, sino a investigaciones sobre espíritus y cazadores de fantasmas. Realmente queremos encontrar talento joven, diverso y divertido dentro del segmento sobrenatural”, agrega.
De hecho, con la recesión global prevista por los economistas para 2023 y el consecuente ajuste de presupuestos de los compradores, los contenidos paranormales no guionados podrían convertirse en una opción rentable para este año.
“La comunidad de contenido no guionado siempre se ha beneficiado durante los tiempos difíciles. Generalmente, es más barato que el contenido guionado y cada vez es más obvio para muchos compradores que esta programación atrae niveles similares de audiencia que las grandes historias de ficción. Pensando a futuro, creo que tanto canales como streamers buscarán incorporar más contenido no guionado”, expresa Harrison.
La verdad está allá afuera
El género le debe su popularidad al éxito global de ‘Los expedientes secretos X’, estrenado en Fox en 1993 y transmitido durante 11 temporadas, un total de 218 episodios, sumado a dos películas spin-off.
“‘Los expedientes secretos X’ fue claramente un fenómeno cultural pop y fue muy motivante participar de ese programa”, comenta el guionista y productor ejecutivo de la serie, Frank Spotnitz.
“El lema era ‘la verdad está allá afuera’. En general, para el género sobrenatural no es necesario creer en dios, fantasmas o aliens para apreciar el sentido del misterio en el universo. La narrativa sobrenatural aborda lo desconocido, y eso puede ser aterrorizante, movilizador o emocionante, dependiendo de tu visión del mundo”.
Y agrega: “‘Los expedientes secretos X’ fue un programa único e irrepetible, una producción televisiva muy importante. Ciertamente reactivó un interés por el género sobrenatural debido a su narrativa sofisticada, plausible y a su presentación visual cinemática. Veo un futuro muy auspicioso para contenidos de este tipo. Las audiencias actuales son mayores que nunca y, gracias a los enormes recursos que tienen las plataformas de streaming, se logran impresionantes resultados en cuanto a narrativa y efectos visuales”.
Spotnitz también trabajó en la serie de detectives ‘Millenium’ de 1996 a 1999 para Fox, y la ficcion de ABC ‘Night Stalker’ de 2005, sobre un periodista que investiga acontecimientos sobrenaturales. Actualmente es el CEO y fundador de Big Light Productions, productora con oficinas en Londres y París responsable por la serie distópica de ciencia ficción de Amazon Prime Video ‘El hombre en el castillo’, además de la serie de época de Netflix ‘Medici’.
Para cualquier productora que busque desarrollar sus proyectos de ficción sobrenaturales, Spotniz advierte que, aunque basar un programa en una IP existente puede ayudar mucho, no es un pre-requisito.
“Las IPs pueden darle confianza a los compradores para que inviertan en este costoso género”, asegura. “Los compradores tienden a sentirse más seguros si el proyecto tiene antecedentes en otro formato y ha sido exitoso. Sin embargo, ‘Los expedientes secretos X’ fue completamente original y no hacía referencia a ninguna IP preexistente. Por eso, mi argumento es que es necesario tener una IP. Lo más importante es tener una visión fuerte, con un talento creativo que tenga claro la historia que quiere contar”.
Otra serie sobrenatural de los noventas que sigue siendo una gran influencia para el género es ‘Buffy, la cazavampiros’ (1997-2003), creada por Joss Whedon y protagonizada por Sarah Michelle Gellar como una adolescente que lidia con todo tipo de manifestaciones desconocidas.
El mismo ADN puede reconocerse en ‘Astrid & Lilly save the world’, una comedia dramática lanzada recientemente y protagonizada por Jana Morrison y Samantha Aucoin como dos adolescentes que inesperadamente abren un portal a otra dimensión y deben luchar contra ciertos monstruos para salvar la civilización.
Realizada por la productora canadiense Blue Ice Pictures, se encuentra en la pantalla de Syfy en Estados Unidos, CTV Sci-Fi Channel en Canadá y en el streamer ITVX en Reino Unido. Elogiada por los críticos como una “Buffy más divertida y menos atormentada”, la serie juvenil fue desarrollada por un equipo creativo integrado casi exclusivamente por mujeres y personas no binarias. “A nivel temático, ‘Astrid & Lilly’ es muy orientada a las mujeres y la historia también tiene varios elementos queer. Queríamos asegurarnos de que esas voces estuvieran representadas de manera auténtica”, dice Samantha Levine, VP de producción de Blue Ice.
Blue Ice también produjo ‘Surreal Estate’, una ficción sobrenatural para CTV Sci-Fi Channel y Syfy que sigue a un agente inmobiliario (interpretado por Tim Rozon) que comercializa propiedades embrujadas. Actualmente, se está filmando la segunda temporada.
“Estamos viendo cada vez más programas dentro de este género, especialmente en streamers”, comenta Daniel Iron, VP de Blue Ice.
“El género logró abrir segundas ventanas, lo cual nos ayuda a financiar proyectos, ya que ahora podemos invitar una mayor variedad de socios a la mesa. Los contenidos sobrenaturales ahora llegan a audiencias mucho mayores y hay mucho interés de broadcasters y streamers para su adquisición. En Blue Ice, vemos este segmento como una oportunidad, por eso tenemos varios otros proyectos en marcha actualmente”, agrega.
No apto para todas las pantallas
Otro ejemplo del género, esta vez en Europa, es el original alemán de Sky, ‘Souls’, producida por Geibendorfer Pictures.
La serie cuentn la historia de tres mujeres cuyas vidas dan un vuelco cuando el hijo de una de ellas sufre un grave accidente de tránsito que le genera recuerdos de su vida anterior, en la que era piloto de avión.
Según reveló Frank Jastfelder, director de producción original de ficción de Sky Deutschland, existen riesgos inherentes a producir contenidos sobrenaturales más cerebrales, pues pueden ser menos accesibles a audiencias globales.
“Cuando recibimos el pitch de ‘Souls’, al principio dudé: pensé que era demasiado esotérica y espiritual. Me parecía poco atractiva”, asegura.
“En 2020, produjimos otra ficción original de Sky llamada ‘Hausen’, que era la historia de una casa abandonada e, infelizmente, no tuvo mucho éxito porque probablemente fue demasiado oscura y angustiante”, agrega.
“Como productores, debemos tener en cuenta el perfil de nuestras audiencias. En Sky, nuestra audiencia es muy masculina y le encanta la acción, el horror y la fantasía, pero probablemente bajo un estilo más amplio y comercial. Me interesaría hacer contenido sobrenatural si encuentro una idea adecuada, pero probablemente tenga que ser ‘entretenimiento popcorn’ como ‘Stranger Things’, por ejemplo”, explica Jastfelder.
No solo es ficción
Más allá de la ficción, lo sobrenatural en televisión también es un género de reality bastante popular, que muchas veces incluye a investigadores de acontecimientos extraños de la “vida real”. Este género floreciente se viene convirtiendo en una marca registrada de canales y plataformas como History Channel (A+E Networks) y Travel Channel (Warner Bros Discovery), ambos de Estados Unidos.
Entretanto, en Reino Unido, la llamada “primera dama de lo paranormal”, Yvette Fielding, ha presentado numerosas temporadas de reality shows como ‘Most Haunted’ y ‘Ghosthunting With…’ en canales como ITV2, Living TV y Really.
La productora basada en Toronto, Cream Productions, se especializa en este segmento, con una gran selección de producciones paranormales como ‘The Haunted Museum’ y ‘A Ghost Ruined My Life’ para Discovery+, y ‘Paranormal Emergency’ para Travel Channel.
“Las historias paranormales en unscripted tendrán una importante participación, porque es un género con una audiencia muy fiel, especialmente en Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Sudamérica, territorios donde la vida después de la muerte y los espíritus forman parte de su legado cultural”, termina dice Kate Harrison, presidenta de Cream.