Tras uno de los años más duros para la industria mundial de la TV, todo debería indicar que viene un 2024 de repunte. Pero ¿alguien puede hablar hoy de lógica? Esbozamos cuáles podrían ser los grandes movimientos y titulares del mercado global y de Iberoamérica en particular.
¿La calma después de la tormenta? Acabamos de terminar el año más negro de la última década para la industria del contenido y, como después de cualquier gran sacudón, lo que toca ahora es que las cosas se asienten. Eso es lo que toca.
Sin embargo, las señales del mercado y la opinión de ejecutivos, creadores y consultores hacen bastante difícil concluir si no se trata más de un deseo que de un pronóstico realista.
Esperanza sí que hay. Uno de los grandes titulares del año que arranca podría tener que ver con el fin de la agonía para las majors y plataformas, cuyos negocios de streaming han sido los principales responsables de este annus horribilis.
La consultora británica Ampere Analysis, de hecho, se anima a pronosticar que el modelo del streaming verá su punto de quiebre este año. Las medidas drásticas que han venido implementando para optimizar sus retornos de la inversión (reestructuración y despidos, write-offs, cancelaciones de proyectos, licenciamiento de contenido original, entre otros) podrían finalmente devolver los números verdes a los balances en 2024.
“Nuestro análisis muestra que el streaming por suscripción no es un modelo de negocio roto sino un importante repunte de una ventana ya existente de explotación de contenido”, dice Guy Bisson, director ejecutivo de Ampere, según la cual todas las divisiones de streaming de los grandes estudios alcanzarán la rentabilidad y ganancias constantes en los próximos 18 meses.
Además de disipar la negatividad de Wall Street respecto al negocio del streaming antes de lo esperado, esta noticia tendría un evidente y esperanzador impacto en el sector creativo.
Ese sector, sin embargo, mientras tanto se mantiene en vilo.
Si hubiera que resumir en una frase el sentir generalizado de la comunidad global de productores de contenido, bien podría ser ‘sobrevivir hasta 2025’. Y Latinoamérica y España no son ajenas a esto: el efecto cascada que suelen tener los lineamientos de los estudios estadounidenses en el resto del planeta se materializó en nuestras regiones en 2023, significando que la mayoría de plataformas cambiasen sus estrategias de contenido, como mínimo para encargar menos cantidad de proyectos, si no para aplicar reducciones drásticas en sus presupuestos. Y eso solo promete acentuarse en 2024, con una potencial consecuencia compartida por muchos.
“El mercado creció demasiado rápido y algo desordenado, lo que hizo que todo se hinchara. Ahora se está regulando. ¿Al final quiénes sobrevivirán? Los que lo hagan mejor, los más potentes y los que planteen una línea editorial más clara”, señala César Benítez, presidente de la productora española Plano a Plano, que en esa línea está impulsando ambiciosos proyectos de coproducción internacional, como ‘Cicatriz’, con Dopamine, Asacha Media Group y Adrenalin.
Desde México, varios productores van un paso más allá. “En estos últimos años, todo el mundo empezó a abrir sus propias productoras con su amigo o con su primo, y eso hace que se desprofesionalice la industria (…) Los productores que llevamos aquí más tiempo, con un proyecto más sostenible para nuestras productoras, creo que somos lo que nos quedaremos”, opina Billy Rovzar, CEO de Lemon Studios. La CEO de Dopamine, Fidela Navarro, coincide: “Creo que el que logre una diversificación a nivel de empresa seguirá adelante, y seguramente en el camino vengan alianzas estratégicas de empresas que no puedan continuar. Es muy probable que el verdadero darwinismo empresarial venga ahora en serio”.
Las ramificaciones de esta concentración de jugadores y presupuestos nos permitirían escribir una revista entera. Pero hay una en la que vale la pena detenerse: su posible impacto negativo en el recambio generacional del talento.
“Podemos sumarnos a la queja, pero tenemos que asumir que somos privilegiados”, advierte en este sentido Ángela Poblete, directora regional de TV de la productora Fabula. “Me encantaría que este acomodo de industria no hiciera desaparecer a toda esa gente joven que viene con propuestas incluso más atrevidas y consistentes que las nuestras, y con un público que será el público del mañana. Ojalá que todos nos podamos sentir escuchados, que estemos todos desafiados, que haya competencia”, sostiene la productora que el año pasado se mudó de Chile para impulsar las operaciones de Fabula en México, donde ya ha producido series como ‘Señorita 89’, con Fremantle para Lionsgate+, y prepara otras como ‘El dentista’ para ViX y Movistar Plus+.
Esta amenaza podría encontrar en un reciente análisis de la consultora K7 Media una respuesta optimista. “Con los presupuestos de ficción bajo tanta presión y tanta necesidad de nuevo contenido, los talentos nuevos y más asequibles son los mejores posicionados para destacar en un mercado superpoblado. Además, sus voces frescas tienen más probabilidades de conectar con las audiencias más jóvenes a medida que la Gen Z y más jóvenes siguen huyendo de los modelos de consumo tradicionales”.
Y en el campo de las oportunidades que este panorama está generando, la coproducción se alza como la número uno. A estas alturas no nos detendremos a explicar por qué.
Sin embargo, 2024 sí debería ser el año en que seamos testigos de una colaboración concreta: ¿qué pasa con la copro Latam-España? En Content Americas dedicamos un panel a descifrar cuáles están siendo las barreras para que no esté cuajando la dulce teoría de lazos culturales comunes y cientos de millones de hispanohablantes.
Gonzalo Sagardía, CEO de la productora española Onza, aporta un ángulo interesante al debate: “Hay varias plataformas que están ahora más distantes con el tema. Yo creo que la oportunidad existe y está, es un tema de afinar los proyectos para que sean lo suficientemente atractivos para las dos audiencias. Madrid está siendo comprada por latinoamericanos. Hay barrios mexicanos, venezolanos, argentinos. Eso está pasando, es real, y sin dudas va a dar origen a muchas historias que tengan mucho sentido”.
Otro gran tema del que deberíamos ver avances considerables durante este año tiene que ver con los incentivos fiscales en América Latina. Países como Colombia, Uruguay o más recientemente Ecuador han logrado establecer mecanismos de deducción impositiva para atraer la producción internacional, pero la región tiene un gran pendiente llamado México. Si quiere jugar en la gran liga, el gigante de la lengua hispana debe ponerse al día en este sentido, coinciden los productores locales.
Es que, aunque su mercado de 120 millones de habitantes y su natural puerta de entrada a los 60 millones de hispanos viviendo en Estados Unidos podrían bastar para que los grandes estudios y plataformas sigan invirtiendo estratégicamente en el país, el aumento en los costos de producción, el fortalecimiento de su moneda local con respecto al dólar y la ausencia de apoyos gubernamentales federales ponen en riesgo el futuro del sector.
“México se dio cuenta de que perdió competitividad en el mercado. Sigue muy sólido por el tamaño del país y porque hay mucho deseo de seguir produciendo allá, pero tienen que tener un mecanismo de incentivos”, opina Samuel Duque de TIS, estudio de Paramount. “Nosotros, como todos en la industria, estamos trabajando muy de cerca para intentar optimizar ese camino”.
Entre los primeros intentos concretos se encuentra el plan Filma Jalisco, que el estado de Jalisco anunció en Content Americas 2023 y que incluye tax y cash rebates para la producción audiovisual.
Duque también se refiere a las leyes de cuotas de contenido local en las plataformas, otro tema que debería generar noticias este año. “Brasil va unos pasos adelante y hay que estar muy atentos. Nuestra región no va a ser ajena a las leyes de cuota”.
Y podríamos seguir enumerando desafíos, pero 2024 será también de asentar oportunidades.
Para Juan Ignacio “Iñaki” Vicente, director ejecutivo de Chilevisión, si bien todavía existen miedos y la inflación en los países de América Latina continúa desestabilizando las economías, el camino pasará por redoblar la apuesta. “Creo que ahora es el minuto de salir con fuerza, de crear contenido atractivo y de no dejar de invertir. Al contrario. Porque a pesar de que las cosas aún están en transformación, aún hay oportunidades. Es el momento de invertir y capitalizar”, afirma.
“Creo que más que nunca en el 2024 se va a acentuar esta tendencia de que los jugadores, los productores y los distribuidores tienen que jugar de manera entrelazada”, opina por su parte el gerente general del canal peruano Latina, Patricio Hernández. “Es un año donde se va a consolidar este modelo mixto donde ninguno se va a comer a otro, sino que vamos a tener que coexistir y coordinarnos para sobrevivir”.
La especie que sobrevive no es la más inteligente ni la más fuerte, defiende Charles Darwin, sino la que mejor logra adaptarse a su ambiente. Parece que esa puede ser la clave para salir con fuerza de este año.