La Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP), que representa a los estudios de Hollywood en sus negociaciones laborales, afirmó haber ofrecido al sindicato de actores SAG-AFTRA aumentos equivalentes a US$ 1.000 millones respecto a su contrato anterior antes de que las conversaciones acabaran de manera dramática la semana pasada, dando inicio a una huelga.
La asociación dijo que SAG-AFTRA “sigue caracterizando erróneamente” cómo se desarrollaron las negociaciones y que el sindicato busca “distorsionar deliberadamente” las ofertas presentadas por la AMPTP.
La declaración se produjo después de que SAG-AFTRA compartiera el lunes por la noche detalles de su versión del modo en que transcurrieron las negociaciones, acusando a la AMPTP de “obstruir” al sindicato y de “retrasar” las negociaciones.
SAG-AFTRA dijo que propuso un aumento salarial general del 11% en el primer año del acuerdo y del 4% en los dos años siguientes. Según el gremio de actores, la AMPTP contraatacó con una oferta del 5% en el primer año, 4% en el segundo y 3,5% en el tercero.
SAG-AFTRA también dijo que los estudios rechazaron por completo una propuesta para cambiar la estructura de residuales de los contenidos emitidos en plataformas de streaming.
En el terreno de la inteligencia artificial (IA), que se ha convertido en un tema candente tanto para los actores como para los guionistas, SAG-AFTRA afirmó que propuso un “conjunto completo de disposiciones para proteger el trabajo creado por humanos y exigir el consentimiento informado y una compensación justa cuando se haga una ‘réplica digital’ de un artista, o cuando su voz, semejanza o actuación cambie sustancialmente utilizando IA”.
El sindicato, encabezado por la presidenta Fran Drescher (‘The Nanny’), dijo que la AMPTP no abordó muchas de las preocupaciones vitales relacionadas con la IA, “dejando a los actores principales y secundarios vulnerables a que la mayor parte de su trabajo sea reemplazado por réplicas digitales”.
La AMPTP respondió que las propuestas compartidas por SAG-AFTRA no incluían algunas de las ofertas realizadas verbalmente a los líderes sindicales el 12 de julio.
Según la asociación de productores, los US$ 1.000 millones que ofreció en aumentos abarcaron salarios, pensiones y contribuciones de salud, aumentos residuales y “protecciones únicas en su tipo” respecto a la IA.
“Que SAG-AFTRA afirme que no hemos respondido a las necesidades de sus miembros es, en el mejor de los casos, falso”, dijo la AMPTP, que está dirigida por la presidenta Carol Lombardini y representa a compañías como Amazon/MGM, Apple, Disney/ABC, Fox, NBCUniversal/NBC, Netflix, Paramount Global/CBS, Sony y Warner Bros. Discovery.
La AMPTP dijo que su oferta incluía el “aumento porcentual más alto” de mínimos en 35 años; un aumento del 76% en los residuales extranjeros SVOD de alto presupuesto; aumentos sustanciales en los topes de contribuciones a pensiones y salud; una propuesta de IA “innovadora” que protege las imágenes digitales de los artistas; aumentos salariales sustanciales para los actores de reparto; primeros pagos residuales fijos para coordinadores de dobles en TV y proyectos SVOD de alto presupuesto; y un aumento salarial del 58% para los artistas invitados en programas SVOD de alto presupuesto.
Los reclamos forman parte de un tenso tira y afloja entre los estudios y SAG-AFTRA, cuyos miembros se unieron al sindicato de guionistas Writers Guild of America (WGA) en los piquetes la semana pasada, paralizando así casi toda la producción sindicalizada en Estados Unidos.
Las negociaciones fracasaron espectacularmente la semana pasada y, dado lo lejos que parecen estar las dos partes en múltiples frentes, parece poco probable que lleguen a una resolución pronto.
Al mismo tiempo, cadenas de TV abierta como CBS, propiedad de Paramount Global, se están viendo obligadas a revisar sus parrillas de otoño mientras se preparan para una nueva temporada de streaming sin ningún contenido con guion nuevo.
Un informe de la agencia estadounidense de investigación y calificación crediticia Moody’s publicado esta semana sugirió que, en conjunto, los estudios estadounidenses sufrirán aumentos de costos anuales de entre US$ 450 y 600 millones una vez que hayan negociado nuevos acuerdos con WGA, SAG-AFTRA y DGA, el último de los cuales (gremio que representa a los directores) firmó un nuevo convenio el mes pasado.