LONDON TV SCREENINGS: La coproducción entre Reino Unido y Estados Unidos se ha reducido drásticamente en los últimos tres años, relegando la programación británica nuevamente a la categoría de “nicho”. ¿Podrá este modelo resurgir cuando el mercado se estabilice o su época dorada quedará en el olvido?

Entre 2016 y 2020, las coproducciones entre Reino Unido y Estados Unidos vivieron una época dorada sin precedentes.
Muchas productoras británicas desarrollaban entonces dramas y comedias con atractivo global, y la alta demanda por este tipo contenido prácticamente aseguraba siempre una venta en Estados Unidos.

Producto de aquella época son proyectos como ‘Chernobyl’ (Sky Atlantic/HBO), ‘The Night Manager’ (BBC/AMC), ‘His Dark Materials’ (BBC/HBO) o ‘Gangs of London’ (Sky Atlantic/AMC).
Sin embargo, tras la corrección del mercado en 2022, el retroceso en la inversión ha golpeado con fuerza este modelo de coproducción, dejando a muchos productores preguntándose cómo seguir participando en el terreno de la ficción premium, ahora sin el respaldo financiero de Estados Unidos.
Esto no significa que las coproducciones hayan desaparecido por completo. Algunos ejemplos recientes incluyen los nuevos proyectos de Richard Gadd (‘Baby Reindeer’) y Michaela Coel (‘I May Destroy You’) para HBO/BBC, así como el thriller británico ‘The Day of the Jackal’ (Sky/Peacock) o el próximo drama ‘Lockerbie’ (BBC/Netflix).
Pero existe una diferencia considerable entre lo que se dice públicamente -con discursos optimistas que aseguran el “regreso de las coproducciones” o que “en realidad nunca se fueron”- y lo que se comenta a puertas cerradas. Si le preguntas a muchos productores británicos de ficción, te dirán en confianza que las coproducciones entre Reino Unido y Estados Unidos sí han desaparecido, y de manera definitiva.

Es que la retirada del dinero de Estados Unidos ha afectado gravemente a la producción británica, intensificando los problemas de financiación que han dejado a varios dramas en el limbo en las cadenas del Reino Unido.
Jane Featherstone, cofundadora y directora creativa de Sister, productora basada en Londres y responsable de series como ‘Black Doves’ o ‘Eric’, expuso en una reciente sesión parlamentaria que los canales y las productoras británicas ya no pueden permitirse realizar TV de alto presupuesto debido a la inflación de costos y el encarecimiento del talento.
Dan Isaacs, director de operaciones de Sister, confirma a C21 el golpe al modelo de coproducción. “Es un problema unilateral: los estadounidenses no están comprando. No falta voluntad por parte de los productores británicos ni de los broadcasters locales, pero tras las huelgas de Hollywood, el mercado simplemente desapareció”.
Isaacs señala que antes, una productora podía desarrollar un proyecto en el Reino Unido, venderlo a una cadena local y luego subastarlo en Estados Unidos para conseguir financiación adicional. “Y eso ya no sucede. No hay compradores”.

Sister es parte de una camada de productoras británicas que han construido su negocio combinando inversión británica y estadounidense en proyectos como ‘This is Going to Hurt’ (BBC/AMC), ‘The Split’ (BBC/Sundance TV), ‘Landscapers’ (Sky Atlantic/HBO) y ‘Passenger’ (ITV/BritBox International).
Hasta 2023, producían al menos dos de estos proyectos al año. Actualmente, tienen muy pocos en marcha bajo este modelo.

Y aunque el mercado parece haber cambiado de la noche a la mañana, Isaacs señala que los compradores estadounidenses siguen “actuando” como si estuvieran interesados.
“Siguen queriendo reuniones, leyendo proyectos, pero convertir eso en una venta es mucho más difícil. No dicen que no quieren comprar, pero no están comprando”.
La demanda por proyectos británicos no ha desaparecido del todo. ‘Black Doves’, thriller de espías protagonizado por Keira Knightley y Ben Whishaw y producido por Sister, se estrenó en Netflix en diciembre y lideró el ranking global de la plataforma durante una semana. “Muchos ejecutivos de cadenas nos han preguntado por qué no pudieron coproducirlo”, comenta Isaacs.
Quizás una respuesta sea que el tipo de contenido que buscan los compradores de Estados Unidos ha cambiado, inclinándose ahora por títulos de gran atractivo comercial, con estrellas reconocidas y temáticas como espionaje y acción.
Matt Creasey, VP ejecutivo de ventas y coproducciones en Banijay Rights, coincide en que el modelo de coproducción transatlántica sigue bajo presión, pero siguen surgiendo oportunidades aisladas.
Un ejemplo es ‘Half Man’, una producción de Mam Tor Productions (Banijay UK) y distribuida a nivel internacional por Banijay Rights.

Desde Los Ángeles, Creasey tiene la sensación de que la programación británica ha vuelto a ser vista como “de nicho” en Estados Unidos, tras el auge prepandemia donde se vendían múltiples títulos británicos en ese mercado.
Sin embargo, sigue creyendo en la viabilidad del modelo. “Es un gran negocio para los compradores de Estados Unidos: obtienen una serie premium que pueden vender como original, pero con una inversión menor. Creo que el modelo regresará, pero aún no hemos llegado a ese punto”.
Mientras tanto, las distribuidoras como Banijay Rights deben ser más cautelosas al asumir gaps financieros. “Antes podíamos cubrir parte del déficit, pero ahora necesitamos encontrar un socio en Estados Unidos antes de comprometernos. Es por eso que hay tantos proyectos en Reino Unido que están aprobados pero sin financiación completa”.

Los productores también deben ser realistas sobre dónde llevar ciertos proyectos, agrega Creasey. “Si tu serie cuesta entre £ 4 millones y £ 5 millones [US$ 5,1 millones y US$ 6,3 millones] por episodio, entonces necesitas hablar directamente con un streamer para que la adquiera, porque ningún canal en el Reino Unido va a financiar eso hoy en día”.
Una de las pocas plataformas estadounidenses que sigue adquiriendo regularmente contenido británico es Acorn TV, mientras que BritBox International también mantiene su interés. Sin embargo, PBS Masterpiece, socio clave para la distribución de contenido británico en Estados Unidos, enfrenta importantes recortes presupuestarios por parte del gobierno de Donald Trump.
Isaacs advierte que si se recorta el presupuesto de PBS Masterpiece, el impacto en la industria británica sería devastador. “Hacen muchísimo con muy poco dinero, pero esa inversión es crucial”.
Mientras tanto, si bien muchos creen que el mercado de coproducción entre ambos países se ha derrumbado, otros no están del todo de acuerdo con esa hipótesis. “En mi opinión, es un poco exagerado”, dice Laura Kennedy, CEO de la compañía de management y producción Avalon, cuyos créditos incluyen series como ‘Breeders’ (FX/Sky), ‘Catastrophe’ (Channel 4/Amazon) o ‘Starstruck’ (BBC Three/Max).
“Ciertamente, las compras han bajado desde sus máximos históricos, pero los compradores estadounidenses adquirieron 1.000 series el año pasado. Así que todo depende de cuál sea tu punto de referencia”.
Kennedy, basada en Los Ángeles, argumenta que los acuerdos de coproducción deben volverse más flexibles y creativos en un mercado con presupuestos más ajustados, con compradores dispuestos a pagar menos por adelantado a cambio de ajustes en los derechos de distribución y exclusividad.

Por su parte, Crispin Leyser, exconsultor de adquisiciones y coproducciones de Channel 4, cree que la falta de actividad en coproducciones es reflejo de un ajuste general en la industria global. “Los recortes presupuestarios afectan a todos los sectores. Aún estamos en un ciclo de incertidumbre”.
Al igual que Creasey, Leyser sigue siendo optimista sobre el resurgimiento del modelo de coproducción entre el Reino Unido y Estados Unidos en los próximos años, aunque dependerá de los niveles de presupuesto.
Señala que producciones como ‘The Day of the Jackal’, cuyo presupuesto se estima en alrededor de £ 100 millones, serán escasas.
“No habrá muchos jugadores en el Reino Unido que puedan aportar las sumas de dinero necesarias para una serie de esa escala. Principalmente será Sky. Pero para otros, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, que buscan contenido original scripted con presupuestos de entre £ 1 millón y £ 2 millones por episodio, el modelo definitivamente aún puede funcionar”, afirma.
Otro problema es que, debido a los desafíos financieros en Estados Unidos, los compradores locales ya no están dispuestos a invertir tanto dinero por episodio como antes.
Isaacs, de Sister, señala que los compradores que solían aportar US$ 1 millón por episodio ahora están ofreciendo entre US$ 500.000 y US$ 600.000, mientras que aquellos que antes invertían alrededor de US$ 500.000 han reducido su aporte a aproximadamente US$ 300.000.
Otro problema que destaca Isaacs es la falta de competencia por el contenido del Reino Unido, lo que dificulta generar interés. “No hay competencia, entonces, ¿por qué comprar ahora? No es un mercado dinámico, así que puedes simplemente esperar y observar. No tienes que comprar basándote solo en un guion. Puedes esperar a que haya material grabado, ver el primer episodio o incluso entrar y adquirirlo después”, señala.
Este no es un problema menor para la industria británica, advierte Isaacs, ya que agrava la crisis de financiamiento de la ficción de alto presupuesto. No encontrar una solución, asegura el productor, pondrá a los broadcasters británicos en una desventaja significativa frente a sus rivales del streaming.
“Si no resolvemos esto, el resultado será un mercado en el que la BBC, Channel 4 e ITV operen con un máximo de £ 2 millones por episodio, porque hoy en día eso es lo que se puede financiar con el proyecto adecuado y un adelanto de distribución. Pero cualquier producción que supere ese presupuesto tendrá que recurrir a un streamer, lo que generará un sistema de dos niveles”, explica.
“Eso solo dará más poder a los streamers y debilitará aún más a los compradores británicos si no existe un mercado donde puedan operar con presupuestos de entre £ 3 y £ 4 millones por episodio, o al menos de entre £ 2,5 y £ 3,5 millones, lo que permitiría producir algo más ambicioso y contundente que el típico drama policial de las 9 de la noche”.